«Escucho a estos imbéciles diciendo que los contagios son una solución política. ¿Alguien piensa que el que gobierna un país gana haciendo política con la cantidad de contagiados? Hay que ser un imbécil profundo para decir esas cosas o una muy mala persona», añadió, para matizar que no se refería a nadie en especial, sino a «un montón de dirigentes que dicen estas cosas».
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo este jueves que si bien en el último test que le realizaron siguió dando positivo en covid-19, la carga viral «es muy baja» y se encuentra «muy bien» y sin malestares.
«Yo estoy muy bien. Gracias a Dios no he tenido ninguno de los síntomas que solemos escuchar que tienen los que padecen esta enfermedad», expresó el mandatario, que se encuentra en aislamiento en su residencia oficial, en declaraciones telefónicas a Radio con Vos.
Fernández anunció en la madrugada del sábado pasado que tras presentar un registro de fiebre de 37.3 y «un leve dolor de cabeza», se hizo un test de antígenos que dio positivo.
Al día siguiente, un PCR confirmó el resultado.
«Volví a dar positivo ayer pero la carga viral es muy baja. Creen que en un par de días empezaré a dar negativo en los test», agregó.
Sobre apenas no haber tenido síntomas, el jefe de Estado, de 62 años, afirmó que cree que eso tiene que ver con los anticuerpos que generó tras haber sido vacunado -en enero con la primera dosis y en febrero con la segunda, con la Sputnik-V rusa-.
El presidente defendió las medidas que anunció ayer para enfrentar la escalada de contagios de las últimas semanas -que dejaron este martes el récord histórico de nuevos casos, 22.039 positivos en solo un día-, con restricciones a diversas actividades y a la circulación de personas.
«Está creciendo a un ritmo vertiginoso la cantidad de contagios, eso no lo puede negar nadie», sentenció, convencido de que los contagios ocurren principalmente en el transporte público y en las reuniones sociales.
Las nuevas restricciones, que estarán vigentes desde el viernes y hasta el 30 de abril, incluyen la prohibición de la circulación entre las 00.00 y las 06.00 horas y el cierre de bares y restaurantes a las 23 horas.
Respecto a las discrepancias del alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, que dijo que no está de acuerdo en restringir la circulación pero que lo acatará, Fernández dijo que en las reuniones previas antes de anunciar las medidas ambos se pusieron de acuerdo.
«Estamos siguiendo ejemplos de países tan cercanos como Chile, pero que es lo que está haciendo prácticamente toda Europa», agregó.
Convencido de que ahora la actividad económica «está funcionando a pleno», por el momento descartó aplicar restricciones en el ámbito industrial: «no hemos detectado ningún foco de contagio en fábricas. Allí los protocolos se han cumplido y eso ha funcionado».
El martes pasado, la coalición Juntos por el Cambio que integra Rodríguez Larreta emitió un comunicado en el que se tildaba de «preocupante» que frente al «fracaso de la estrategia sanitaria del Gobierno» la respuesta sea «insistir con restricciones excesivas y mal calibradas”.
Además de defender «la mayor normalidad posible», la coalición consideró «inoportuno» que se esté discutiendo la conveniencia de aplazar las elecciones primarias de agosto, previas a las generales legislativas de octubre, en lugar de enfocarse en la evolución de la situación sanitaria u otros problemas del país.
«La verdad es que lo que estoy haciendo no es más que lo que hace el mundo. Ayer había un imbécil que me llamaba dictador, ¿y cuál es la dictadura que estoy haciendo yo? ¿Cuidar a la gente, decir a la gente que tenga cuidado? ¡Miren los números! 20.000 contagios diarios, no los escribo yo», reprochó.
«Escucho a estos imbéciles diciendo que los contagios son una solución política. ¿Alguien piensa que el que gobierna un país gana haciendo política con la cantidad de contagiados? Hay que ser un imbécil profundo para decir esas cosas o una muy mala persona», añadió, para matizar que no se refería a nadie en especial, sino a «un montón de dirigentes que dicen estas cosas».
Fernández calificó de «barrabasada» que se haya sugerido que está impulsando restricciones para evitar las elecciones primarias.
«Cuando la historia se escriba, yo quiero que me pongan por el lado de los que cuidaron la vida de los argentinos. Y si tengo que perder una elección por eso, la pierdo», enfatizó el mandatario.