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Crédito: Agencia Uno
La demanda consta de 93 páginas y apunta que tanto la legisladora como su familia han sufrido un daño moral. En medio del estallido social, una bomba lacrimógena -disparada por personal de Carabineros- impactó contra el rostro de Campillai. Ello la dejó con pérdida de la visión bilateral y de los sentidos del gusto y olfato.
La senadora Fabiola Campillai (IND) presentó una demanda contra el Estado de Chile por daño moral y pide una indemnización que sobrepasa los $2 mil millones de pesos. Esto, debido al impacto que sufrió por una bomba lacrimógena -disparada por personal de Carabineros- durante el estallido social, que la dejó con pérdida de la visión bilateral y de los sentidos del gusto y olfato.
Según dio a conocer Radio Bío Bío, la demanda consta de 93 páginas y apunta que tanto la legisladora como su familia han sufrido un daño moral. Además, indicaron que Campillai “es sobreviviente de una agresión gravísima por parte de agentes del Estado en su contra”.
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La demanda también afirma que el Estado de Chile es responsable por la falta de servicios de los actos realizados por Carabineros contra la senadora.
La ministra de fuero de la Corte de San Miguel, Maria Teresa Díaz, tramitará la demanda.
De acuerdo a Fiscalía, alrededor de las 20:30 horas del 26 de noviembre de 2019, Campillai salió junto a una hermana, desde su domicilio, ubicado en la comuna de San Bernardo, para dirigirse a su trabajo en la empresa Carozzi, ubicada en el sector de Nos de la comuna.
En el trayecto, la víctima recibió el impacto en el rostro de una bomba lacrimógena, la que habría disparado el excapitán de Carabineros, Patricio Maturana -imputado por el caso-, a una distancia de 50,6 metros, en forma paralela al suelo y en un ángulo no superior a 5 grados.
A consecuencia del golpe, Campillai sufrió la pérdida de la visión bilateral y de los sentidos del gusto y olfato, además de la fractura de huesos nasales, bases orbitales y base del cráneo.
El imputado formaba parte de un piquete de carabineros de Fuerzas Especiales que, premunidos de escudos y escopetas antidisturbios, concurrió al sector para controlar a un grupo de manifestantes. Grupo que, al momento de los hechos, se encontraba distante y en la dirección opuesta al lugar por donde venía transitando Campillai.
