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Roberto Herrscher, director del Premio Periodismo de Excelencia: “Los 20 años del PPE muestran la vitalidad del periodismo chileno y su valor para la democracia” PAÍS

Roberto Herrscher, director del Premio Periodismo de Excelencia: “Los 20 años del PPE muestran la vitalidad del periodismo chileno y su valor para la democracia”

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Herrscher, periodista argentino especializado en crónica y escritura narrativa, toma la posta de la creadora del premio y de la carrera de Periodismo en la Universidad Alberto Hurtado, Andrea Vial, y de sus sucesores Alfredo Sepúlveda y Juan Cristóbal Peña. Bajo el liderazgo de sus predecesores, el premio creció de una sola categoría (escrito) a cuatro, se cimentó la alianza con el principal premio periodístico de Iberoamérica, el que otorga de la Fundación Gabo creada por Gabriel García Márquez, y las ceremonias anuales en las que se anuncian los ganadores y se les reconoce su labor se han transformado en reuniones ineludibles para los reporteros, editores, dueños de medios y académicos.


El escritor y académico de la Universidad Alberto Hurtado Roberto Herrscher, actual director del premio periodístico que galardona cada año los mejores trabajos en prensa escrita, audiovisual, digital y universitario, piensa que las dos décadas que cumple el PPE en 2023 son un buen momento para repasar la historia, los cambios, los triunfos y los desafíos de los medios y de la profesión.

Herrscher, periodista argentino especializado en crónica y escritura narrativa, toma la posta de la creadora del premio y de la carrera de Periodismo en la UAH, Andrea Vial, y de sus sucesores Alfredo Sepúlveda y Juan Cristóbal Peña.

Bajo el liderazgo de sus predecesores, el premio creció de una sola categoría (escrito) a cuatro, se cimentó la alianza con el principal premio periodístico de Iberoamérica, el que otorga de la Fundación Gabo creada por Gabriel García Márquez, y las ceremonias anuales en las que se anuncian los ganadores y se les reconoce su labor se han transformado en reuniones ineludibles para los reporteros, editores, dueños de medios y académicos. El actual director expresa su reconocimiento por lo hecho, a la vez que explica planes y ambiciones para los próximos años.

—¿Qué hace un argentino presidiendo el principal premio al periodismo anual de Chile?  

—¡Buena pregunta! Desde que llegué, en 2016, me sentí muy bienvenido y aceptado tanto en el Departamento de Periodismo de la UAH, donde soy el único extranjero, como en el gremio periodístico. Eso habla muy bien de la apertura a personas con otras experiencias y que traen modalidades de trabajo y contactos de otras regiones. Para mí eso representa algo que tiene la cofradía de comunicadores de este país y que, pese a las crisis y las diferentes agendas de los medios, no se ha perdido: el sentirse unidos, todos remando en el mismo bote. Por eso, puedo decir con total convicción que los 20 años del PPE muestran la vitalidad del periodismo chileno y su valor para la democracia.

¿Sabe qué? No en todos los países de Latinoamérica existe un premio como este. En otros países es impensable un premio al que se presenten medios de derecha y de izquierda en lo político y económico, conservadores y progresistas en lo social, de grupos empresariales rivales. Para que exista este premio y que se presenten medios tan variados y que sus resultados sean aceptados y considerados imparciales (aunque obviamente siempre hay polémicas), tiene que haber un espíritu de apertura y unidad que siento que es el mismo que me hace sentirme en casa siendo trasandino.

—Cuéntenos un poco de la historia. La Universidad Alberto Hurtado, que llevaba apenas 5 años desde su fundación, no era la opción más lógica para crear un premio como este, ¿no cree?  

—Absolutamente. Visto desde la distancia de casi 20 años, el empeño de la primera directora de la Escuela de Periodismo de la modesta Universidad Alberto Hurtado, Andrea Vial, parece un sueño loco. Frente a gigantes de la enseñanza del periodismo con décadas de trabajo como la Universidad de Chile, la Universidad Católica de Santiago y la Universidad Católica de Valparaíso, en nuestra casa de estudios todavía no se había recibido la primera generación de periodistas. Vial creó un premio al estilo del Pulitzer estadounidense, destinado a recibir todo lo valioso que se había publicado el año que acababa de terminar y, además, organizó una ceremonia para entregar esos premios y se alió con Ediciones Universidad Alberto Hurtado para publicar cada año el libro El mejor periodismo chileno, con los trabajos ganadores y finalistas.

