Según la encuesta Voces Migrantes, los extranjeros residentes en Chile tienen una baja aprobación sobre cómo el gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha manejado la crisis migratoria. Por otro lado, el Departamento de Extranjería y Migración fue de las peores evaluadas.
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en conjunto a la Consultora Ekhos, lanzaron la versión más reciente de la Encuesta Voces Migrantes, iniciativa que permite conocer las percepciones y expectativas de las personas extrajeras que viven en Chile.
Una de las principales temáticas está relacionada sobre cómo el gobierno y las diversas instituciones nacionales han sobrellevado los temas migratorios y sociales. Se puede observar un bajo porcentaje de aprobación, en donde solo el 28% está de acuerdo en la manera en que el Ejecutivo ha manejado la migración en Chile.
En la encuesta, también se evaluó el desempeño de diversas instituciones, en donde el Departamento de Extranjería y Migración (DEM) resultó ser de las peores evaluadas, tras pasar de un 5,1% a un 4,1% en comparación con el último sondeo realizado en 2019. Además, se sumaron los consulados de sus países en Chile, que experimentó una baja de un 5% a un 3,8%.
Otro de los datos relevantes apunta a la percepción de los migrantes sobre la relación con la sociedad que los recibe, quienes señalan con un 49% que hay «mucho» o «bastante» conflicto. cifra que ascendió un 21% en comparación al 2019.
Debido al aumento, la directora nacional de Servicio Jesuita a Migrantes, Waleska Ureta, apuntó a un mal manejo por parte de autoridades que informan de manera incorrecta sobre el proceso migratorio.
«Por un lado, apunta a medidas y discursos de autoridades que mediatizan el proceso migratorio y tildan -erróneamente- a personas de “ilegales”, por las expulsiones grupales que se dieron en plena pandemia y que han sido fuertemente criticadas por organismos internacionales e incluso por la Justicia», señaló.
«Además, en tiempos de crisis sociales, como la que ha venido con la pandemia, se tienden a acrecentar las percepciones de conflicto entre comunidades de recepción y comunidades migrantes”, concluyó.