Un total de 26 licitaciones por valor de unos 3,5 millones de euros están en el punto de mira de las autoridades niponas, que están llevando a cabo un escrutinio exhaustivo de los pasados JJ.OO. tokiotas.
La Fiscalía de Tokio y las autoridades antimonopolio de Japón están investigando aparentes irregularidades en las concesiones de las licitaciones para organizar los eventos de prueba de los pasados Juegos Olímpicos de la capital japonesa, trascendió este viernes (25.11.2022).
En el marco de esta investigación las autoridades registraron este viernes la sede de la mayor agencia de publicidad de Japón y que también colaboró en la organización de los Juegos, Dentsu, así como la de la productora de eventos Cerespo, informó la cadena pública NHK.
Según filtraciones al citado medio, Dentsu y otras empresas habrían estado negociando con anticipación a las concesiones para determinar a los ganadores de las licitaciones vinculadas a la organización de eventos de prueba de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del pasado verano.
El propio comité organizador de los JJ.OO. habría estado involucrado en las irregularidades, pues las empresas ganadoras habrían sido seleccionadas de entre una lista elaborada por el ente.
El Gobierno Metropolitano de Tokio ha abierto una investigación por su parte para indagar sobre los contratos.
Un total de 26 licitaciones por valor de más de 500 millones de yenes (unos 3,5 millones de euros) están en el punto de mira.
Aunque todas fueron gestionadas por el comité organizador, algunos proyectos fueron implementados de forma conjunta con el Gobierno regional de la capital, por lo que asumió algunos costes.
Las autoridades japonesas están llevando a cabo un escrutinio exhaustivo de los pasados JJ.OO. tokiotas tras la detención de uno de los miembros de la junta directiva del comité organizador de la cita deportiva por la supuesta recepción de sobornos.
El presunto receptor del dinero y figura central del caso es Haruyuki Takahashi (78), que se habría servido de una consultoría de su propiedad gestionada por un conocido para recibir los pagos.
Takahashi permanece en prisión mientras sigue la investigación, acusado de haber recibido cerca de 200 millones de yenes (1,4 millones de euros) de al menos cinco empresas, entre ellas varios patrocinadores del evento, entre los que destacan la editorial Kadokawa y la cadena de tiendas de trajes Aoki.