—¿Cómo fue creciendo el premio con el correr de los años?  

—En los primeros años, el premio fue solo para los trabajos escritos, y hasta la irrupción de Ciper (el primer proyecto periodístico de alta calidad en investigación publicado online) los trabajos venían de diarios impresos tradicionales (como El Mercurio y La Tercera) y revistas que apostaban por estos géneros largos (como Paula, The Clinic y Qué pasa).

En la categoría escrita, durante muchos años además de crónica, reportaje y entrevista se entregaban premios a columnas de opinión. En esta década decidimos eliminar esa categoría que, si bien traía a los libros y a la ceremonia a escritores famosos, estos tenían otras instancias de publicación y reconocimiento que los que eran solo periodistas no tenían. Y además queríamos agregar otra categoría: dividir la de reportaje en dos, separando las historias centradas en lo social de los trabajos de investigación y datos.

—¿Por qué?  

—Ahora consideramos como Reportajes aquellos trabajos en profundidad que echan luz sobre problemas, desafíos, tendencias, cambios en la sociedad. Muchos de estos textos periodísticos tratan de los mismos temas que las investigaciones en ciencias sociales. Los textos sorprendentes que no responden a la pregunta clásica de “¿qué pasó?” sino a la más profunda de “¿qué nos está pasando?”

En cambio, en Investigación esperamos que se presenten reportajes de lo que usualmente se entiende como “periodismo de investigación”: búsqueda acuciosa de datos, testimonios, documentos, archivos, que muestren crímenes de estado, falencias de las autoridades y abuso por parte de poderes económicos, sociales, religiosos. Temas como violaciones de los derechos de ciudadanos, mal uso de fondos y bienes públicos, corrupción.

En las últimas ediciones del premio mejoró la calidad del periodismo de investigación por la excelente formación en las carreras de periodismo, la apuesta de medios y el financiamiento de fundaciones e instancias internacionales. Pero vemos con preocupación una disminución tanto en la cantidad como en la calidad de los textos con ambición literaria. Ya lo apuntaba en 2018 el anterior director del PPE, Juan Cristóbal Peña: están desapareciendo o reduciéndose drásticamente las revistas que publicaban textos largos, y los periodistas que escribían esas crónicas y perfiles que llevaban semanas de elaboración ahora trabajan en medios audiovisuales o en universidades.

—¿Qué conclusiones saca de este largo recorrido?  

—Primero, el valor de este camino como testimonio de los temas y personajes que jalonaron la realidad chilena en lo que va del siglo XXI. Los temas que preocuparon en cada momento a la población chilena están todos entre lo destacado por el PPE.

Hay grandes textos, reportajes audiovisuales y especiales digitales sobre los poderosos: la corrupción en todas sus variantes (ladrones de corbata y de uniforme, pícaros de engaños novedosos y antiguos, mentirosos de derecha y de izquierda). También se revela la situación de los marginados y oprimidos: historias terribles de maltrato, de infancias desamparadas y vejez en soledad.

En la primera década abundan investigaciones de violaciones a derechos humanos en dictadura; en la segunda, femicidios y abusos a mujeres y minorías sexuales, xenofobia contra inmigrantes y pueblos originarios.

Hay muchos políticos: la mayoría de las entrevistas y perfiles son sobre los que gobiernan o quieren gobernar. Desde 2006, nunca falta algo de Sebastián Piñera. Hay, pero pienso que todavía poco, sobre artistas y pensadores y, curiosamente, muy poco de deportes, una extrañeza dado su predominio en las páginas y horas de los medios. En las crónicas y reportajes priman las tragedias: asesinatos, asaltos, terremotos, desastres ambientales.

—¿Cuándo se incorporan las categorías de Audiovisual y Digital?  

—En 2010 dimos un paso ambicioso: incorporamos la categoría Audiovisual, en sus géneros Reportaje, Entrevista y Documental. Con los años desapareció “Documental” (había poco, viraba más a lo artístico que a el periodismo o la no ficción), y se agregó la sub-categoría de “Especial Audiovisual”, que permitía incluir trabajos híbridos y hechos en capítulos.

Si bien han surgido algunas productoras que ofrecen material online o vía streaming, en Chile los productos audiovisuales de relevancia e influencia siguen siendo producidos por los canales abiertos, especialmente TVN, Chilevisión, CNN Chile y Canal 13. Muy distinta es la trayectoria de la otra categoría profesional incorporada en los últimos años: la Digital.

