Mientras en Twitter luchaban palmo a palmo los hashtags #ConMisHijosNoTeMetas, #ChileRechazaLaESI, versus #EducacionSexualIntegralYa o #AprueboEducaciónSexual, los parlamentarios desplegaron en la instancia toda clase de argumentaciones a favor y en contra de la iniciativa. La sesión también estuvo interrumpida por un largo debate sobre la situación de los diputados Camila Vallejo (PC) y Urruticoechea (RN), quienes marcaron en forma presencial en la sala, pero después se retiraron para conectarse de manera telemática, por lo que quedaron impedidos de votar.
Esta jornada, y tras un acalorado debate en Sala, la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile finalmente no dio luz verde al proyecto de ley de Educación Sexual Integral.
La iniciativa fue aprobada en general por 71 votos a favor, 65 en contra y 2 abstenciones, sin embargo al someter a votación el articulado -que contenía disposiciones de ley orgánica constitucional- este no alcanzó el quórum requerido. Tuvo 73 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones. “Archivado”, decretó el vicepresidente de la Cámara Francisco Undurraga (Evópoli) poniendo punto final a la tramitación.
El objetivo del proyecto de ley es la enseñanza de educación sexual dependiendo de la etapa del y la menor, por ejemplo, en el caso de prekínder hasta cuarto básico, el enfoque gira en torno a la prevención del abuso sexual infantil, la afectividad, el auto-cuidado y auto-conocimiento.
En tanto, desde quinto básico hasta cuarto medio se aborda la biología y otros aspectos socioculturales como la prevención del embarazo adolescente, métodos anticonceptivos, el respeto por la diversidad y la orientación la sexual.
La discusión estuvo marcada por intensas intervenciones de ambos lados. Mientras en Twitter luchaban palmo a palmo los hashtags #ConMisHijosNoTeMetas, #ChileRechazaLaESI, versus #EducacionSexualIntegralYa o #AprueboEducaciónSexual, los parlamentarios desplegaron en la instancia toda clase de argumentaciones a favor y en contra de la iniciativa.
Así, en la instancia, el diputado Cristóbal Urruticoechea (RN) dijo que “este es un proyecto que no es más que un adoctrinamiento en una ideología de género”. Mientras, los diputados Javier Hernández (UDI), Luis Pardo (RN) y Juan Manuel Fuenzalida (UDI), argumentaban que debe respetarse la libertad de los padres, ya que, según ellos, los padres son quienes mejor conocen “la personalidad y madurez” de sus hijos para educarlos en relación a educación sexual, ya que más de alguno de ellos tendrá “sensibilidades en torno a estos temas”.
Por otro lado, el diputado RD Giorgio Jackson calificó como “impresionantes algunas intervenciones medievales sobre el proyecto de educación sexual integral”. “Parece que se les olvida que los principales sujetos del derecho a la educación son las y los niños, niñas y adolescentes”, señaló en Twitter el parlamentario, mientras la diputada Natalia Castillo (RD), señaló que “la sexualidad no se debe reducir al acto sexual (…) No es un capricho del progresismo, es una medida concreta avalada por organizaciones internaciones sobre DD. HH”.
En la misma línea, el diputado Mario Venegas (DC) desmitificó profundamente todos aquellos argumentos que se viralizaron en la última jornada a través de redes sociales, los cuales, según el diputado, “demonizaban” el proyecto en base falsedades, por ejemplo, aclaró que el proyecto sí contempla la importancia de madres y padres y su participación en la educación sexual, por lo que no se pasan a llevar sus libertades.
Pero desde Evópoli, partido cuya declaración de principios se pronuncia en contra toda discriminación, el diputado Sebastián Álvarez insistió en que el proyecto “impone una visión única de sexualidad que debe incorporarse en los programas de cualquier proyecto educativo”, sean públicos o particulares. También se quejó de que la propuesta vaya “en consonancia con ideas progresistas como el fomento del respeto de la diversidad y la no discriminación”. “Esta es una propuesta abiertamente totalitaria, este proyecto es totalmente antiliberal porque no respeta la libertad de los padres ni de los colegios”, insistió.
Pero las argumentaciones no fueron la única polémica de la jornada. La sesión también estuvo interrumpida por un largo debate sobre la situación de los diputados Camila Vallejo (PC) y Urruticoechea (RN), quienes marcaron en forma presencial en la sala, pero después se retiraron y se conectaron en forma telemática. El presidente de la instancia, el diputado Francisco Undurraga, decretó que quedaron impedidos de votar, lo que desató una fuerte controversia sobre el reglamento que opera en estos casos. Incluso el diputado René Saffirio (exDC) amenazó con una censura a la mesa por “cercenar” el derecho al voto de os parlamentarios “No estoy pasando ninguna máquina”, dijo en su defensa el vicepresidente de la Cámara, insistiendo en que solo aplicó el mismo criterio que se venía empleando con las sesiones telemáticas.
El proyecto que establece Bases Generales para la Educación Afectiva y Sexual de niños, niñas y adolescentes, en los establecimientos educacionales, y modifica normas legales que indica (Boletines Nºs 11710-04, 12542-04, 12593-04 y 12955-04 refundidos) viene a enmendar la falta de educación sexual en nuestro país, hecho que acarrea un sinnúmero de problemas y pone en severo riesgo a los menores de nuestro país.
Estos problemas van más allá del embarazo adolescente o el contagio de infecciones de transmisión sexual y/o VIH, ya que la ignorancia sustenta las relaciones violentas, estereotipadas, racistas, homofóbicas, patriarcales y prejuiciosas, según la directora de Aprofa, Débora Solís. De hecho, el 83% de jóvenes chilenos acceden a información de sexualidad a través de redes sociales, un 71% de estos niños, niñas y adolescentes lo hace por medio de páginas de internet, según información de INJUV.
Actualmente, la violencia sexual contra niñas y niños en nuestro país es alarmante, y la generalidad de los abusos se produce en un contexto intrafamiliar, según el informe «Cifra negra de violencia sexual contra Niñas, Niños y Adolescentes: ocultamiento social de una tragedia», y este es uno de los factores que ha contribuido más fuertemente a su impunidad, por lo que solo un porcentaje menor de estas situaciones son detectadas y denunciadas a la justicia (se estima que las cifras de casos no denunciados fluctúan entre el 70 y 80%).
De esta manera, el espacio que debiera ser el de mayor seguridad se convierte en el más peligroso para niños y niñas. Durante el año 2016 en el país hubo una tasa de denuncias por el delito de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes de 91,3 por cada 100.000 habitantes. La tasa más alta se ubica en la Región Metropolitana (108,8), seguida por la Región de Tarapacá (102,8), y en tercer lugar aparece la Región de Los Lagos (101,7). Las regiones que muestran tasas más bajas son Atacama (42,1), Aysén (64,2) y Maule (64,3).