La Confusam, el Colegio Médico y la Federación Nacional de Enfermeros y Enfermeras (Fenasenf), unidos bajo la agrupación Aire y Vida 2021 afirman que «el ISP debe poner al servicio de la Salud Pública su personal, equipamiento y laboratorios, certificando en Chile todas las mascarillas cuya venta sea autorizada en territorio nacional, para proteger así a todas las y los ciudadanos de las nuevas variantes más contagiosas como la Delta, que ya circula en Chile”.
La Confusam, el Colegio Médico y la Federación Nacional de Enfermeros y Enfermeras (Fenasenf), unidos bajo la agrupación Aire y Vida 2021, denunciaron la negativa del Gobierno a la certificación de elementos de protección personal que se comercian en el país.
De acuerdo al médico Jaime Acevedo, coordinador de dicha organización, “las mascarillas acrílicas (transparentes), de género y quirúrgicas no son eficaces en interiores, donde ninguna distancia es segura contra los aerosoles respiratorios. Sólo para exteriores recomendamos distancia mayor a dos metros junto con mascarillas quirúrgicas certificadas; y, para interiores, incluyendo transporte público, recomendamos sólo respiradores N95 ó KN95 certificados en Chile por el Instituto de Salud Pública».
En esa línea, expresó que «el ISP debe poner al servicio de la Salud Pública su personal, equipamiento y laboratorios, certificando en Chile todas las mascarillas cuya venta sea autorizada en territorio nacional, para proteger así a todas las y los ciudadanos de las nuevas variantes más contagiosas como la Delta, que ya circula en Chile”.
Acevedo emplazó directamente al Ministerio de Salud a que redefina «las mascarillas o respiradores como elementos de protección personal en pandemia, considerando que muchas fuentes de aerosoles respiratorios infecciosos no presentan síntomas clínicos de enfermedad (50% de los casos) y que tanto la ventilación como la distancia son variables que las personas no podemos controlar siempre y en todo lugar. Es por esta razón, que el Instituto de Salud Pública de Chile debe certificar la calidad de todas las mascarillas que se venden en territorio nacional y recomendar sólo las FFP2 para uso en interiores o sin distancia física”.
La presidenta de la Confusam, Gabriela Flores, recordó al personal sanitario que falleció en sus lugares de trabajo por no contar con elementos de protección adecuados: “Funcionarios administrativos, conductores y guardias han perdido la vida por la desidia y tozudez del ministerio de Salud para cambiar una normativa que brinda protección de calidad sólo a un grupo de trabajadores vinculados a la atención directa de pacientes. Ahí quedaron en condiciones de vulnerabilidad justamente aquellos que, por su labor, igual tenían cercanía con personas contagiadas y no fueron considerados”.
En tanto, el vicepresidente del Colegio Médico, Patricio Meza, enfatizó la importancia de contar con mascarillas de calidad certificada, ya que “estamos en un momento crítico de la pandemia y el uso de mascarillas de calidad ciertamente contribuiría a disminuir los contagios y fallecimientos por Covid 19. Nosotros esperamos que la autoridad incluya, en las modificaciones al plan Paso a Paso, la supervisión del uso de mascarillas que realmente otorguen una protección mayor a las personas para disminuir el riesgo de infección”.
«Ante la evidencia del contagio del Covid por aerosoles es fundamental que el gobierno realice un énfasis en la comunicación de riesgo de esta variable para educar a la población sobre las medidas de prevención y sobre los elementos que pueden protegernos. Las mascarillas deben ser certificadas eso es fundamental y no hemos tenido la recepción que esperábamos desde la autoridad”, expresó José Luis Espinoza, presidente de la Federación Nacional de Enfermeros y Enfermeras (Fenasenf).