El Presidente Gabriel Boric, en compañía de los ministros Jeannette Jara (Trabajo), Camila Vallejo (Segegob) y Giorgio Jackson (Segpres), presentó este martes las indicaciones al proyecto que establece 40 horas para la semana laboral.
En un punto de prensa, el Presidente Boric recordó que el proyecto de 40 horas, “nace el 2017 por una iniciativa de la ministra Vallejo, de la diputada (Karol) Cariola, y de otros parlamentarios y parlamentarias, y que fue sumando apoyos paulatinamente. Hoy en día está un paso más cerca de hacerse realidad».
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«Lo bonito es que a medida que ha ido avanzando, hay empresas que se han ido adelantando, y que han demostrado que muchas veces no se requiere una ley para avanzar en mejorar calidad de vida, si no también, la disposición y el diálogo social», complementó el Mandatario.
Las indicaciones fueron obtenidas tras 26 sesiones de audiencias públicas, encabezadas por el Ministerio del Trabajo y realizadas a lo largo de todo Chile. En ellas participaron más de 200 organizaciones, representantes de distintos sectores del mundo del trabajo.
Asimismo, el Gobierno colocará suma urgencia al proyecto, que se encuentra en la Comisión de Trabajo del Senado, en su segundo trámite constitucional.
Gradualidad
El Gobierno plantea una implementación gradual de las 40 horas laborales, sin distinción por tamaño de empresa. De este modo, buscan reducir la semana laboral a 44 horas para el primer año de la ley; a a 42 para el tercero y 40 para el quinto.
A su vez, dentro de las indicaciones presentadas por el Ejecutivo, consideran extender los alcances de la reducción de jornada a la mayor parte de las categorías contenidas en el Código del Trabajo, no solo del artículo 22 del Código del Trabajo, lo que implica abordar las jornadas especiales, como es el caso de trabajadoras de casa particular o choferes y auxiliares de locomoción colectiva interurbana, entre otros.
Además, se incorporan modificaciones a la regulación sobre exclusión de la limitación de jornada, jornada parcial y jornadas excepcionales. De esta forma, la disminución de jornada laboral extiende sus efectos directos a más de 4 millones de trabajadoras y trabajadores a lo largo de todo Chile.