Altas tasas de interés: lo feo, lo bueno y lo malo

En Chile y en el mundo estamos conviviendo con alzas en las tasas de interés, lo cual es normal luego de un período de crecimiento dinámico que ha derivado en una elevada inflación. Este fenómeno se conoce como “economía sobrecalentada”, es decir, se hace necesario subir las tasas de interés para controlar los aumentos en los precios.

Lo feo: el riesgo de una recesión

La situación por la que estamos pasando actualmente llevará a que la actividad económica se desacelere o inclusive retroceda. ¿Qué sucederá entonces en este escenario? Eso es aún incierto y dependerá, por un lado, de cuánto tienen que subir la tasas para detener la inflación y, por otro, que no ocurran eventos externos que presionen los precios y que no sean manejables con tasas de interés más altas. Dos ejemplos recientes de eventos de esta naturaleza son la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha hecho subir significativamente los precios de la energía, granos y otros productos; y también los nuevos confinamientos en algunas ciudades chinas por rebrotes de Covid, que interrumpieron parte importante del comercio internacional.

Lo malo: el desincentivo a la inversión

Ante crecientes tasas de interés, para las grandes, medianas y pequeñas empresas, la rentabilidad de los proyectos de inversión comienza a competir con el ahorro directo a tasas más altas, que pueden resultar más atractivas que arriesgar capital. En el caso de las personas es similar y la pregunta obvia es ¿cuánto vale la pena invertir en instrumentos de mayor riesgo cuando los niveles actuales de tasas de interés me comienzan a ofrecer rendimientos atractivos y con menor probabilidad de pérdidas?

Lo bueno: la potencia del interés compuesto

En las inversiones en renta fija, los rendimientos o devengos dependen directamente (y en la misma dirección) del nivel de las tasas de interés y unos pocos puntos porcentuales más, pueden significar un atractivo aumento en nuestras inversiones y/o ahorros asignados a este tipo de activos. Esto se debe a lo que se conoce como Interés Compuesto, lo que significa que un monto de dinero colocado a una tasa de interés va aumentando exponencialmente en la medida que los intereses se van pagando y ello aumenta el monto de dinero base y así sucesivamente. Entonces si dicha tasa tiene un alza, ese efecto exponencial también se potencia.

Para apreciar el “poder” del Interés Compuesto, tomemos un ejemplo. Si se invierten 100.000 pesos a una tasa de interés de 0,2% mensual, en seis meses ganaría 1.206 pesos. Si esa tasa de interés sube a 0,8% mensual, en seis meses ganaría 4.987 pesos, lo que representa más de un 300% del monto inicial. Por eso que en un contexto como el actual, la inversión en renta fija ofrece una atractiva alternativa, con un nivel bajo de riesgo que puede ayudarnos a alcanzar más rápidamente nuestros objetivos de ahorro.

Colaboración de Compass Group para Coopeuch Inversiones

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