«Chile está haciendo el loco con esta acusación constitucional ante todo el mundo. Nadie entienda que exista tanto infantilismo de querer acusar a un Presidente si una mínima investigación», afirmó el ministro de Economía, Lucas Palacios.
El Gobierno salió en masa a defender al Presidente Sebastián Piñera tras la acusación constitucional presentada este miércoles por un grupo de diputados de oposición tras conocerse los datos de los Pandora Papers sobre la compraventa de la minera Dominga de parte de su familia a Carlos Alberto Délano.
Uno de los que hizo la defensa más férrea fue el ministro de Economía, Lucas Palacios, quien señaló en entrevista con radio ADN que «Chile está haciendo el loco con esta acusación constitucional ante todo el mundo. Nadie entienda que exista tanto infantilismo de querer acusar a un Presidente si una mínima investigación».
En esa línea, aseguró que al Mandatario «lo quieren sacar por secretaría sin una investigación porque hay un sector de la oposición que le tiene mala al Presidente. Estamos hablando de un Presidente que le tocó enfrentar el estallido social canalizándolo institucionalmente hacia un proceso constitucional y va a pasar a la historia por eso».
«Le tienen rabia porque ha podido sacar el país adelante a pesar de las zancadillas que le han hecho permanentemente algunos sectores. Lo que quieren es que el Presidente no termine su gobierno», recalcó.
Más calmado, dijo que la acusación contra el Mandatario también tendrá negativos efectos económicos, ya que se viene «un frenazo». «Han habido señales que son muy equívocas respecto de salvaguardar nuestra institucionalidad y nuestra democracia, por ejemplo, la idea de acusación constitucional en contra del Presidente de la República, eso también es algo que pone una nota de alerta en los inversionistas. Yo tengo contacto permanente con los inversionistas internacionales y a mi me dicen que si lo acusan constitucionalmente, el daño institucional y a la actividad del país es enorme, con evidente impactos en inversión y en la creación del empleo», aseguró.
«Lo que me da lata, es que como me toca ser contraparte del inversionistas nacionales e internacionales, que son claves para el futuro del país, clave para empleos, esto genera un ripio tremendo en nuestra estructura institucional, entonces, es un gustito político», añadió.
«Esta estrategia de llevar una acusación constitucional, que busca destituir al Presidente, con todo el daño institucional que eso significa y con todas las olitas que genera respecto de la merma de inversión que se está empezando a generar, a mí me parece que es irresponsable, eso es lo que yo estoy defendiendo, porque además es mi pega, es defender el presente y futuro económico del país, y estos es un golpe mortal a los proyectos de inversión que me parece que es absolutamente irresponsable», cerró.