La presidenta de la Convención Constitucional sostuvo que hoy existe «mayor conciencia de los derechos civiles y políticos» a partir de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante las protestas de 2019, además de las reivindicaciones de los pueblos indígenas.
La presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncon afirmó que «falta mucho para vivir en carne propia los Derechos Humanos» como eje central de la vida social en el país.
Loncon hizo estas declaraciones durante una conferencia de la oficina regional de la ONU para los Derechos Humanos (DD.HH.), y consideró que el órgano encargado de redactar la nueva Constitución ofrece la posibilidad de avanzar en ese sentido.
Asimismo, la líder del órgano sostuvo que hoy existe «mayor conciencia de los derechos civiles y políticos» a partir de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante las protestas de 2019, además de las reivindicaciones de los pueblos indígenas.
«El estallido permitió que en Chile estemos discutiendo una nueva Carta Fundamental», enfatizó Loncon, quien busca impulsar una «articulación por el buen vivir» que permita una «relación de equilibrio entre el ser humano con la comunidad y con la madre Tierra».
Sin embargo reconoció que no es una tarea fácil, al señalar que una de las tareas que requiere «cuidado» es «resguardar que la Constitución incorpore derechos sociales» que sean «realizables en el mayor nivel posible», evitando que el documento se transforme en un «catálogo de derechos» que no se puedan implementar por falta de condiciones políticas y económicas.
En relación a los derechos colectivos indígenas, Loncon reconoció que el escenario es «favorable», aunque persisten «riesgos de falta de comprensión» respecto a qué son efectivamente esos derechos tanto en su contenido como en su expansión hacia el resto de la sociedad.
«Se requiere una pedagogía que esperamos se dé en la discusión constitucional, entender que los derechos de las naciones originarias no son privilegios, como señalan sectores conservadores, sino derechos para los cuales existe todo un reconocimiento nacional e internacional y que han sido históricamente negados por sectores que han manejado la política», afirmó.
Loncon señaló además que la misión del órgano constituyente, es «construir una democracia inclusiva», una cuestión que en la práctica sería el «sueño más democrático y participativo» que podrían entregarle al país.
La experta de la ONU Tania Abdo, quien también participó en el evento, explicó que una Constitución basada en derechos requiere de un cambio de paradigma de manera que se logre «transversalizar una filosofía, una manera de pensar a lo largo y ancho del documento».
Finalmente, el jefe de ONU Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab, caracterizó el proceso constituyente como una «oportunidad histórica» para reafirmar los compromisos de Chile con los derechos humanos y acelerar su camino hacia el desarrollo sostenible.