Se trata de «Plaza de las Etnias», una iniciativa público-privada que se pretende emplazar entre las avenidas Matta (sur), Irarrázaval (norte), San Eugenio (oriente) y General Bustamante (poniente), en una concesión a 35 años y una inversión de 20 millones de dólares. El Concejo Municipal debe votar este martes si aprueba la idea.
Un proyecto inmobiliario ha desatado una nueva polémica en la comuna de Ñuñoa, al intervenir una sección del Parque Bustamante para la construcción de locales comerciales y 507 estacionamientos subterráneos en una concesión a 35 años. Está previsto que sea votado este martes en el Concejo Municipal de la comuna.
Se trata de «Plaza de las Etnias», una iniciativa público-privada que se pretende emplazar entre las avenidas Matta (sur), Irarrázaval (norte), San Eugenio (oriente) y General Bustamante (poniente), en una concesión a 35 años y una inversión de 20 millones de dólares.
La empresa responsable es la inmobiliaria Alcázar SpA, junto con los arquitectos Marcial Cortés Monroy, Claudio Labarca Montoya y Juan E. Subercaseaux.
La tramitación del proyecto, que comenzó en 2018, ha sido bajo el mandato del alcalde Andrés Zarhi (RN), que declaró un Principio de Interés Público del Proyecto ese año. Sin embargo, el periodista está próximo a abandonar su cargo, luego que su partido optara por apoyar al actual concejal Guido Benavides para los comicios de mayo próximo.
La iniciativa ha sido criticada por no haber sido consultada con los vecinos, aunque la Municipalidad de Ñuñoa lo desmiente. El tema fue objeto de discusión en una sesión de la Comisión de Obras y Urbanismo del Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil (COSOC) de Ñuñoa, realizada el pasado lunes 29 de marzo, donde diversos participantes expresaron su preocupación.
Según informó el municipio, el proyecto se enmarca dentro de la Ley de Financiamiento Urbano Compartido Nº 19.865 (FUC) y está contemplado dentro del Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) 2016-2021, que fue aprobado por unanimidad del Concejo Municipal el 27 de septiembre de 2016.
El origen, según la autoridad, fue la «necesidad de la comunidad, para la construcción de estacionamientos subterráneos en la comuna de Ñuñoa, debido la creciente demanda del Parque Automotriz”.
«A raíz de lo anterior, es que nace el proyecto Plaza de Las Etnias, el cual es considerado un desarrollo de interés público por la Ilustre Municipalidad de Ñuñoa y se emplaza sobre área de concesión de Bien Nacional de Uso Público (BNUP)».
La idea incluye cinco niveles, uno en superficie articulado por parque “Plaza de las Etnias”, y cuatro niveles subterráneos destinados a comercio y servicios, gastronomía y estacionamientos públicos. Posee tres accesos, uno de entrada y dos de salida emplazados con frente a calle San Eugenio, y conecta subterráneamente con las dos estaciones de Metro.
El municipio destaca que la inversión de 550.000 UF (16 mil millones de pesos) «se incorpora al patrimonio municipal puesto que pasa a ser de propiedad municipal explotado por el concesionario». Además calcula la creación permanente de más de 150 empleos.
«Los ingresos municipales anuales, por concepto de derechos municipales de la concesión, ocupación bien nacional de uso público, patentes comerciales, derechos de aseo, derechos de propaganda, contribuciones. etc., se estiman en $570.000.000», comenta la municipalidad.
El proyecto fue explicado en la sesión del Concejo Municipal del 16 de marzo, tal como se ve en este video (minuto 1:05:29: a 1:33:15).
Anteriormente ya hubo iniciativa similares en la comuna. Una fue el caso del Parque Gorostiaga, donde se instaló un gimnasio privado. Otro fue el Odeón y la Pérgola de la Plaza Ñuñoa, donde también se intentó instalar un café igualmente privado. Asimismo, el Grupo Saieh quiere construir su Mall Vivo Santiago en la misma comuna.
En la misma Plaza Ñuñoa un pequeño paseo semi enterrado que además aprovecha los estacionamientos subterráneos y la concentración de una gran cantidad de comercio y restaurantes emblemáticos del sector, que ha tenido éxito a una escala local, según comenta el arquitecto Genaro Cuadros, jefe de la carrera de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
La votación del proyecto estará en manos de diez concejales: el citado Benavides (RN), el escritor José Rosasco (RN), Germán Sylvester (RN), Julio Martínez (UDI), Jaime Castillo (DC), Paula Mendoza (PS), Emilia Ríos (RD), Camilo Brodsky (MA), Patricia Hidalgo (PPD) y Rodrigo Labarrera (PC).
