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Artistas chilenos participan en muestra «Museo de la Democracia» en Alemania CULTURA

Artistas chilenos participan en muestra «Museo de la Democracia» en Alemania

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Se inspiró en el fallido proyecto del presidente Sebastián Piñera, cancelado en diciembre de 2019. Su objetivo es «examinar, de forma no lineal e histórico-ficcional, el proceso gradual de ‘erosión’ o ‘vaciamiento’ del concepto de ‘democracia’ y sus instituciones, teniendo a América Latina como referencia para nuestra colección».


Un grupo de chilenos participa como curadores y artistas en una muestra de arte latinoamericano que se inauguró el fin de semana pasado en Berlín.

Se trata de la exposición «Museo de la Democracia», que se puede visitar presencialmente y también de manera online en el sitio de la neue Gesellschaft für bildende Kunst (nGbK) hasta el 13 de junio.

Entre los artistas participantes de Chile están Andrés Durán, Valeria Fahrenkrog & MITKUNSTZENTRALE, Galería CIMA, Cheril Linett, Marcela Moraga & Salvemos el río Renaico y Carolina Saquel & Camila Marambio.

La misión de la muestra es «reflexionar sobre la independencia estética y la co-dependencia política, desde el pasado precolombino, los gritos liberadores bolivarianos hasta el triunfo de las ‘sociedades de control’ (Gilles Deleuze)».

«Nuestra misión es examinar, de forma no lineal e histórico-ficcional, el proceso gradual de ‘erosión’ o ‘vaciamiento’ del concepto de ‘democracia’ y sus instituciones, teniendo a América Latina como referencia para nuestra colección», indica la reseña oficial.

Imagen del proyecto Monumento Editado de Andrés Durán.

Intervención de monumentos

Durán, por ejemplo, participa con una de las imágenes de su proyecto Monumento Editado (2014-2019), en el cual genera intervenciones ficticias a monumentos conmemorativos en Chile, Perú, Bolivia y Argentina.

Esta imagen en particular es una intervención digital a la escultura ecuestre de Simón Bolívar en Lima. Para la exposición la pieza creada consistió en imprimir esta imagen numerosas veces en formato y papel de afiche callejero, la cual se montó en una de las salas de este museo siguiendo la misma lógica de las acumulaciones que se producen de estos afiches en el espacio público, es decir, se pegó la misma imagen, una sobre la otra, generando una acumulación y repetición de la misma con áreas que devienen una suerte de palimpsesto.

«En este sentido, me interesa cómo los monumentos conmemorativos de ese periodo funcionan a modo de propaganda política, y también la manera en la que estos monumentos en América Latina repitieron una estética que es europea pero con próceres locales, cuestión que se evidencia principalmente en la pose escultórica, quedando en evidencia una condición aspiracional al construir nuestra imagen-país», explica.

La sede de la nGbK en Berlín.

Espacio alternativo

La nGbK es la Nueva Asociación de Artes Visuales de Berlín, espacio cooperativa de la escena de Berlín de fines de los sesentas. El «Museo de la democracia» es la primera exposición de arte de América Latina en un buen tiempo.

En 1988 un colectivo de personas vinculadas a la Avanzada en Chile y Alemania como Justo Pastor Mellado o Nelly Richard, así como los artistas Ciro Beltrán o Carlos Leppe, expusieron allí en el proyecto «Cirugía plástica» con la ayuda de Darío Quiñones, un curador chileno residente en Berlín en aquella época.

En cuanto a los curadores, el Patronato del Museo y Grupo de trabajo en nGbK está compuesto por Valeria Fahrenkrog, Daniela Labra, Teobaldo Lagos Preller, Marcela Moraga y Paz Ponce Pérez-Bustamante.

Obra El Kiosco (al interior, Valeria Fahrenkrog). Crédito: Benjamin Renter

El contenido de la muestra

La chilena Fahrenkrog es artista participantes y también del equipo curatorial. Además estuvo a cargo de la producción de la exposición junto a Marcela Moraga y se hice cargo de las tres «arquitecturas» en la muestra: el «Kiosco» (elemento central de la „Plaza del Kiosco“), la «Palmera» y el «Portal de Oportunismo y Oportunidades».

«Sobre el Kiosco te puedo contar que me interesaba generar un espacio de participación, colaboración y transformación dentro del espacio expositivo», explica.

«Mi inspiración viene del kiosco de calle chileno, que es un lugar que cumple múltiples funciones: es un lugar de abastecimiento, de información y un lugar muy vivo de encuentro fugaz. Pero también es un lugar desde el cual se puede observar el entorno. Un lugar de acumulación de elementos disparatados».

En la exposición es un elemento de «display mutante» y de encuentro («de saberes, de formas de trabajar, de imágenes y otros objetos»). Además aloja conocimiento («nuestra biblioteca del museo está ahí») y se encuentran varias obras.

