Nunca dimensioné el alcance que iba a tener la situación y tampoco podía, porque no sabía la forma en que ambos fiscales se iban a enfrentar», dijo, refiriéndose a las denuncias cruzadas entre el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias y su par de Alta COmplejidad de Rancagua, Sergio Moya. Para eso, ya prepara propuestas para evitar que se vuelva a repetir esta situación.
La crisis de la Fiscalía de Rancagua caló hondo en el fiscal nacional Jorge Abbott. «Nunca dimensioné el alcance que iba a tener la situación y tampoco podía, porque no sabía la forma en que ambos fiscales se iban a enfrentar», dijo, refiriéndose a las denuncias cruzadas entre el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias y su par de Alta COmplejidad de Rancagua, Sergio Moya.
Esta disputa provocó, según Abbott, «un problema serio» y complejo. «Hubo un exceso del uso de los medios de comunicación para canalizar estas denuncias mutuas, que pudieron hberse llevado por los canales institucionales con una sobriedad mayor», agregó.
Debido a esto último, el fiscal nacional decidió proponer reformas en los sumarios, investigaciones penales y nombramientos para evitar que estas situaciones se vuelvan a repetir.
«Deberíamos crear una unidad que se hiciera cargo de estas indagatorias, de modo de poder sacarlas del conocimiento de los fiscales como actualmente ocurre», explicó, en declaraciones emitidas al diario El Mercurio. Debe ser «una unidad especializada, autónoma, que se haga cargo de los sumarios y en que concluidos los mismos, pueda hacer las propuestas respectivas al fiscal nacional para los efectos de resolver la eventual aplicación de sanciones».
En ese sentido, no descarta una persona externa a la fiscalía para que revise esta situaciones: «Estoy pensando en un comité o comisión que pueda estar integrada por autoridades de las facultades de Derecho, del Colegio de Abogados, y de exministros de las cortes de apelaciones y de la Corte Suprema», aunque finalmente será el mismo fiscal nacional el encargado de tomar la decisión final.
Otros temas que busca reformar es el lobby que realizan ciertos integrantes del mundo político cuando tienen que nombrarse nuevos fiscales, como acabar las reuniones. Todas estas propuestas requieren modificaciones legales, por lo que Abbott reconoce estar abierto «a cualquier cambio en el nombramiento de los fiscales, en los sistemas de control interno, pero lo único que a nosotros nos parece intransable y que debe respetarse absolutamente es la plena autonomía del Ministerio Público en la persecución penal».