Brodsky ya manifestó su rechazo al proyecto. Para él, el Parque Bustamente «es uno de los portales de entrada de la comuna, que posee además una alta plusvalía, y que por lo tanto hay que leer no como casos aislados, sino como una forma de entregar el desarrollo de la ciudad al capital inmobiliario».
El escritor y editor además criticó que el proyecto se lleve adelante sin la consulta con los vecinos.
Para él, estos proyecto «imponen una concepción del espacio común donde las comunidades son excluidas por completo de las decisiones relativas a su entorno, y donde hay necesidades claras en materia de infraestructura cultural, deportiva y recreativa, así como de áreas verdes de calidad para todos los habitantes de la comuna. Por estas razones, al menos para esta concejalía es inviable pensar en la aprobación de un proyecto como este, y más aún al no haber existido ningún mecanismo de participación ciudadana involucrado en su elaboración».
De manera similar se manifestó Alejandra Plascencia, ex concejal y actual candidata a la alcaldía.
«Evidentemente este proyecto no fue concebido mediante la participación ciudadana real y vinculante de los vecinos y vecinas. Proyectos de esta envergadura debieran ser aprobados mediante un plebiscito comunal», dijo.
Plascencia además advirtió que, desde el punto de vista urbanístico, los 507 estacionamientos proyectados generarán un flujo vehicular más grande que el que ya existe en la zona, y que «sólo imaginarse los horarios punta causa miedo».
«Por otro lado, la llamada ‘Plaza de las Etnias’, como proyecto representa cabalmente la visión que tiene el modelo de libre mercado de nuestros originarios, unas estatuas, sin lugar, sin espacio y sin programa. Lo que nos hace preguntarnos, ¿qué aporte constituye esta plaza para etnias de Ñuñoa? ¿Será su lugar de reunión y encuentro? ¿Será un lugar de encuentro de distintas cosmovisiones? Me parece que sólo responde a un ‘nombre de moda'».
La municipalidad, sin embargo, rechazó las críticas a la falta de participación barrial. «El Plan de Desarrollo Comunal, que contiene este proyecto, fue trabajado en mesas territoriales y temáticas durante el año 2016», señaló a este medio.
También hay oposición entre los vecinos, como manifiesta la arquitecta Verónica Adrián.
Para ella, este proyecto es «la legitimación de prácticas de colusión público-privada, que hace buen tiempo operan en nuestro país, buscando ya no sólo mercantilizar el patrimonio edificado de las ciudades, sino que también los espacios públicos y su subsuelo, radicalizando la forma mercantil de hacer ciudad hoy en Chile».
La profesional advierte que la iniciativa «convertiría a este parque de 19.000 m2 en una caja de concreto donde nunca más crecería un sólo árbol, sector por lo demás, particularmente denso debido a las altas torres de departamentos que lo rodean, cuya población estará impedida de recrearse en un parque que ya no cumplía con la alta demanda habitacional del sector».
Para su colega Cuadros, «lo preocupante es el ingenio del sector privado sacar provecho del suelo publico, o en este caso del subsuelo público, para generar gigantescas ganancias privadas y beneficios marginales para el municipio y los usuarios».
«Uno de los debates constitucionales precisamente es esta permanente privatización de lo público, lo vemos incluso en esta pandemia como no falta el empresario que saca ventajas de las circunstancias con la complicidad del Estado muchas veces, so pretexto de generar crecimiento económico y empleo», critica.
«La privatización de los servicios públicos, de los bienes públicos y de los recursos públicos en un Estado subsidiario como lo es hoy bajo la Constitución del 80, donde el mercado y la empresa son los actores principales y excluyentes: esto esta en debate, para cambiarlo profundamente en el proceso constituyente en curso. Se requiere más y mejor Estado, y sobre todo un andamiaje institucional y democrático que le entregue poder de decisión a la ciudadanía y en este caso a los vecinos», remata.
Este medio intentó obtener la opinión de la inmobiliaria y los arquitectos involucrados. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.