El abogado y ex diplomático advierte sobre la necesidad de articular diálogos entre disidencias, detractores y actores políticos en busca de la estabilidad democrática, en esta conversación que tiene lugar a pocos días de una elección que, asegura, marcará un antes y un después en la historia chilena.
Como parte de la última edición del espacio de conversación y contingencia “Desde la Academia”, producido por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en alianza con El Mostrador, el abogado y fundador de la Izquierda Cristiana, Luis Maira, abordó las futuras posibilidades de diálogo en un país polarizado respecto a una historia reciente de búsqueda de gobernabilidad entre referentes políticos. Una historia de la cual el ex diplomático ha sido parte fundamental.
El influyente ex Ministro de Planificación y Cooperación del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, describió las próximas elecciones de segunda vuelta como una definición clave, un antes y un después ante estas posibilidades de articulación política: “Este país no será igual después de las elecciones del domingo porque tendremos que decidir por qué camino movernos: uno de la lucha contra la desigualdad o uno de la competencia y del enfrentamiento al capitalismo».
Ante este momento histórico, el rol de la izquierda chilena y su perfil actualizado a los nuevos tiempos, también busca un rol definitivo a nivel regional, declara quien fuera embajador en México y Argentina. “El ser de izquierda hoy lo entiendo como ser alguien que trabaja en intereses comunes de la comunidad en busca de la plena realización de su existencia, de la satisfacción de las necesidades básicas de su comunidad y de la realización de acciones por un porvenir mejor. En ese sentido, Chile es un país muy especial por darle a esa visión un enorme espacio a través de un proyecto que podría ser llamado “socialismo comunitario” y que dio espacio a un ideario de lucha política con un curso y dirección ante un universo complejo”, sostiene.
En esa ruta, señala que el actual momento constituyente, que incluyó una rebelión multitudinaria y un despertar turbulento, es parte de una transición que también es única en el continente pese a los vasos comunicantes que unen a Chile con los demás países de América. “Estamos viviendo la culminación de un ciclo que empezó en América Latina en los años 60 instalando dictaduras asociadas a un régimen propio de la Guerra Fría. Desde ahí, las transiciones en Latinoamérica fueron un intento por establecer modelos democráticos después de dictaduras muy fuertes. En vista de eso, cada una vivió su proceso difícil con sus respectivas deudas posteriores ante programas acordados con sus respectivos pueblos. Sin embargo, creo que en ningún país de Latinoamérica hubo una transición a la democracia más difícil que en Chile. En ninguna otra se dio un sistema dictatorial apoyado por su propia Constitución, escrita bajo un Estado de excepción, sin consultar a nadie, algo que finalmente llevaría a la rebelión del 18 de octubre», explica Luis Maira.
El corolario marcado por el Estallido Social, asegura el abogado, fue un alzamiento donde no hubo líderes políticos ni partidos vinculados como evidencia de un rechazo profundo a la conducta de estos grupos políticos y del Gobierno para decantar en una acción constituyente extraordinaria. «Este proceso constituyente, creo que finalmente refleja un acercamiento a la civilización de los DDHH y a las garantías para que mujeres y hombres podamos decidir el rumbo de Chile y el de una casa común que beneficie a todos y todas por igual», destaca.
En torno al día después de la elección del nuevo presidente de Chile, dice no estar preocupado por grandes enfrentamientos de sectores irreconciliables. “En política cuando un sector ofrece mayorías muy amplias, se genera una dificultad democrática que lleva a estos grupos a una baja reflexión y una escasa elaboración de propuestas por parte del gobierno de turno. Esto, porque a estos grupos homogéneos les resulta muy fácil convertir estas propuestas en leyes con poca discusión y, como mayorías, tampoco les otorgan a estos proyectos el tiempo adecuado para su reflexión”, lamenta Maira.
Consultado sobre una respuesta ante esta ley de hierro, Luis Maira plantea que problemáticas como éstas requieren de discusiones flexibles y la cooperación de diversas militancias, de pensadores con independencia, tiempo y plazos apropiados. “Estas articulaciones diversas permiten definir el perfil de una coalición que brinde respaldo en la enorme tarea de gobernar, en el caso de Gabriel Boric, sobre quien tengo la confianza de que lo hará bien”, anticipa a pocos días del balotaje.
El fundador de la Izquierda Cristiana, según su experiencia, proyecta el triunfo del candidato de Apruebo Dignidad, quien pasaría a ser un relevo generacional importante, “un organizador y legitimador del proceso de transformaciones que Chile necesita y que tiene pendiente volver a vivir en paz, que necesita construir miradas comunes, abrir caminos y establecer nuevos rumbos en base a un programa que ha presentado los cambios que el país debe enfrentar impostergablemente”, piensa.
El octavo capítulo de la segunda temporada del programa “Desde la Academia”, presentado por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano en conjunto con El Mostrador, permitió a Luis Maira dialogar con un panel de docentes de la universidad conformado por el Doctor en Sostenibilidad, Tecnología y Humanismo, Nelson Arellano; los/as abogados/as María Elena Villagrán y Peter Sharp, junto al rector de la universidad, Álvaro Ramis.
Puedes ver Desde la Academia con Luis Maira en el siguiente link: