PAÍS
Crédito: Agencia Uno
Si consideramos sólo los presidentes electos en Sudamérica, Piñera lidera el listado, dejando en segundo lugar al peruano Alejandro Toledo y al argentino Fernando De la Rúa. Esto cambia si se considera a todos los mandatarios, incluidos a los que llegaron al poder la destitución de su antecesor. Ahí Piñera queda en segundo lugar, tras el brasileño Michel Temer.
El histórico 6% de aprobación que registró el Presidente Sebastián Piñera no dejó indiferente a nadie. La baja aprobación que registró el Mandatario en la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) jamás se había registrado en el país y dejó en duda si había alguna peor entre los vecinos de Sudamérica.
Lo que es seguro es que Sebastián Piñera está en el podio de los presidentes peor evaluados del continente.
Piñera es el presidente electo con peor aprobación, superando al anterior líder de este listado, el ex mandatario de Perú, Alejandro Toledo, quien en su peor momento alcanzó un 8%, durante su tercer año de Gobierno en abril del 2004, según cifras de Ipsos/Apoyo.
En el podio también se encuentra el argentino Fernando de la Rúa, quien debió abandonar la Casa Rosada en helicóptero tras la mayor crisis económica y social que sufrió su país en décadas. En ese período, según los datos del Centro de Estudios para la Nueva Mayoría de diciembre del 2001, De la Rúa marcó un 8%.
La diferencia entre Toledo y De la Rúa es que el primero logró terminar su mandato, con un 33% de aprobación, mientras que el segundo no pudo.
Si bien Piñera es el presidente electo con peor aprobación, no lidera el listado de todos los presidentes del continente, sino que queda segundo , detrás del ex presidente de Brasil, Michel Temer (2016-2018), quien alcanzó un 3% de aprobación según una encuesta de Datafolha de junio del 2018.
De acuerdo con el estudio, la impopularidad de Temer aumentó debido a la crisis provocada por la huelga de los camioneros que paralizó a Brasil entre el 21 y el 31 de mayo por el desabastecimiento de combustibles, alimentos e insumos, y al lento crecimiento de la economía.
En Brasil, su antecesora Dilma Rousseff (2011-2016) llegó a tener un 8% en 2015, antes de ser destituída, asumiendo el mismo Temer. Lula da Silva (2003-2011), tuvo una aprobación de un 28%. Fernando Collor de Mello, quien duró dos años en el poder (1990-1992) se mantuvo en un 9%.
Temer fue el único de estos presidentes que no fue electo por la ciudadanía sino que asumió como presidente tras la destitución de Rousseff, asumiendo él porque era el vicepresidente.
En Perú, salvo Toledo, ningún presidente bajó del 8%. Fernando Belaunde (1980-1985) tuvo un 18% de aprobación en un momento. Alan García (1985-1990) tuvo un 9% de aprobación. Alberto Fujimori (1990-2000), tuvo un 35% antes de su renuncia. En su segundo período (2006-2011), García alcanzó un mínimo de 22% y Ollanta Humala (2011-2016), tocó fondo con un 13%. El último presidente, Pedro Pablo Kuczynski, que renunció en marzo de 2018, tuvo un 18%.
En Colombia, Ernesto Samper tuvo un 46%; Andrés Pastrana (23%), Álvaro Uribe (75%), Juan Manuel Santos (72%) e Iván Duque (26%).
En Bolivia, la aprobación más baja de Evo Morales (2006-2019) fue de un 34%. Y en Ecuador, Abdalá cesado por el Congreso en 1997, tuvo un 7% de aprobación en su momento más bajo; Fabián Alarcón un 24%; Jamil Mahuad un 7%; Gustavo Noboa un 31%; Lucio Gutiérrez un 32%; Alfredo Palacio un 18% y Rafael Correa un 51%.
La diferencia de Piñera con los presidentes de Estados Unidos es más grande que con otros países sudamericanos, ya que el presidente peor evaluado fue Harry Truman, que alcanzó en febrero de 1952 con un 22%.
El siguiente es Richard Nixon, que alcanzó un 24%, George W. Bush con un 25% y Jimmy Carter, con un 28%, según la base de datos del Gallup Historical Presidential Job Approval Statistics.
¿Y Donald Trump? No ha bajado del 36,4% de diciembre del 2017.
