Como si no bastara ser acusado de abusos sexuales agravados y reiterados, un nuevo antecedente se suma al impactante caso del dueño de la «Fábrica del Terror” quien sigue en prisión preventiva.
El historial delictual del empresario argentino Hugo Larrosa sumó su antecedente más sádico. Este jueves se reveló un video donde el dueño de «Alimentos Don Hugo» maltrata y agrede a uno de sus trabajadores. Pero lo más impactante fue la revelación de una violación que habría cometido Larrosa contra un empleado, a quien agredió sexualmente con un artefacto llamado «engrasante».
Los antecedentes difundidos por TVN ya están en manos del Ministerio Público, por lo que al imputado se le sumaría el delito de violación, además de los que ya existían como los de abusos sexuales agravados y abusos sexuales reiterados.
A pesar de la macabra revelación, este jueves la defensa de Larrosa solicitó que se le revocara la prisión preventiva por otra medida cautelar, lo cual fue rechazado por el tribunal.
El abogado Fernando Hernández, asesor legal y al empresario trasandino y quien era conocido al interior de la fábrica como «Consiglieri» por su cercanía con el dueño, lo defendió al salir de la audiencia.
«Lo que tengo de conocimiento es la gran difusión mediática que viola el principio constitucional de presunción de inocencia, armada por un periodista con un interés absolutamente mediático», acusó.
De acuerdo a TVN, la investigación detalló que Hernández recibió cinco mil dólares mensuales en billetes de 100 dólares entre 2014 y 2015.
La extrabajadora de la empresa «Don Hugo», Nayareth Saavedra, quien se desempeñó como asistente contable, relató en un reportaje de 24 horas los dramáticos momentos que vivió al interior de la fábrica.
«Yo estaba sola, no podía hablar con nadie, no hacía nada, pasaba todo el día en una oficina encerrada con llave, y sin baño. Tenía que esperar mi horario de colación (…) llamé muchas veces a mi mamá llorando que quería salir corriendo de ahí y que me quería ir», dijo la afectada.
Larrosa se encuentra aislado de los sectores de los «delitos comunes» de Colina II, con el fin de evitar represalias en su contra.