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Gastos de la campaña a la Gobernación de Karina Oliva: siete colaboradores emitieron boletas por $137 millones PAÍS Crédito: ATON

Gastos de la campaña a la Gobernación de Karina Oliva: siete colaboradores emitieron boletas por $137 millones

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Las abultadas cifras solo son comparables con la campaña presidencial de 2017. En la primera vuelta, la vocera del entonces candidato Sebastián Piñera, Cecilia Pérez emitió cuatro boletas por 18 millones de pesos (4,5 millones mensuales). Un monto similar cobró su administrador electoral, Juan Francisco Galli: 17 millones ($4,25 millones mensuales). Sin embargo, el miembro mejor pagado del equipo fue el asesor publicitario Jorge Espinoza Navarro con boletas por 20 millones (5 millones al mes).


Un total de 137 millones de pesos es el monto total de las boletas que presentaron siete personas que conformaron el equipo de campaña de Karina Oliva (Frente Amplio) en su campaña para la Gobernación Regional Metropolitana, siendo este uno de los mejores pagados desde que existe el registro del Servel sobre gasto electoral.

De acuerdo a una investigación periodística de Ciper, el centro de estudios Fundación Chile Movilizado, ligado al partido Comunes, emitió una factura por un monto de 60 millones de pesos por asesorías a la campaña de Oliva, quien hoy compite por un cupo en el Senado. El mismo centro de estudios facturó otros 60 millones en la rendición de Comunes, pero también se cargaron a la cuenta de campaña para la Gobernación Regional.

Los datos del Servel revisados por Ciper dan cuenta que una persona de su equipo tenía un sueldo de 8 millones mensuales, y otro cobró 10 millones por trabajar un mes en la segunda vuelta. Otros dos miembros cobraron 5 millones cada uno, y a un asistente se le pagaron 4,1 millones.

Las abultadas cifras solo son comparables con la campaña presidencial de 2017. En la primera vuelta, la vocera del entonces candidato Sebastián Piñera, Cecilia Pérez emitió cuatro boletas por 18 millones de pesos (4,5 millones mensuales). Un monto similar cobró su administrador electoral, Juan Francisco Galli: 17 millones ($4,25 millones mensuales). Sin embargo, el miembro mejor pagado del equipo fue el asesor publicitario Jorge Espinoza Navarro con boletas por 20 millones (5 millones al mes).

Y si se quiere hacer la comparación con una campaña de izquierda, hay que remontarse también al año 2017. Ese año, la campaña de la aspirante presidencial, Beatriz Sánchez pagó 15 millones a dos colaboradores: Sebastán Depolo, hoy candidato a senador, y Sebastián Kraljevich.

Ex integrantes del equipo de Sánchez explicaron que estos montos corresponden a trabajos realizados entre marzo y diciembre de 2017, pero considerando que la rendición de gastos ante el Servel corresponde al periodo legal de campaña -es decir, desde agosto a noviembre- el promedio de pago mensual fue de $3,7 millones.

El detalle de los pagos

El colaborador que emitió la boleta más abultada es Martín Sepúlveda, quien cobró 40 millones en cinco meses (8 millones). Fue jefe de campaña de Karina Oliva, hizo una asesoría de diseño y estrategia comunicacional para la primera vuelta, y se encargó del despliegue territorial en el balotaje.

Le sigue Camila Ríos, quien cobró 25,5 millones en cinco meses de campaña (5,1 millones al mes). En la primera vuelta emitió boletas por análisis e interpretación de datos ($15 millones), diseño y planificación del despliegue territorial en el distrito 12 ($4,8 millones). Además, en la segunda vuelta recibió 5 millones por ser jefa del equipo electoral.

Por otra parte, José Robredo emitió boletas por 20,9 millones, de los cuales 15 fueron en la primera vuelta y 5,9 en la segunda. Robredo cumplió funciones de jefe, coordinador y asesor comunicacional de Oliva.

En tanto, Jorge Ramírez cobró 16,2 millones, de los que 15 millones corresponden a la primera vuelta y 1,2 a la segunda. Su rol era la preparación comunicacional de Karina Oliva. También realizó análisis de contingencia, agenda de prensa y gestión de entrevistas.

Jean Flores Quintana emitió una boleta de 15 millones de pesos. Se encargó del diseño y la planificación del despliegue territorial en el distrito 8 durante la primera vuelta (3,7 millones al mes).

Asimismo, Luis Romero, encargado territorial del distrito 14 en la segunda vuelta, cobró 10 millones de pesos por un mes de trabajo. Esta persona se encargaba de «articular a los brigadistas, a los voluntarios y de instalar y cuidar las palomas que se desplegaron, era un distrito en donde no teníamos mucha articulación y particularmente en los sectores rurales había poca capacidad de lograr tener despliegue. No era posible arrendar inmueble, por lo que debía trasladarse diariamente al lugar», explicó Martín Miranda.

Por último, el jefe del equipo electoral del Partido Comunes, Diego Corvalán cobró 10 millones, alrededor de 2,5 millones mensuales, por encargarse de las «relaciones políticas entre los partidos que apoyaron a Karina, mantuvo el flujo de comunicación entre el comando y las distintas orgánicas; la relación de candidatos y candidatas a constituyentes, alcaldes, concejales, además de parlamentarios y representantes políticos».

La declaración de gastos de la campaña de la primera vuelta de Karina Oliva es de 590 millones de pesos. Esto monto ya fue aprobado por el Servel el 8 de octubre. La rendición de la segunda vuelta es de 674 millones, pero su aprobación todavía está pendiente.

Otros gastos

En la rendición de cuentas de la primera y segunda vuelta de la campaña de Oliva, también figuran encuestas y estudios realizados por Criteria Research, por un monto de 128 millones de pesos.

Desde la empresa explicaron a Ciper que ofrecen «un servicio paquetizado para campañas, que cubre: analítica de redes sociales, procesamiento geo-referenciado de datos electorales históricos, estudios de opinión (focus groups, encuestas), segmentación de audiencias, planificación e inversión publicitaria en medios digitales. Esto último lo realizamos en alianza con una agencia especializada, pero lo coordinamos desde Criteria».

«No había gente disponible»

El ex jefe de campaña de Karina Oliva, Martín Miranda dijo a Ciper que fue difícil encontrar personas dispuestas a esperar entre seis y ocho meses para recibir su pago «y sin certeza de que eso fuese posible». «No había gente disponible, por lo que solicitamos a compañeras y compañeros militantes del partido», dijo.

«En la última etapa nos dimos cuenta que aún teníamos una debilidad en el distrito 12 (…), por lo que se le solicitó (a Camila Ríos) que realizara un diseño de despliegue no solo sectorizado, sino que enfocado en manzanas que permitieran un mejor trabajo de los voluntarios», explicó.

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