El primero es párroco del Sagrado Corazón de Jesús, en Providencia; mientras que el segundo es director de la comunidad salesiana en la ciudad del Vaticano, asignándole la sede titular episcopal de Sesta.
Este miércoles, la Nunciatura Apostólica en Chile comunicó la decisión que tomó el Papa Francisco: nombró a dos nuevos obispos auxiliares de la arquidiócesis de Santiago.
Se trata de los presbíteros Carlos Irarrázaval, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, en Providencia, asignándole la sede titular episcopal de Tanudaia; y Alberto Lorenzelli, director de la comunidad salesiana en la ciudad del Vaticano, asignándole la sede titular episcopal de Sesta.
Irarrázaval fue ordenado diácono el 12 de agosto de 1995 y sacerdote el 18 de mayo de 1996. Después de su ordenación fue vicario parroquial de la parroquia Cristo Nuestro Redentor en Peñalolén (1995-1999); asesor de Pastoral en la Pontificia Universidad Católica de Chile (1998-2010); vicario de la Rectoría de la Sagrada Familia (1999-2003); prefecto de Teología en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago (2003-2005); párroco de la parroquia Nuestra Señora del Rosario en Las Condes, Santiago de Chile (2005-2011); director de Radio María Chile (2010-2017); y desde 2011 párroco de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Providencia, Santiago de Chile.
En tanto, Lorenzelli nació en Argentina, realizando todos sus estudios allá y en Italia, donde se desplazó después. Desde el 1 de marzo de 2012 hasta el 27 de enero del 2018 fue Inspector de la Inspectoría Salesiana de Chile. Actualmente es director de la Comunidad Salesiana presente en el Vaticano.
Irarrázaval y Lorenzelli, como obispos auxiliares, tendrán que asistir al Obispo diocesano en todo el gobierno de la diócesis, y harán de él cuando se encuentre ausente o impedido. No tienen derecho de sucesión, como ocurre en el caso de los obispos coadjutores.