La esposa del diputado Cristóbal Urruticoechea (Partido Republicano) cargó bencina con la tarjeta en al menos 38 ocasiones, reveló Ciper. Su hijo también empleó la tarjeta. La hija de la diputada Claudia Mix (Comunes) y el esposo de la diputada Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde) también realizaron cargas.
Familiares de algunos diputados han usado tarjetas para cargar bencina, que están destinadas exclusivamente a la labor parlamentaria. Así lo han hecho consanguíneos de los legisladores Cristóbal Urruticoechea (Partido Republicano), Claudia Mix (Comunes) o Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde).
La Cámara de Diputadas y Diputados entrega desde el 2018 una tarjeta a los parlamentarios para cargar bencina o diésel en las principales empresas distribuidoras del rubro: Copec, Shell y Petrobras (con las que la Corporación tiene un convenio).
Las tarjetas son personales e intransferibles. En el plástico se registra el número de patente del vehículo y el número de la tarjeta. Su uso contempla algunos controles. Por ejemplo, quien carga la bencina debe dictar su RUT y una clave al bombero que lo atiende en la estación de servicio.
Ciper accedió a algunas cargas realizadas con las tarjetas, con datos de entre el 2018 y el 2022. El medio detectó que la esposa e hijo del diputado Urruticoechea, Tamara Küpfer e Ignacio Urruticoechea, respectivamente, usaron la tarjeta para cargar bencina.
Küpfer cargó bencina con la tarjeta en al menos 38 ocasiones. En tanto, el hijo del diputado realizó una carga de 34 litros de diésel el 18 de enero del 2021 en San Bernardo. También lo hizo en otra ocasión, el 16 de julio del 2021, en Concón (la carga fue por $46.413).
El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, explicó que, ante la detección de que familiares de diputados usan la tarjeta, los parlamentarios se excusan con que esos parientes se encontraban junto a ellos en el vehículo. Ello no se puede comprobar. Aún así, Ciper detectó que familiares de Urruticoechea usaron la tarjeta cuando el diputado se encontraba en el Congreso.
Por ejemplo, a las 14:42 del 28 de septiembre del 2021, Urruticoechea ingresó al hemiciclo de la Cámara en Valparaíso. A las 14:55 del mismo día, su esposa cargó $46 mil pesos en bencina de 93 octanos en una estación de servicio de Los Ángeles. Los separaban una distancia de 619 kilómetros.
Lo mismo sucedió el 20 de julio del 2021. El legislador del Partido Republicano llegó a las 10:07 horas a la sesión de Sala. A las 10:49, su cónyuge cargó 48 litros de bencina en Los Ángeles.
Los familiares de Urruticoechea no son los únicos en haber usado las tarjetas. La hija de la diputada Claudia Mix, Catalina Martínez Mix, uso la tarjeta en al menos cuatro ocasiones entre diciembre del 2021 y mayo del 2022. En total gastó $160 mil pesos.
A su vez aparecen 22 cargas realizadas por Víctor Villar, un funcionario de la Municipalidad de Maipú. Entre agosto de 2019 y agosto de 2021 acumula cargas por más de $600 mil.
«La diputada Claudia Mix no tiene licencia de conducir, por lo que la conducción siempre estará en manos de una o un tercero, ya sea personal de apoyo o cercano, para apoyarla en su traslado», señalaron desde el equipo de la parlamentaria.
«Efectivamente, el conductor de turno es quien debe entregar su RUT, pero los autos asociados son exclusivamente los de la parlamentaria y su jefe de gabinete. La diputada mantiene una exigente agenda durante todo el año, incluidos los fines de semana», añadieron.
Por su parte, el esposo de la diputada Viviana Delgado, Daniel Espinoza, quien hizo al menos 14 cargas entre abril y noviembre de 2022. Delgado apuntó que su cónyuge ejerce labores de chofer ad honorem.
Por último, el diputado Boris Barrera (PC) señaló que en enero de 2020 le robaron su tarjeta de bencina. Con ella, ocuparon $1,7 millones en cargas de bencinas en tres regiones diferentes.
“Cuando nos llegó el gasto en marzo, nos dimos cuenta, le avisamos al secretario general (de la Cámara) que ese gasto no era nuestro porque había cargas fuera del distrito y de la región, o sea, imposible que fuera nuestro. Le preguntamos a la persona que usaba la tarjeta (una asesora) y claro, recordó la última vez que había echado bencina, y cuando buscó la tarjeta, ya no la tenía”, señaló Barrera.