Se trata de una las convocatorias más multitudinarias de las últimas semanas y transcurrió en su mayoría en un ambiente pacífico y festivo, que evidenció que sigue existiendo gran descontento en las calles.
Miles de personas conmemoraron este viernes las ocho semanas que transcurren desde que comenzó el mayor estallido social de la democracia en Chile, con un conmovedor concierto «por la dignidad» que reunió a míticos grupos locales de canción protesta, como Inti-Illimani, Illapu y Los Bunkers.
El masivo recital copó la Plaza Italia, epicentro de las manifestaciones que desde el 18 de octubre se adueñaron de las calles de la capital y de otras ciudades del país.
Alrededor de un enorme camión convertido en tarima y ubicado a pocos metros de la explanada renombrada por los manifestantes como «Plaza Dignidad», miles de personas corearon algunas de las canciones protesta más famosas de los últimos años y portaron todo tipo de pancartas contra el gobierno, la desigualdad y la represión.
«Estos grupos siempre nos han representado a nosotros, al pueblo, esto es histórico», dijo Francisca Videla, una joven de 21 años, para quien el gobierno de Sebastián Piñera «sigue sin entender lo que demandan los manifestantes» y da «bonos y migajas para amortiguar las protestas».
Bachelet: elevado número de violaciones de derechos humanos
También este viernes, la oficina Alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la expresidenta Michelle Bachelet, denunció un «elevado número de violaciones de derechos humanos» a causa de la represión policial ejercida durante las protestas, al presentar un informe sobre la situación del país.
El gobierno lamentó el informe de la exmandataria socialista y alegó que los presuntos graves abusos se generaron en un «contexto» de violencia y en el marco de intensas protestas sociales. En la misma posición, la Cámara Baja le ofreció su respaldo a Piñera y rechazó los intentos de llevarlo a un juicio político.
Chile vive desde el 18 de octubre la convulsión social más grave desde el fin de la dictadura militar de Augusto Pinochet, que ya se ha cobrado la vida de al menos 24 personas y ha provocado miles de heridos, además de graves señalamientos contra las fuerzas de seguridad y enormes quebrantos económicos.