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Novelista gráfico Joe Sacco: «Lo que me dio una conciencia política, lo que me hizo la persona que fui de joven fue la situación en Centroamérica» CULTURA Crédito: GETTY IMAGES

Novelista gráfico Joe Sacco: «Lo que me dio una conciencia política, lo que me hizo la persona que fui de joven fue la situación en Centroamérica»

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En la década de 1990, un joven periodista estadounidense, que había nacido en Malta en 1960 y pasado gran parte de su infancia en Australia, sorprendió al mundo con una mezcla inédita: textos periodísticos sobre una de las regiones más conflictivas del mundo -Medio Oriente- volcados en formato cómic.


A sus primeros trabajos realizados en los territorios palestinos siguieron viajes a nuevas zonas hostiles -como los Balcanes- y otras temáticas que difícilmente uno podía hallar en dibujos y viñetas: inmigración, refugiados, pobreza.

Ahora, a los 60 años, Joe Sacco decidió que era tiempo de hablar de otro conflicto, el cambio climático, y escribió su último libro -Paying the land- sobre la extracción de recursos naturales en Canadá, que presenta este 27 de enero en el Hay Festival Cartagena, con el periodista colombiano Juan Cárdenas.

En diálogo previo con BBC Mundo, Sacco habla de su último libro, de cómo quiso escaparse de la violencia que había descrito toda su vida para encontrarse con otra violencia más sistemática y sutil.

También abordó -con su mirada de francotirador con lentes- la situación política de Estados Unidos, los años de Donald Trump, los Rolling Stones y su relación con América Latina, que lo formó políticamente y que será escenario de un próximo libro.

Pero lo primero que le preguntamos fue cómo se le ocurrió mezclar el periodismo con el cómic tras graduarse como periodista en Oregón, Estados Unidos, lugar desde donde respondió cada una de nuestras preguntas.

Presentational grey line

Por aquellos años no era en absoluto feliz con mi trabajo como periodista. No me proporcionaba nada a nivel espiritual. Entonces volví a dibujar. Pasé un tiempo en Berlín haciendo afiches de rock & roll y diseñando camisetas.

Pero si uno es un periodista tiene ese deseo de viajar por el mundo, de hablar con gente, y eso estaba bombeando en mis venas; además, yo quería ir al Medio Oriente. Estaba en Berlín y no me sentía tan lejos de esa región.

Por esas épocas estaba haciendo cómics autobiográficos y me dije que podía probar con una suerte de bitácora de viaje de mi travesía por Medio Oriente.

Pero cuando llegué ahí, esa suerte de sangre periodística empezó a acelerarse y comencé a comportarme como un periodista.

Fue todo muy orgánico. No tenía una idea preestablecida de juntar mis estudios de periodismo y mis dibujos, ni una teoría o un enfoque de cómo unirlos.

Por eso en mi primer libro sobre los palestinos hay mucha experimentación, está claro que buscaba una forma de hacerlo pero carecía de un marco, sin embargo, eso es bueno, porque no traté de forzar nada.

Con el tiempo te vuelves mejor, te das cuenta de que si quieres expresar ciertas ideas periodísticas no debes ser muy fantasmagórico en tu forma de dibujar.

Y además era joven. A esa edad no temes tomar riesgos. Cuando regresé a Portland, aquí en Oregón, la renta era barata, y no hay que olvidar cómo un modo de vida barato puede llevar a experimentar mucho más con el arte.

«No tenía una idea preestablecida de juntar mis estudios de periodismo y mis dibujos», dice Sacco. Crédito: GETTY IMAGES

Primero eligió los territorios palestinos y luego los Balcanes ¿Por qué esas dos regiones del mundo?

La situación de los palestinos era interesante para mí porque yo crecí con la idea de que los palestinos eran terroristas. Esa era la imagen que recibí de los principales medios de comunicación estadounidenses.

A comienzos de los 80, con los bombardeos en el Líbano y las masacres en los campos de refugiados palestinos, comencé a pensar que lo que ocurría era diferente a las nociones con las que había crecido.

