Sobre este tema, la gerente de estudios de la CNC, Bernardita Silva, señaló que «dentro de los usuarios de internet ha aumentado significativamente el porcentaje de aquellos que compran a través de canales digitales, pasando de un 49% el primer trimestre del año a un 61% en el primer cuarto de este año. Claramente la pandemia apuró este fenómeno, dada las restricciones y medidas de confinamiento y junto a esto los altos niveles de desempleo han hecho aparecer nuevos oferentes en el mundo digital, sobre todos a través de las redes sociales, donde muchos de ellos venden de manera informal».
La Cámara Nacional de Comercio (CNC) reveló que las ventas del comercio informal online crecieron 13% en el primer trimestre de 2021. De los US$3.855 millones que se hicieron en compras, 501 millones fueron destinados a servicios informales.
«De total de transacciones realizadas en el período un 13% fueron informales, en línea con lo reportado en igual período de 2020. En cuanto al monto gastado se evidencia que $14 de cada $100 pesos son destinados a la informalidad, marginalmente inferior a lo reportado en el último cuarto de 2020 y levemente inferior también a lo registrado en el primer trimestre de 2020 ($16)», dice un estudio de la CNC.
Respecto al nivel de informalidad nacional versus internacional, se mantienen los niveles de informalidad en canales nacionales respecto al trimestre anterior, pasando a representar un 14% de las transacciones, y al comparar con igual trimestre de 2020 cae levemente en 1 punto porcentual.
Sobre este tema, la gerente de estudios de la CNC, Bernardita Silva, señaló que «dentro de los usuarios de internet ha aumentado significativamente el porcentaje de aquellos que compran a través de canales digitales, pasando de un 49% el primer trimestre del año a un 61% en el primer cuarto de este año. Claramente la pandemia apuró este fenómeno, dada las restricciones y medidas de confinamiento y junto a esto los altos niveles de desempleo han hecho aparecer nuevos oferentes en el mundo digital, sobre todos a través de las redes sociales, donde muchos de ellos venden de manera informal».
«Al igual que en el comercio ilícito que vemos en las calles, el e-commerce informal es un sector que utiliza internet para vender productos omitiendo la regulación tributaria, así como la seguridad de los consumidores y de los propios empresarios y empleados», agregó.
En ese sentido, sostuvo que «este es un tema que impone grandes desafíos: cómo hacer que estos emprendedores se formalicen; cómo hacer para que paguen los impuestos que corresponden; cómo controlar esta informalidad dentro de las plataformas internacionales y cómo hacer que los consumidores entiendan que deben comprar en canales formales y exigir su boleta, entre otros».