«Nos parece grave que (…) el Presidente no haga una clara distinción entre la violencia de agentes estatales -que cuentan con el monopolio de la fuerza e históricamente han causado graves violaciones a los DD.HH.- y la violencia social o delictual», señaló Londres 38 en una declaración.
El espacio de memoria Londres 38 criticó este martes al Presidente Gabriel Boric por su discurso en el tercer aniversario del estallido social. Al respecto, cuestionaron que no hiciera una «clara distinción» entre la violencia de agentes estatales y la «social o delictual».
«Nos parece grave que, en el contexto de despliegue de más de 25 mil carabineros en las calles, el Presidente no haga una clara distinción entre la violencia de agentes estatales -que cuentan con el monopolio de la fuerza e históricamente han causado graves violaciones a los DD.HH.- y la violencia social o delictual», señaló Londres 38 en una declaración.
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«Más grave aún es que, respecto de esta última, llame a su sector a ‘poner dique a esas conductas,
a enfrentarlas sin complejos, denunciarlas y castigarlas’, desconociendo las causas estructurales de la violencia, que no se resolverán por esa vía. Así se aproxima a la teoría de los ‘dos demonios’, que tanto ha contribuido a la impunidad de los crímenes de Estado», añadieron.
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En su alocución, el Mandatario expresó que «el estallido no fue una revolución anticapitalista y tampoco, como han querido instalar en los últimos días, una pura ola de delincuencia, fue una expresión de dolores y fracturas de nuestra sociedad que la política, de la cual somos parte, no ha sabido interpretar ni dar respuesta”.
Sobre las violaciones a DD.HH. perpetrados por agentes del Estado durante ese periodo, el Presidente comentó que «personas que estaban ejerciendo un derecho legítimo en democracia sufrieron lesiones y abusos ante las cuales no podemos ser indiferentes”.
“Como Estado debemos asumir que el control policial de esos meses sobrepasó los límites de lo aceptable. Hubo muertos, hubo abusos sexuales, hubo mutilaciones oculares, y eso no puede quedar impune y no se puede volver a repetir”, dijo.
El jefe de Estado también condenó la violencia ejercida durante las manifestaciones, ya que esa «se volvió contra las propias causas del estallido”.
«Este tipo de violencia no es inocente, causa daño, alienta el odio, genera inseguridad y termina fomentando regresiones políticas antidemocráticas que no queremos para Chile”, complementó.
En ese marco, envió un mensaje a su sector político: “desde la izquierda debemos ser más categóricos que nadie al poner un dique a esas conductas, en enfrentarlas sin complejos, denunciarlas y castigarlas”.