Sentí que ese modelo objetivo de los grandes medios estadounidenses, que era considerado como una suerte de estándar superior del periodismo, no me estaba ofreciendo la imagen completa de lo que ocurría.

La información estaba basada en hechos objetivos -cohetes Katyusha palestinos lanzados contra ciudades israelíes, aviones secuestrados- pero no tenía contexto, carecía de trasfondo.

Y si eso es lo único que escuchas te quedas con una idea muy estrecha. Eso me llevó a cuestionarme el periodismo estadounidense y me empujó a ver la situación con mis propios ojos.

Y los Balcanes está vinculado a que yo soy originalmente de Europa, nací en Malta, y la guerra en la Antigua Yugoslavia fue una suerte de despertar, porque yo -como mucha otra gente- tenía una idea de esa Europa post 1945 unida y pacífica.

Después te das cuenta de que no es tan así, que las cosas pueden romperse otra vez, que no existe esa suerte de utopía de países unidos por el libre mercado, que hay diferencias -por ejemplo étnicas- y que todo puede salirse de control.

"Palestina", de Joe Sacco.

«Palestina» fue el primer éxito de Joe Sacco y ya es un clásico del periodismo gráfico.

En esos mismos años América Latina también vivía procesos conflictivos y la región está más cerca de Oregón que los Balcanes. ¿Tuvo alguna vez el interés de contar una historia latinoamericana o era una región desconocida para usted?

En absoluto, lo que me dio una conciencia política, lo que me hizo la persona que fui de joven fue la situación en Centroamérica.

Durante mis años de Universidad, antes incluso de que me acercara a la situación de los palestinos, yo estaba al tanto de lo que ocurría en El Salvador, en Nicaragua.

Y comenzó a interesarme el involucramiento estadounidense en esa región, y luego en toda América Latina. Empecé a interesarme por las consecuencias del imperialismo.

Antes de la pandemia estuve en una conferencia en Chile y usé ese tiempo para conversar con economistas sobre lo que ocurrió en los primeros años de los 70, porque me interesa esa connivencia entre Pinochet y los Chicago Boys para comenzar un experimento que luego tendría consecuencias en todas nuestras vidas alrededor del mundo.

No sé si me estoy adelantando, pero yo creo que me quedan dos libros periodísticos por hacer. Me gustaría que uno de ellos fuera sobre la teoría de la liberación en América Latina. Por eso trato de estar al tanto de lo que ocurre en la región.

El libro "Notas al pie de Gaza"

«Notas al pie de Gaza» es uno de los trabajos de Sacco en su etapa en Medio Oriente. Crédito: GETTY IMAGES

Usted ha escrito sobre guerras, sobre refugiados, sobre inmigración e incluso sobre rock & roll, pero su último libro es sobre la naturaleza. Es cierto que desde hace años se habla del calentamiento global, que ahora estamos en una pandemia que tiene su origen en nuestro trato a la tierra, pero ¿cuándo decidió usted que quería abordar este tema?

La primera respuesta que se me viene a la mente es que quería dejar de escribir sobre violencia.

Quería hablar de otra cosa y el cambio climático no estaba solo en mi mente sino en la mente de todos. Pero no lo quería abordar de forma directa, sino desde otro enfoque.

Entonces me pregunté quiénes son los primeros afectados por la extracción de recursos que está detrás de ese cambio climático. Y la respuesta fue los grupos indígenas.

Y pensé en hacer un estudio comparativo, hacer algo en Norteamérica, algo en Latinoamérica y algo en Australia o en India. Y arranqué por Canadá porque pensé que iba a ser lo más fácil, estaba más cerca y todo el mundo hablaba inglés.

Y terminó siendo mucho más complejo de lo que pensaba. Llegué pensando que el tema era «indígenas y extracción de recursos», pero luego te das cuenta de que hay toda una historia de colonialismo que debes abarcar.

Porque en orden de extraer recursos el gobierno canadiense, como todos los gobiernos, tiene que dejar establecida su autoridad sobre la tierra, y una forma de hacerlo es quebrar la cultura de la gente que vive en esa tierra, usualmente indígenas.