«Algo que me era muy importante, era realizarlo también en colaboración. Para esto, trabajé con la MITKUNSTZENTRALE en Berlin, un proyecto dedicado a pensar y practicar cómo debiera ser el trabajo artístico en medio de la crisis climática. Trabajamos exclusivamente con materiales reciclados, que fuimos reuniendo con la ayuda de varias iniciativas que rescatan material de diversos tipos para su reutilización y resignificación», relata.

En contacto directo al «Kiosco» está la «Palmera». «En realidad, un pilar en la sala travestido con hojas plásticas de palmera. Es una cita, un cliché de lo que se espera de una plaza latinoamericana. Adosada a la Palmera se encuentra una cámara web – una alusión directa a Galería CIMA – que muestra en vivo lo que está sucediendo en el kiosco».

«En este caso, pensé que en tiempos de pandemia, sería una forma de lograr que personas que no pueden visitar la expo, puedan mirar. Y claro, también el guiño al espacio publico/privatizado controlado. Además hay otros elementos adosados a la palmera: un video del artista Victor de la Rocque y un parlante que transmite la audioguía de Manuela García Aldana».

Finalmente, el «Portal de Oportunismos y Oportunidades» simboliza el paso del espacio público a la esfera privada y a la esfera del extractivismo.

«La elección de la forma no es casual, sino que también una cita a la entrada de Villa Nápoles, la mansión de Pablo Escobar. El portal también está construido con material reciclado encontrado en la bodega de nGbK y es ‘pura fachada’. Por delante, muy pomposo, por detrás se ve que está hecho de material muy precario y ya utilizado anteriormente».

Estos tres elementos están conectados visualmente en la sala y se integran al espacio y representan tres aristas: el kiosco es un lugar de comunicación y participación; la palmera es un elemento decorativo y un disfraz; el portal es una arquitectura de representación simbólica del poder económico y político (y criminal), agrega.

Galería CIMA presenta la obra «Centinela».

Galería Cima

Por su parte, Galería CIMA participa con la obra «CENTINELA»,  un trabajo colectivo donde participa Trinidad Lopetegui, Sebastián Rojas, Harold Illanes y Daniel Aguayo Mozó.

Se trata de una propuesta audiovisual que consta de dos partes. La primera es un código QR vinculado a la transmisión en vivo de la Plaza de la Dignidad a través del canal de YouTube de Galería CIMA, que ha estado registrando los hechos de la plaza desde el estallido social de Chile.

La segunda parte es una videoinstalación que reúne imágenes captadas de esta misma transmisión, seleccionadas por su relevancia tanto en la manifestación como en la contingencia, como por ejemplo, la marcha más grande de Chile, el 8M y la visita del presidente Sebastián Piñera en plena pandemia.

«Planteamos una tensión entre el tiempo presente, la memoria histórica que se ha construido a partir de las imágenes de la cámara, y la emotividad que existe tras estas imágenes a través de la propia experiencia de quienes hemos sido testigos del despertar de Chile con esta perspectiva particular. En este sentido, buscamos vincularnos con la convocatoria de la exhibición desde la sensibilidad frente a la democracia de la información, más allá del acceso y la cobertura, sino que también abriendo espacios de interpretación a través de la construcción poética de nuestro propio recuerdo», explica Aguayo.

Esta obra es la manifestación de un colectivo creativo que nace a partir de la intensidad vivida en el principal centro de la explosión social del país, que más allá del espacio de la galería, busca expandir la idea del despertar personal en medio de una crisis política, sanitaria y espiritual, agrega.

Webserie «Distancia»

Otra obra participante es la webserie «Distancia», que tiene dos temporadas y sucede en Tierra del Fuego, específicamente en Caleta María. Fue realizada e imaginada por Carolina Saquel y Camila Marambio dentro de un proyecto más grande llamado «Ensayos», un proyecto multidisciplinario que cuenta con varios equipos de trabajo.

La temporada expuesta en Berlín es la temporada 1. La web serie, imaginada y visualizada por la curadora Camila Marambio y la artista Carolina Saquel, es el primer resultado de una investigación transdisciplinaria en la que colaboraron con el reconocido antropólogo Michael Taussig y la destacada poeta y artista chilena Cecilia Vicuña, entre otros.

Los siete capítulos de la primera temporada de «Distancia» retratan una travesía a lo profundo del archipiélago de Tierra del Fuego. En el camino, un inusual grupo de investigadores -científicos, humanistas y artistas de distintas áreas y saberes- preguntan sobre la historia de la relación entre los humanos y esa geografía, teñida de apropiaciones ilegales, explotación indiscriminada e intentos de exterminación étnica de las cuatro culturas nómades que vivieron por milenios en ese territorio. Algunas respuestas las dan ellos, otras las entrega la propia geografía de una vastedad sorprendente, el ulular del fuertísimo viento, los animales endémicos e introducidos y el polvo que levantan largos y enigmáticos caminos, explica Saquel.

