La iniciativa, que operó de manera irregular durante 20 años, había obtenido una Resolución de Calificación Ambiental favorable, sin embargo, el Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia anuló el permiso tomando en cuenta consideraciones ambientales.
«Fue una defensa de casi 10 años. Ahora tenemos que seguir el compromiso de cuidar nuestras fuentes de agua que nos dan la vida para quienes vivimos en el territorio». Con estas palabras, Juan Paillamilla, lawentuchefe y miembro de la comunidad José Caripán, comentó el fallo del Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, que hace unos días anuló la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que había aprobado el proyecto “Mejoramiento Ambiental Piscicultura Chesque Alto”, iniciativa ubicada en esa localidad de la zona cordillerana de la Región de la Araucanía, donde conviven comunidades mapuche ancestrales y emprendimientos turísticos.
El proyecto tenía en vilo a la población del lugar por la emisión de contaminantes en el canal del río, la eliminación de residuos sólidos y el uso de antibióticos. Además,llevaba más de 20 años funcionando de manera irregular.
“La afectación era tangible. Agua con desechos de la producción de salmones, malos olores, turbiedad y espuma, enfermando el espacio sagrado mapuche, extinguiendo algunas plantas medicinales y, más aún, contaminando nuestra agua sagrada para las ceremonias propias de nuestra cultura mapuche”, relató Juan Paillamilla.
Tras analizar las observaciones y reclamaciones de los afectados, el Tercer Tribunal Ambiental estableció que la autoridad ambiental no respondió adecuadamente a las preocupaciones que las comunidades habían manifestado por la afectación de las aguas, de su cosmovisión -íntimamente vinculada con el componente hídrico-, el valor turístico de la zona y el patrimonio cultural representado por el Trawunko y el Lawentue o Menoko, ambos reconocidos como sitios de significación cultural.
La comunidad mapuche José Caripán cuenta con el apoyo de abogados de ONG FIMA desde 2013 y ha presentado distintas medidas y acciones para evitar su expansión. Sin embargo, en 2019 la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobó la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto, que buscaba regularizar su funcionamiento.
Ante esto, se presentaron dos reclamaciones ante el Tercer Tribunal Ambiental, en representación de las comunidades mapuche José Caripán, Gregorio Alcapan, Juan Cayulef, y otras personas naturales habitantes de Chesque Alto: Juan Paillamilla, Mónica Paillamilla, Mauricio González, Camilo Carrillo, Ana Gallardo y Jorge Caripán.
El abogado del área de Acceso a la Justicia de ONG FIMA, Marcos Emilfork, explicó que no se pudo descartar que las emisiones del proyecto generaran un efecto adverso en la calidad de las aguas del estero Nalcahue y el río Chesque.
“Esta sentencia es importante para las comunidades mapuche que reclamaron en contra de la calificación favorable del proyecto, porque reconoce la existencia de su cosmovisión, la que no puede explicarse ni desarrollarse sin una calidad adecuada de las aguas en el territorio en el que viven y desarrollan sus sistemas de vida y costumbres”, señaló
Para Hans Labra, vecino de la piscicultura, esto es un triunfo intergeneracional muy importante para la comunidad, ya que se podrá transmitir su cultura a las nuevas generaciones, dándole énfasis a la espiritualidad del territorio: “Este fallo amplía la lucha territorial a lo que realmente es el espacio del Ngen-ko, el espíritu que está dañado”.