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Luego de que El Mostrador diera a conocer que el Club de Lectores de El Mercurio promocionaba y vendía en su sitio web diversas figuras de un teniente de las SS, la organización paramilitar de la Alemania Nazi, la Embajada Alemana en Chile lamentó que «en pleno siglo XXI se comercialicen como objeto de colección y/o exhibición figuras que representan a soldados de las SS, quienes siendo la punta de lanza del régimen nazi protagonizaron crímenes de guerra y de lesa humanidad». «Conscientes de nuestro compromiso con la verdad histórica, no podemos permanecer indiferentes ante la banalización de la dictadura nazi, sus cómplices y sus símbolos», complementaron.
Hasta este martes, el Club de Lectores de El Mercurio promocionaba y vendía en su sitio web diversas figuras de las SS, la organización paramilitar de la Alemania nazi. El rechazo de las comunidades judías nacionales fue tal, que la noticia causo revuelo internacional.
Esto, ya que el suceso llegó a los oídos de la Embajada de Alemania en Chile, la que lamentó la situación registrada.
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«Lamentamos que en pleno siglo XXI se comercialicen como objetos de colección y/0 exhibición figuras que representan a soldados de las SS, quienes siendo la punta de lanza del régimen nazi protagonizaron crímenes de guerra y de lesa humanidad», manifestaron.
«Conscientes de nuestro compromiso con la verdad histórica, no podemos permanecer indiferentes ante la banalización de la dictadura nazi, sus cómplices y sus símbolos», complementaron.
Cabe destacar que el artículo en cuestión era parte de una colección que señalaba que las réplicas del Untersturmführer de las SS se podían adquirir por $2.690 para socios del Club de Lectores y por $2.990 para el público general, contando con un stock disponible de 129 figuras.
En la misma línea, apuntaron a invitar a «abordar este complejo periodo histórico desde una perspectiva vinculada a los valores democráticos, los DD.HH y el legado testimonial de las víctimas, para impulsar así un verdadero proceso de reflexión que permita evitar los errores del pasado».
