NUEVA CONSTITUCIÓN
Belisario Velasco, Baldemar Carrasco, y Jorge Donoso, miembros vivos de la minoría falangista que el día 13 de septiembre de 1973 se desmarcó de la línea del partido para repudiar el derrocamiento del Presidente Salvador Allende, critican la «inexplicable eliminación del Senado», con la consecuente falta de «contrapeso para la formación de las leyes», y el riesgo de «injerencia de otros actores en las atribuciones del Poder Judicial». Además, aseguran que la propuesta realizada por la Convención Constitucional «contiene artículos que atentan gravemente contra aquellos valores y principios que siempre hemos defendido». Y advierten que los escaños reservados en el Parlamento hacen «recordar a los senadores designados de la Constitución de Pinochet».
Los militantes de la Democracia Cristiana (DC) y exintegrantes del «Grupo de Los 13» que dieron un paso al costado de la línea mayoritaria del partido al condenar el Golpe de Estado contra Salvador Allende, publicaron una declaración en la que manifestaron su apoyo a la opción Rechazo en el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre.
A través del escrito, Belisario Velasco, Baldemar Carrasco y Jorge Donoso, al igual que el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, los senadores Ximena Rincón y Matías Walker, y el exconvencional Fuad Chahin, se apartaron de la decisión institucional por el Apruebo adoptada por la Junta Nacional del partido.
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Los exmiembros del histórico grupo de la DC reconocen que fueron «decididos opositores a la Constitución de la dictadura, aprobada fraudulentamente en 1980, (…) apoyamos los numerosos cambios hechos (…) en pos de fortalecer la democracia y la tolerancia en nuestra patria. Consecuentemente, apoyamos con entusiasmo y votamos favorablemente en el plebiscito de octubre de 2020, esperanzados en tener una nueva Constitución». Y esperaban que la nueva Carta Magna consagrara «los derechos fundamentales reconocidos universalmente y un sistema político que permitiera gobernar a quienes la voluntad popular les entregase ese mandato, con respeto a los derechos de la oposición y a las minorías».
«Queríamos fortalecer un Chile republicano, demócrata y unitario, con una Constitución que una a todos los chilenos. Sin embargo, el texto aprobado por la Convención Constituyente, si bien consagra derechos sociales y se aboca a algunas de las preocupaciones principales de la ciudadanía, (…) contiene artículos que atentan gravemente contra aquellos valores y principios que siempre hemos defendido», explican Velasco, Carrasco y Donoso, en la misiva.
Fustigan que la propuesta de nueva Constitución «establece un sistema político que termina con una larga tradición de nuestro sistema democrático, el que se funda en la independencia y colaboración de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial». Y critican que «en lo que se refiere al Poder Ejecutivo, el presidente de la República carecerá de la iniciativa exclusiva para los proyectos de ley relativos al gasto público y en materias previsionales, norma introducida a la Constitución por el presidente Frei Montalva; y en materia de seguridad pública, en los estados de excepción constitucional elimina el estado de emergencia».
Respecto al Poder Legislativo, afirman que «no existirá el necesario contrapeso para la formación de las leyes con dos cámaras de similares atribuciones, ya que no hay simetría entre el Congreso de los Diputados y Diputadas y la llamada Cámara de las Regiones», dada la «inexplicable eliminación del Senado». Y sobre el Poder Judicial, los militantes democratacristianos cuestionan que «también desaparece y se crean los Sistemas Nacionales de Justicia, separando los tribunales ordinarios de los propios de pueblos originarios, en los que la facultad jurisdiccional queda entregada a autoridades de esa etnia».
Adicionalmente, cuestionan, «se crea un Consejo de la Justicia con amplias atribuciones, en que los jueces son minoría. Está integrado por 17 personas, entre ellos dos representantes de los pueblos originarios y cinco elegidos por el Congreso, lo que abre la posibilidad de injerencia de otros actores en las atribuciones del Poder Judicial».
Por otro lado, sentencian que «el sistema electoral se distorsiona con escaños reservados, lo que nos hace recordar a los senadores institucionales (designados) de la Constitución de Pinochet».
«Estas son algunas de las disposiciones que nos llevan a rechazar categóricamente, en conciencia, la Constitución propuesta por la Convención Constituyente y que será plebiscitada el próximo 4 de septiembre. Creemos que Chile necesita una Constitución democrática, inclusiva y respetuosa, que garantice la unidad, la dignidad y una justicia igual para todos, por el bien común y el desarrollo de nuestras futuras generaciones», finaliza el escrito.
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