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Créditos: Aton
Marco Antonio Ávila sostuvo que la visión de gobierno “cree en un sistema de educación pública que sea vanguardista, que impulse la innovación, el trabajo en red, con vinculación territorial, donde la experimentación pedagógica sea un trabajo real en los colegios”.
El proceso de implementación de la nueva Educación Pública podría vivir importantes cambios. Así lo declaró el próximo ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, quien en su primera manifestación respecto a lo que será su labor como secretario de Estado, se refirió a la proyección que pretende el gobierno sobre esta política educacional.
En conversación con Biobío, Ávila sostuvo que la visión de gobierno “cree en un sistema de educación pública que sea vanguardista, que impulse la innovación, el trabajo en red, con vinculación territorial, donde la experimentación pedagógica sea un trabajo real en los colegios”.
Además agregó que “nosotros no hemos visto esa voluntad al menos en este periodo (gobierno) y creemos que hay que reposicionarse fuertemente en el apoyo a la instalación de los servicios locales ya existentes y los que van a venir. Para garantizar esto probablemente vamos a tener que hacer muchas cosas, entre esas volver a revisar las condiciones en que se han desarrollado estas implementaciones de servicios locales. Hay varios informes donde nos dice qué podemos mejorar para que la dirección de educación pública efectivamente tenga más herramientas”.
En términos prácticos, lo que se debería hacer en primera instancia es “mirar cuántos recursos adicionales necesitamos para que esta educación pública esté debidamente financiada. Tienen que añadirse recursos nuevos y tienen que haber lógicas de participación, ojalá de las comunidades para que la instalación sea la adecuada. Esto también tiene que ver con un énfasis en la descentralización, en el valor de lo territorial bajo la lógica de la inteligencia colectiva”.
