CULTURA
Mientras se aguarda por la obtención del visto bueno definitivo de parte de Contraloría, especialistas ligados al proyecto Pacyt —que reúne a la Universidad de Concepción y el Gobierno Regional— proyectan la convivencia medioambiental en los futuros emplazamientos. La casa de estudios afirmó que el proyecto persigue fines únicamente científicos y que la apuesta por la conservación del bosque y las especies es “un lineamiento estratégico”.
Como un lineamiento estratégico ha definido la Universidad de Concepción la conservación y restauración del bosque nativo presente en los terrenos donde se emplazará el Parque Científico y Tecnológico del Bío Bío, Pacyt.
El proyecto, que reúne como socios principales a la casa de estudios penquista y al Gobierno Regional, se mantiene a la espera del visado de parte de Contraloría, luego de la abstención de toma de razón en abril pasado de parte del organismo revisor.
Desde ese hito hasta ahora, con el reingreso de la carpeta al ente contralor de por medio en octubre, los equipos técnicos ligados a la iniciativa han reforzado las gestiones tendientes a su concreción, y una de las aristas que concentra mayor atención es la medioambiental.
Así lo explica Claudio Maggi, director de Desarrollo e Innovación UdeC, quien precisa que el Parque Científico —a instalarse en los fundos La Cantera y El Guindo, contiguos al campus universitario— considera 90 hectáreas para su desarrollo integral, “aunque de ellas solo destinarán 25 a la configuración de los 40 lotes urbanizables que albergarán infraestructura para actividades científico-tecnológicas”.
“A los espacios adicionales restantes se les darán otros usos, tales como la creación de áreas de protección y conservación, áreas de protección de cauce y áreas de alta pendiente”, agrega.
En esa misma línea, el responsable subraya que Pacyt pretende impulsar únicamente el “desarrollo de infraestructura para alojar centros de investigación, laboratorios y espacios para la innovación”, aportando, asimismo, en el cuidado del entorno natural.
Por tanto, ahonda en desestimar versiones que auguran un boom inmobiliario propiciado por la corporación que administra el proyecto. “Cada una de las actuaciones en materia urbanística, sectorial y ambiental, han sido impulsadas y obtenidas en completa legalidad, regularidad administrativa y alineadas con los objetivos científicos del parque”.
A pocos kilómetros del perímetro que abarcará el Parque Científico y Tecnológico del Bío Bío se halla la Reserva Nonguén, que desde 2011 es intervenida para su restauración por la Facultad de Ciencias Forestales UdeC, Conaf y Transelec.
En vista de lo anterior, la convivencia de ambos sistemas resulta central. “La relación que existe entre dos terrenos con ecosistemas complejos está dada por la influencia que genera la superficie de mayor tamaño, la que, en este caso, es la propia Reserva Nonguén”, sostiene Maggi.
El director suma a ello que “la situación del bosque nativo y de la especie endémica Cangrejo Tigre, en consonancia con los objetivos del proyecto Pacyt y sus propósitos de conservación, es, definitivamente, mucho más favorable que perjudicial”.
“En efecto, en el caso del Cangrejo Tigre, éste ya ostenta la categoría de vulnerable, luego de haber sido declarado en extinción. Asimismo, se ha planificado la restauración ecológica del bosque nativo y de diversas superficies del predio universitario, logrando con ello que el bosque recupere sus características ecosistémicas”, sentencia.
Claudio Maggi finaliza destacando que la restauración ecológica proyectada por Pacyt aportará a la configuración de “un corredor biológico que permita el tránsito y hábitat de especies entre la Reserva Nonguén y el Parque Ecuador y Cerro Caracol”. El plantel superior, que en medio de las celebraciones de sus primeros cien años de vida, pone este proyecto en igual posición histórica respecto del momento fundacional universitario, aseverando que “responde a la misma lógica de aquel hito lleno de constancia inquebrantable”.