Y esa destrucción de la cultura la hicieron a través de la educación, una red de escuelas residenciales (institutos para indígenas financiados por el Estado canadiense y administrados por iglesias cristianas).

Entonces una historia que iba a hablar de fracking, petróleo, gas, se vuelve un libro sobre colonialismo, capitalismo y la violencia de las escuelas residenciales.

En lugar de escapar de la violencia, me vi envuelto en otro tipo de violencia.

En Estados Unidos, nosotros masacramos a las tribus indígenas. En Canadá, usaron escuelas. Es otra forma de violencia, pero produce una inmensa cantidad de traumas.

Esa es una de las razones por la que tanta gente en esas comunidades es tan frágil, tan vulnerable al alcoholismo y otros tipos de abusos.

Joe Sacco

«En lugar de escapar de la violencia, me vi envuelto en otro tipo de violencia», relfexiona Sacco. Crédito: GETTY IMAGES

Usted había escapado de la violencia de la guerra, pero ¿encontró en estos grupos indígenas alguna similitud con aquellas personas que entrevistó en el pasado?

Hay comparaciones. Al final, las preguntas clave son ¿de quién es esta tierra y quién tiene el derecho de vivir aquí?

Si uno piensa en la situación palestina, pues está directamente vinculada al tema de la tierra.

Históricamente los palestinos han sufrido asentamientos (de colonos) en sus tierras y poco a poco Israel ha intentado moverlos afuera de esa tierra.

En Canadá, en lugar de hacer que la gente abandone sus hogares, los dejaron estar ahí, pero intentaron construir una vida para ellos que los aísle de lo que significa su tierra, espiritual y físicamente.

Su modus operandi suele ser ir a los lugares, hablar con la gente, escribir notas y tomar muchas fotografías, para luego regresar a su casa y comenzar a dibujar. ¿Cambió alguno de estos rituales en este último libro?

Lo que cambió es que una vez que estuve ahí, y me di cuenta de que la historia era más grande, supe que tenía que volver.

Uno nunca captura la historia completa, pero no tenía lo suficiente en el primer viaje. Entonces regresé un año después.

Hay similitudes con otros viajes en el hecho de que hablé con gente traumatizada y debí buscar a las personas que pudieran explicar la situación desde una perspectiva crítica.

Fue un libro difícil de realizar, por lo ocurrido en las escuelas residenciales y porque en algún momento te cansas de dibujar camionetas todo-terreno, porque hay un montón de camionetas todo-terreno debido a la nieve y el hielo.

El libro "La gran guerra", de Joe Sacco, en una librería de Londres

«La gran guerra», de Joe Sacco, fue publicado en 2013.

Esta no es la primera vez que aborda un tema social en su región del mundo. En 2012, con el periodista Chris Hedges, realizó un libro sobre la pobreza en Estados Unidos. ¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurre hoy en su país?

Yo diría que mucha gente está aliviada de que Donald Trump se ha ido, por ahora.

Creo que él dañó la psiquis de casi todo el mundo. Él dominó las conciencias de la gente por tanto tiempo y de manera tan dramática que no sé si alguna vez podremos librarnos de esa suerte de sello que plantó en nuestros cerebros.

No me importa mucho Joe Biden, creo que hará un mejor trabajo en ciertas áreas, como la lucha contra la pandemia, pero no sé si será lo suficientemente valiente para encarar las tremendas inequidades de nuestra sociedad.

Pienso que lo que hizo la Covid en nuestras sociedades fue mostrarnos las fracturas y luego colocó aceite hirviendo en cada una de ellas, es decir, lo que estaba roto se rompió aún más.

Yo puedo ir al centro de Portland y me encuentro con miles de personas viviendo en carpas. De vez en cuando la policía llega y desaloja esos campamentos, pero hay carpas en todos lados.

Hay gente que tiene esperanzas con Biden, pero lo que yo veo es un neoliberal reemplazando a un incompetente horrible, quizás un sociópata o un psicópata.

Entonces uno puede decir que es un avance volver al modelo neoliberal estándar, porque eso es lo que tenemos, el modelo chileno de los 70, y estamos agradecidos por eso.

