A juicio del escritor y periodista argentino, las protestas sociales de Chile son diferentes a las de Ecuador, Haití y otros países que se han visto obligados a aumentar los precios de los servicios públicos porque están quebrados. «Las protestas de Chile son más parecidas a las de los ‘indignados’ en España o las de los ‘chalecos amarillos’ en Francia. Reflejan una crisis de expectativas incumplidas en países desarrollados», sentencia.
El escritor y periodista argentino Andrés Oppenheimer se refirió al estallido social que ha sacudido al país durante la última semana, el que se desencadenó producto de una alza en el pasaje del Metro. Desde ahí, todo ha escalado y ayer, en el séptimo día de movilización, en medio de disturbios y toques de queda, se llevó a cabo una multitudinaria marcha en Santiago.
Pero no es la forma lo que le preocupa al intelectual, quien asegura que «las protestas en Chile son del Primer Mundo». Así tituló su más reciente columna de opinión publicada en el diario trasandino La Nación. Ahí, Oppenheimer parte desde la visión venezolana del conflicto nacional.
«El dictador venezolano Nicolás Maduro y la vieja guardia de la izquierda mundial están celebrando las violentas protestas callejeras de Chile como evidencia de un supuesto fracaso del sistema de libre mercado. En rigor, es todo lo contrario: es una revuelta del Primer Mundo, producto de una creciente clase media que exige beneficiarse más del éxito económico de su país», asegura.
Oppenheimer cuenta que llegó a esta conclusión luego de conversar con el expresidente Ricardo Lagos sobre el anuncio del presidente Sebastián Piñera, en el que revirtió las recientes alzas en el transporte público y anunció un paquete de medidas de ayuda social luego de disturbios callejeros que dejaron muertos, estaciones de metro quemadas y supermercados saqueados, obligando a Piñera a declarar Estado de Emergencia.
¿Cómo pudo haber sucedido esto en la economía más exitosa de América Latina?», le preguntó el periodista a Ricardo Lagos.
De acuerdo al relato de Oppenheimer, Lagos le señaló que aunque Chile es el país más exitoso de América Latina en casi todos los rubros, no ha tenido tanto éxito en la reducción de la desigualdad.
«La ciudadanía siente que, aunque la pobreza ha disminuido sustancialmente, hay una concentración muy alta del ingreso, y una desigualdad que no se ha atacado adecuadamente», le dijo el exmandatario al periodista.
Y es que según Lagos, dice Oppenheimer, Chile necesita aumentar los impuestos, especialmente a los ricos, porque se necesitan más servicios públicos.
El intelectual trasandino que hoy reside en Estados Unidos, dice que probablemente hay muchos factores que llevaron a las protestas de Chile, «incluido el apoyo de Venezuela a los grupos izquierdistas radicales del Foro de Sao Paulo que, como lo ha confesado públicamente el propio Maduro, están ayudando a provocar protestas callejeras en varios países».
«Pero las protestas sociales de Chile son diferentes a las de Ecuador, Haití y otros países que se han visto obligados a aumentar los precios de los servicios públicos porque están quebrados. Las protestas de Chile son más parecidas a las de los » indignados» en España o las de los » chalecos amarillos» en Francia. Reflejan una crisis de expectativas incumplidas en países desarrollados», sentencia.
Oppenheimer cierra su opinión señalando que el sistema capitalista de Chile puede necesitar una corrección, como todos los sistemas. «Pero es mucho más exitoso que el desastroso régimen de Maduro, o los recientes gobiernos populistas de la familia Kirchner en Argentina, que dejaron a sus países en la bancarrota».
«No se puede descartar que Chile se recupere pronto, y que se convierta en un modelo aún más exitoso para el resto de América Latina», concluyó.