La historia y la experiencia, particularmente en América Latina, demuestra que es aconsejable tener un banco central autónomo e independiente del gobierno de turno, ya que así se salvaguarda mejor un componente muy importante del bienestar de la población. Está documentado que la inflación genera mayor daño en los hogares con ingresos más bajos. Asimismo, se evita que se utilice la política monetaria con fines más allá de lo que le corresponde, pues ello podría desestabilizar y hasta hacer quebrar a un país. Países de nuestro continente han estado entre los actores célebres en este ámbito, sobre todo en las décadas de los años 70 y 80, cuando las tasas de inflación que sobrepasaron el 1000% al año, significaron un obstáculo para el desarrollo y la superación de la pobreza en la región.
En general, los bancos centrales se hacen cargo de una parte muy importante del manejo económico de un país: básicamente, mantener baja y estable la inflación. Lo que define el rol de los bancos centrales es evitar los aumentos excesivos de precios de la canasta básica de consumo de las familias. Ello está directamente relacionado con la cantidad de dinero en circulación, y al ser el Banco Central la entidad autorizada para emitir dinero debe, necesariamente, ser una institución seria y confiable. Al manejo de la cantidad de dinero de un país se le conoce como Política Monetaria.
La cantidad de dinero en circulación se llama Oferta Monetaria y está compuesta por monedas, billetes, cuentas corrientes, depósitos de ahorro y fondos de instrumentos de plazos menores a un año.
La historia y la experiencia, particularmente en América Latina, demuestra que es aconsejable tener un banco central autónomo e independiente del gobierno de turno, ya que así se salvaguarda mejor un componente muy importante del bienestar de la población. Está documentado que la inflación genera mayor daño en los hogares con ingresos más bajos. Asimismo, se evita que se utilice la política monetaria con fines más allá de lo que le corresponde, pues ello podría desestabilizar y hasta hacer quebrar a un país. Países de nuestro continente han estado entre los actores célebres en este ámbito, sobre todo en las décadas de los años 70 y 80, cuando las tasas de inflación que sobrepasaron el 1000% al año, significaron un obstáculo para el desarrollo y la superación de la pobreza en la región.
¿Qué es la Tasa de Interés? El dinero se comporta como un bien o servicio más, y tiene un precio, que se denomina Tasa de Interés. Ésta representa cuánto están dispuestos a pagar las instituciones financieras por el dinero que se ahorra. Cuando la tasa de interés es baja, a las personas les conviene gastar o invertir, más que ahorrar. Ese mayor gasto lleva a que se demanden más bienes y servicios, y ello genera inflación. Al contrario, si la tasa de interés es alta, conviene más ahorrar que consumir o invertir.
¿Cómo se maneja la cantidad de dinero y cómo se controla la inflación? Se realiza a través de la Tasa de Política Monetaria (TPM), que es determinada por el banco central. La TPM señala la tasa a la que se hacen las operaciones entre el banco central y las instituciones financieras. Ésta afecta directamente la Tasa Interbancaria (TIB), la que incide en el valor de la TPM que, finalmente, llega a las personas. Existen otras maneras en que el banco central inyecta o retira dinero de la economía como, por ejemplo, mediante la compra y venta de bonos.
Ante la fuerte inflación en nuestro país y el mundo, en el último tiempo el Banco Central de Chile viene subiendo agresivamente la TPM. ¿Cómo me conviene ahorrar/invertir en esta situación? Pues, protegiéndose de la inflación y bajando el riesgo, con un fondo que contenga tanto instrumentos en UF como depósitos a plazo.
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