Back to Front Landscape from Carolina Saquel on Vimeo.

«El desafío consistió en capturar la experiencia de quienes vivieron ahí por milenios y en recoger la forma de los que ahora viven ahí intentando incluir la memoria, la reparación y la de-colonización/ o descolonización. Así, ‘Distancia’ propone una idea futurista de cómo habitar un territorio de forma justa, venida de cómo se comporta y modela la mente y el cuerpo en un lugar que recuerda el rol que cumplimos en el espacio y que no consiste en dominarlo».

Cada episodio de «Distancia» presenta un paisaje distinto desde los bordes del estrecho de Magallanes, atravesando la estepa del norte, hasta los bosques de Nothofagus y los glaciares del extremo sur. Avanzando por la única carretera chilena que cruza la principal isla del archipiélago, se llega a Caleta María, una bahía al final del camino en las costas de Seno del Almirantazgo. Ahí, el médico Julio Gastón Contreras y la profesora Ivette Martínez, enseñan el lugar, sus sueños y también una forma de vivir.

Origen de la muestra

Otro de los chilenos participantes es Lagos Preller, en este caso como miembro del equipo curatorial. Consultado sobre el origen de la muestra, explica que unos meses después del estallido social en Chile sus integrantes se juntaron para pensar este proyecto, en el marco del concurso anual que realiza la nGbK.

«Nos unía la inquietud por los levantamientos sociales en toda la región, desde Colombia, pasando por Brasil y Bolivia para llegar a Chile. También en Hong Kong pasaban cosas. Había una transformación radical de la esfera pública, con protestas y cambios muy abruptos: en Brasil el presidente (Jair) Bolsonaro había asumido el poder haciendo casi un ‘eje’ con la política de (Donald) Trump y la del presidente de Chile, las masas eran reprimidas de manera exageradísima y en casos mutiladora, violadora y fatal», señala.

Fue al tiempo en que, en el marco del estallido que el presidente Sebastián Piñera, en diciembre de 2019, canceló su proyecto «Museo de la Democracia», que pretendía crear en el edificio de Correos de Chile en la Plaza de Armas de Santiago, para contraponerlo al Museo de la Memoria.

«Lo que llama la atención es la intención de generar una ‘alternativa’, que por otro lado es negacionista en muchos sentidos», reflexiona Lagos Preller.

«Un museo conserva, clasifica, archiva y media objetos e informaciones de aquello que ha desaparecido -como una especie en extinción- y aquello que ya no existe -la esclavitud o la expansión centenaria del Imperio Romano-. Si la democracia fuera una especie en extinción o un fenómeno del pasado, ¿qué objetos pertenecerían a su colección? ¿qué procesos y qué estéticas habrían de ser conservadas, mediadas?».

El situarse en ese futuro especulativo fue, entonces, la posición ideal para escoger posiciones de 25 artistas y organizar un programa de eventos de acuerdo a la normativa vigente por la contingencia pandémica global.

En total exponen 25 artistas y participantes de otro orden como asociaciones civiles en el sur de Chile como «Salvemos el río Renaico», que colabora con Marcela Moraga, Galería CIMA de Santiago de Chile o la organización cultural VOCES de Guatemala en Berlín, Sara Buraya Buned, del Museo Reina Sofía en Madrid, el periódico berlinés Arts of the Working Class (Artes de la clase trabajadora), entre otros.

Objetivos

Consultado sobre los objetivos de la muestra, para Lagos Preller «es un punto temático importante en términos de la esfera pública es reabrir la discusión en torno a la fragilidad de la democracia en nuestra región y el mundo entero, así como la necesidad de imaginar nuevos escenarios utópicos y distópicos para ello».

También se pretende «llamar la atención con respecto a que el arte es un espacio seguro para las instituciones generadas de manera colectiva, en la coyuntura y en el auge de la colusión de los cuerpos en la esfera pública – enfrentada antagónicamente a los Estados y en paralelo exigiendo nuevos escenarios de representación», así como «sensibilizar a la comunidad local de Berlín con respecto a los horizontes de vida política, afectiva, social y cultural en la región en un contexto internacional de riesgos e incertidumbres de todo orden».

«Por otra parte, los nuevos levantamientos nos llevaron a comprender de manera diferente la vida cotidiana y el papel de las diferentes comunidades sociales a la hora de poder reformular y re-equilibrar la balanza de poderes por medio de la recuperación del espacio público, como sucedió en Chile en el contexto pre-pandemia», concluye.

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