En su informe final, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) recomendó que Abastible, Lipigas y Gasco no participen en la distribución de gas licuado a consumidores, además de una serie de medidas para aumentar la competencia en el sector. Lipigas señaló que el documento «incurre en una extrema simplificación del funcionamiento real del mercado del gas licuado que la compañía hizo ver en sus observaciones y que la Fiscalía no consideró».
Las empresas Abastible y Lipigas respondieron al informe definitivo de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) -publicado este miércoles- sobre el mercado del gas. En el reporte reiteraron la necesidad de realizar una serie de modificaciones para aumentar la competencia en el sector y recomendaron que las compañías mencionadas -además de Gasco- no participen en la distribución de gas licuado a consumidores.
Con las recomendaciones de la Fiscalía, los ahorros pueden llegar a US$ 181 millones al año en el caso del gas licuado -lo que equivale al 15% del precio de cada balón o cilindro-, y entre US$ 78 millones y US$ 87 millones para los clientes de Metrogas; una reducción de entre 13% y 20% de sus cuentas mensuales.
En un comunicado, Abastible rechazó lo presentado en el informe. «Contiene errores de metodología y cálculo relevantes y, además, incurre en una extrema simplificación del funcionamiento real del mercado del gas licuado que la compañía hizo ver en sus observaciones y que la Fiscalía no consideró», señalaron, consigna Emol.
Asimismo, indicaron que las recomendaciones de la FNE «perjudicarán a los consumidores finales en aspectos tan relevantes como la seguridad y la calidad de servicio».
«El gas licuado que se consume en nuestro país proviene mayoritariamente desde el exterior, y su valor depende directamente de las condiciones del mercado internacional y del tipo de cambio, factores de público conocimiento que generaron el aumento de precio a partir del segundo semestre del 2020», expusieron.
En la misma línea, Lipigas señaló que «eliminar actores del mercado no aumenta la competencia, sino que la disminuye. Sobre todo, si se saca a actores que pueden cobrar menos, porque son más eficientes».
«El mejor camino para cumplir los objetivos de la FNE es que se mantenga la distribución directa de las empresas de gas en convivencia con los distribuidores multimarca, lo que les daría a las personas más opciones entre las cuales elegir», prosiguieron.
“El problema es que el diagnóstico errado de la FNE genera falsas expectativas de una rebaja de precio, el que en Chile depende del precio internacional del gas. Lleva a medidas que podrían dañar a las personas”, añadieron.