La jornada estuvo caracterizada por la desconexión del teletrabajo, manifestaciones en el frontis de reparticiones públicas, actividades en los hospitales y centros médicos, marchas acotadas por el aforo, etc. La CUT programó para el día de mañana -1 de mayo- un acto conmemorativo, con características distintas a otros años, debido a la pandemia; “será un día de balances, conversaciones y el tradicional discurso de la presidenta”, informaron. Las actividades partirán a las 10.30 de la mañana, en la tradicional sede de Alameda.
Un balance positivo de la Huelga General Sanitaria anunciaron esta tarde sus organizadores desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Su presidenta, Bárbara Figueroa consideró la jornada como muy significativa e importante porque «lo de hoy, es una señal clara de lo que pasará si el gobierno sigue sin escuchar a los trabajadores y a los distintos referentes sociales. Es una señal clara y contundente de que de no cambiar de actitud, las movilizaciones se incrementarán, en la misma medida que las demandas urgentes de la población».
La jornada estuvo caracterizada por la desconexión del teletrabajo, manifestaciones en el frontis de reparticiones públicas, actividades en los hospitales y centros médicos, marchas acotadas por el aforo, etc. La CUT programó para el día de mañana -1 de mayo- un acto conmemorativo, con características distintas a otros años, debido a la pandemia; “será un día de balances, conversaciones y el tradicional discurso de la presidenta”, informaron. Las
actividades partirán a las 10.30 de la mañana, en la tradicional sede de Alameda.
El Comité de Huelga valoró la visita de la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC) y del vicepresidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo González. «No hemos llegado a ningún acuerdo», aclaró Figueroa. «Fue una señal favorables hacia los trabajadores. Destacamos que se haya abierto a un espacio de conversación con el Poder Legislativo, claramente, con los trabajadores no existió la misma disposición», lamentó.
Figueroa enfatizó que los trabajadores tuvieron que declarar una huelga nacional, en plena pandemia, para que el presidente reconociera que hay que conversar sobre una ayuda de carácter universal que proporcione a las familias recursos directos y que les permita hacer las cuarentenas recomendadas.
Por su parte, la presidenta del Senado desestimó las críticas al encuentro sostenido en La Moneda, señalando que “se trata de personas que no tienen la capacidad ni la disposición de encontrar soluciones”. Destacó que la crisis no la pueden seguir pagando los trabajadores y que, si bien, el modelo no es el adecuado, no podemos permitir que la gente se quede sin pensiones, perpetuando los retiros de sus fondos.
Pese a la experiencia suscitada en las afueras de La Moneda y otros lugares del país, donde fueron detenidos y varios dirigentes sindicales; los trabajadores evaluaron como positiva y pacífica la gran mayoría de las acciones que tuvieron lugar desde las 7.00 de la mañana y que culminarán con un gran cacerolazo nacional y velatones territoriales a partir de las 20.00 horas.