Joe Sacco

«Lo que hizo la covid en nuestras sociedades fue mostrarnos las fracturas y luego colocó aceite hirviendo en cada una de ellas», dice Sacco. Crédito: GETTY IMAGES

Leí una entrevista que usted le dio a la entrevista española Jot Down en los años de Barack Obama, en la que usted expresaba su decepción con respecto a dicho presidente. Y usted dijo en una respuesta que quizás Obama era una buena persona, pero le preocupaba quién lo iba a reemplazar. ¿Imaginó que podía ser un Trump?

Es difícil imaginar un Donald Trump, para ser honesto.

Pero lo que sabíamos en la época de Obama era que como presidente era bastante mediocre, había muchas cosas que debían enfrentarse de manera directa y él no lo hizo.

Puedes decir que tuvo la oposición republicana pero incluso en su estilo, en esa forma de avanzar lentamente, provocó la furia de la gente, una furia que nosotros capturamos en el libro con Chris Hedges.

Ya veíamos en ese momento que la situación se derrumbaba si no se tomaban medidas serias. ¿Y hacia dónde podía ir esa gente que carecía de toda ayuda?

Podían ir hacia la izquierda o hacia la derecha y para muchos es más fácil ir hacia la derecha, porque habla de tradición, de patriotismo, de todas esas cosas que tienden a unir a muchas personas.

El camino suele conducir del mediocre al malo y del malo al peor, entonces no era difícil imaginar alguien peor a Obama reemplazándolo.

Pero era difícil imaginar alguien tan malicioso como Trump. Yo creo que él está mentalmente enfermo, en cierta forma ni siquiera es su culpa, no hay ideología en él, lo único que importa es su persona y eso es muy peculiar.

Imagino un libro sobre Donald Trump, pero es muy temprano para decirlo.

Detalle de "Palestina", de Joe Sacco.

La naturaleza subversiva de los cómics ayuda a entender el éxito de «Palestina»

¿Alguna vez ha dibujado a Donald Trump?

Lo hice una vez, para mi nuevo libro. Pero no es sobre Trump, es sobre los Rolling Stones.

Es un poco como el libro de los grupos indígenas. Piensas que va a tratar de una cosa y termina tratando de algo más.

Entonces esta historia que siempre quise hacer de los Rolling Stones se ha convertido en algo completamente diferente.

Incluso la pandemia entra en el libro de los Rolling Stones.

Yo creo que la Covid-19 nos va a marcar por décadas y, como en todo, me gusta encarar ciertos temas de una forma un poco oblicua.

Por eso cuando pensaba en el cambio climático no imaginaba hacer un libro sobre el aumento en los niveles de los océanos o las sequías, solo ir a un lugar donde estuvieran explotando recursos naturales y ver qué estaba ocurriendo.

Un mural con dibujos de Joe Sacco

La obra de Sacco ha siro reproducida en lugares como el metro de París. Crédito: GETTY IMAGES

¿El libro sobre los Rolling Stones es el segundo libro periodístico que le queda por hacer?

No, ese libro es acerca de una protesta que tuvo lugar en India algunos años atrás.

Trata, sobre todo, de cómo la violencia es utilizada en democracia. Algo que vimos con Trump.

Y también aborda lo que la gente se dice a sí misma con respecto a lo que ha hecho, cómo crean una narrativa para ellos mismos sobre sus acciones.

Ya hice la investigación, avancé con el guion e incluso he dibujado algunas páginas. Todo lo que tengo que hacer es dedicarme por completo a él y estará terminado, pero no es personalmente el tiempo indicado para mí.

Aunque quiero terminar ese libro y voy a terminarlo, porque creo que es importante.

Es un libro que trata más sobre la psicología humana, por eso estoy interesado en hacerlo; mis libros anteriores son más periodísticos en el sentido de que cuentan cómo esta gente pelea contra esta otra gente por el control de la tierra, unos dicen esto, otros dicen lo otro…

Una de las razones por las que ahora estoy dedicado al libro de los Rolling Stones es porque estoy evitando esa dinámica periodística.

Francamente, mientras más viejo me hago más trato de evitar el tener que dibujar violencia.

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