El documento de 242 páginas fue entregado en la casa del secretario general de la Cámara de Diputados pasadas las 23:00 horas. Sostiene que «en forma mañosa, el texto de la acusación intenta traer al presente una circunstancia ocurrida entre los años 2010 y 2011, correspondiente a una negociación entre empresas privadas, donde el Presidente de la República no tuvo participación ni conocimiento alguno» [ACTUALIZADA]
La noche del jueves se presentó la defensa del Presidente Sebastián Piñera de la acusación constitucional que la oposición presentó en su contra por las revelaciones de la compraventa de la minera Dominga.
El documento de 242 páginas fue entregado en la casa del secretario general de la Cámara de Diputados pasadas las 23:00 horas, según información recabada por 24 Horas.
Este viernes, el abogado Jorge Gálvez estará en la comisión encargada de revisar el libelo acusatorio contra el Mandatario, donde expondrá los argumentos de la defensa, a las 15:00.
La comisión revisora votará la acusación el próximo viernes 5 de noviembre y la votación en Sala será el lunes 8 de noviembre.
Entre los argumentos, el documento señala que la acusación constitucional contra el jefe de Estado es una «maniobra política mañosa y con claros fines electorales», según pudo recabar » 24 Horas. El libelo «es una ostensible maniobra político-electoral, que toma como base suposiciones, atribuye intencionalidades, confunde fechas y distorsiona reglas claras y precisas de nuestro ordenamiento jurídico».
También sostiene que «en forma mañosa, el texto de la acusación intenta traer al presente una circunstancia ocurrida entre los años 2010 y 2011, correspondiente a una negociación entre empresas privadas, donde el Presidente de la República no tuvo participación ni conocimiento alguno».
«Lo más grave que agrega el escrito, es el manifiesto desprecio por la verdad», agrega el documento, por lo que piden que la acusación sea declarada inadmisible.
Al respecto, el diputado Osvaldo Urrutia sostuvo que «si esto se lograra aprobar nos estamos transformando en un país ‘bananero’ como muchos han existido en América Latina en la que las acusaciones a los Presidentes de la República ocurren por cualquier cosa y la desestabilización de esos Estados son peligrosas para la democracia».