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Las inversiones en fondos (mutuos, de inversión, etc.) son demasiado riesgosas: falso PATROCINADO

Las inversiones en fondos (mutuos, de inversión, etc.) son demasiado riesgosas: falso

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Una de las principales ventajas de los fondos es que se invierte en una amplia gama de instrumentos, que van desde los menos a los más riesgosos, ya sea porque pueden contener desde depósitos a plazo o bonos hasta acciones de diferentes tipos y de muchos países y/o regiones. Esto por sí mismo ya ofrece un beneficio, pues permite diversificar en muchas compañías, sectores y lugares geográficos, lo que disminuye automáticamente el riesgo de la inversión. Además, permite que nuestro dinero sea manejado por quienes más saben y uno no tiene que preocuparse del monitoreo del día a día y de muchos otros aspectos operativos, entre otros.


Las inversiones suelen ser asociadas a tomar apuestas, lo que lleva al concepto erróneo que se debe estar permanentemente atento, comprando y vendiendo para “ganar”. Si bien es cierto que en los mercados se puede especular, no sería el camino para la inversión/ahorro eficiente.

El objetivo de inversión (para qué se está ahorrando), la tolerancia al riesgo y el horizonte de inversión (en cuánto tiempo se necesita el dinero) son los factores que determinan en qué se debe invertir. No es necesario ser un experto, pues hay múltiples entidades ya especializadas en ello que lo hacen por uno, ni disponer de grandes sumas de dinero, pues hoy en día se puede invertir desde montos muy bajos.

Una manera eficiente de hacerlo es a través de fondos mutuos. Un fondo mutuo es el dinero reunido de muchas personas y/o entidades que se invierte conjuntamente de una manera específica. Esto está a cargo de muchas compañías especializadas (relacionadas a bancos en algunos casos, y otras) que tienen equipos de profesionales que se dedican a ello. Al invertir en un fondo la persona se convierte en propietario de una parte de éste. Existen fondos “para todos los gustos”, es decir, que se ajustan a lo que uno necesita.

Una de las principales ventajas de los fondos es que se invierte en una amplia gama de instrumentos, que van desde los menos a los más riesgosos, ya sea porque pueden contener desde depósitos a plazo o bonos hasta acciones de diferentes tipos y de muchos países y/o regiones. Esto por sí mismo ya ofrece un beneficio, pues permite diversificar en muchas compañías, sectores y lugares geográficos, lo que disminuye automáticamente el riesgo de la inversión. Además, permite que nuestro dinero sea manejado por quienes más saben y uno no tiene que preocuparse del monitoreo del día a día y de muchos otros aspectos operativos, entre otros.

¿En qué fondo(s) conviene invertir? Volvemos a lo mismo: depende del objetivo, tolerancia al riesgo y horizonte de inversión. De lo que sí debe preocuparse el inversionista es, al partir invirtiendo/ahorrando, entender el tipo de fondo en que está poniendo su dinero y que éste sea adecuado a lo que necesita.

Por ejemplo, si usted quiere ahorrar para comprar una casa (objetivo) en 10 años (horizonte), tiene tiempo suficiente para invertir en instrumentos con mayor potencial de rentabilidad, aunque su cartera de inversiones pueda experimentar variaciones en el corto a mediano plazo. En el caso de los fondos, sería en fondos mutuos accionarios.  ¿Cuánto y en cuáles? Lo más recomendable es combinarlos con fondos de bonos (renta fija) que le den cierta estabilidad a nuestra cartera de inversiones. Las proporciones en cada tipo de fondo (accionarios y bonos) dependerá de su tolerancia al riesgo, o sea cuánto está dispuesto a “aguantar” que sus ahorros fluctúen entre el momento en que hace la inversión y cuando llegue el momento de comprar la casa.

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