La decisión fue informada tras la Reunión de Política Monetaria, desarrollada por los consejeros, y se encuentra en el margen proyectado por los expertos del Grupo de Política Monetaria, que recomendó un incremento en 75 puntos, y de la Encuesta de Expectativas Económicas, que preveía un aumento en 50 puntos.
El Consejo del Banco Central determinó aplicar una nueva alza en la Tasa de Política Monetaria (TPM). Esta vez, se subió 75 puntos base, para situarla en 9,75%, sin descartar nuevas subidas en los próximos meses.
La decisión fue informada tras la Reunión de Política Monetaria, desarrollada por los consejeros, y se encuentra en el margen proyectado por los expertos del Grupo de Política Monetaria, que recomendó un incremento en 75 puntos, y de la Encuesta de Expectativas Económicas, que preveía un aumento en 50 puntos.
A través de un comunicado, el ente regulador explicó que «la inflación mundial ha continuado subiendo y los bancos centrales han seguido aumentando las tasas de referencia, o señalizando un alza más rápida ante la mayor persistencia inflacionaria», entre los que «destaca la Reserva Federal de Estados Unidos, que sorprendió con un incremento mayor al esperado y ha comunicado que las alzas continuarán hasta lograr controlar la inflación».
En ese marco, «las condiciones financieras se han estrechado tanto para economías desarrolladas como emergentes, resaltando las caídas en las bolsas y una apreciación global del dólar».
El BC añadió que las perspectivas de mercado «sobre el crecimiento mundial se han deteriorado: por su lado, los precios de las materias primas han descendido más que lo esperado, en parte importante por los temores respecto de una recesión mundial», como el cobre, que «ha tenido una baja significativa, ubicándose en torno a US$3,3 la libra al momento de esta Reunión (algo más de -20% desde la última Reunión de junio)».
«De todos modos, la invasión de Rusia a Ucrania continúa siendo un foco de riesgo para el escenario externo, manteniendo la presión sobre los precios de algunas materias primas, especialmente alimentos y energía», enfatizó.
En nuestro país, «la actividad ha continuado con un paulatino retroceso, en línea con lo anticipado», al tiempo que «los indicadores relacionados con el consumo privado y la inversión muestran un desempeño acorde con lo proyectado, manteniéndose la resiliencia del primero y el debilitamiento de la segunda».
«En el mercado laboral, el crecimiento del empleo ha continuado ralentizándose y las vacantes siguen disminuyendo. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas siguen en terreno negativo», así como «la inflación total ha seguido aumentando y alcanzó 12,5% anual en junio», complementó.
«En el corto plazo, estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas», remarcó, por lo que, anticipó, «el Consejo estima que serán necesarias nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años».