Aquí han coexistido productos de medios tradicionales que apuestan por contenidos multimedia, como ustedes mismos o La Tercera y las radios Cooperativa y Biobío, con nuevos medios, sobre todo los que presentan creativamente datos, mapas interactivos, líneas de tiempo, estadísticas e información económica, como Fast Check, 24horas.cl, El Desconcierto o LaBot.

—Y hemos visto que en esta década se agregó el género del Podcast, que crece como la espuma…

—¡Usted lo ha dicho! En la categoría digital irrumpió en los últimos años este género de grandes posibilidades, que también se incorporó a las herramientas que se empezaron a enseñar en las carreras de Periodismo: el Podcast. Se han destacado en este campo medios especializados como Relato Nacional y Las Raras, y otros que complementan los contenidos de diarios.

—¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de mantener la reputación y la vitalidad de este premio?

—Sin lugar a dudas, conseguir nuevos, buenos e independientes jurados. En todas las categorías y desde el comienzo ha sido difícil para el equipo organizador del PPE encontrar jurados idóneos: que al mismo tiempo sepan mucho, tengan prestigio y el respeto de sus colegas y no sean ni autores ni jefes de los finalistas… ¡y que no sean siempre los mismos!

En Digital es especialmente difícil, porque los que más saben son los que lo están haciendo: estamos convencido de haber elegido muy bien grupos de siete jurados para cada categoría y de tres pre-jurados seleccionadores para cada sub-categoría o género. En todas las categorías es la calidad de los jurados y pre-jurados la que otorga al premio su lugar de relevancia actual. Son colegas muy respetados y profesores connotados los que eligen con total independencia lo mejor.

—Cómo criterio de evaluación: ¿Qué estándares deben estar a la hora de elegir a los mejores?

—Cada vez es más importante reconocer e identificar el buen periodismo, el serio, el de calidad, el ético, el periodismo de verdad y el periodismo profundo. En primer lugar: el que investiga, chequea y garantiza que lo que dice es cierto. E igual de importante: que trata con criterio ético, de respeto a las minorías y enfoque de género los temas relevantes de valor social.

Hoy la competencia es lo que publican las redes sociales, donde hay gente que no sabe lo que dice, y otros que dicen que son independientes, pero en realidad son interesados. Nos queremos separar de eso y demostrar que el buen periodismo es mejor y tiene que tener un reconocimiento y este premio es un respaldo. Nosotros esperamos que cuando se lean los trabajos premiados se vea que con todas las dificultades que hay en Chile se está haciendo excelente periodismo.

—Algunos dicen que el premio es muy centralizado. ¿Qué opina?

—Con todo lo que me gusta y me parece destacable en Chile, el centralismo es una de las cosas que creo que deben cambiar. En Santiago no se lee casi nada de lo que se hace en el resto del país, pero se está haciendo muy buen periodismo en regiones y lo que hace el PPE es leer en pie de igualdad cosas impresionantes.

El año antepasado, por ejemplo, ganó en la categoría de Reportajes una historia sobre mujeres bolivianas mulas de la droga capturadas y puestas en prisión en el norte de Chile. Era un trabajo en conjunto del diario El Mercurio de Antofagasta con El Deber de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia y se publicó en plena época por la pelea de la salida al mar en La Haya. Y también fue finalista un trabajo sobre la crisis ambiental en Putaendo que estaba armado en una versión gratuita de WordPress, pero contaba historias que no cuentan ni los grandes diarios ni los canales de televisión. Está la posibilidad de premiar medios distintos y leer historias sorprendentes.

—¿Y qué me puede decir del premio universitario?

—Fue la última categoría que agregamos, nuestro mayor orgullo, porque fue propuesto en 2009 por un grupo de alumnas y alumnos de nuestra carrera. Desde entonces, casi todos los años nuevas generaciones de alumnos se han encargado de pedir a sus colegas de otras universidades trabajos premiables y de elegir y coordinar el trabajo de los jurados. Es el que más creció en los últimos años, incluso en pandemia: en el último año participaron universidades de todo el país.

Y este año, junto con el lanzamiento de las bases de las categorías profesionales en septiembre, con la participación de los ganadores del año pasado, la coordinadora del premio Montserrat Martorell organizó un conversatorio con algunos de los últimos ganadores universitarios, de tres universidades distintas. Hasta ahora, nuestros propios alumnos solo ganaron una vez. Eso también es independencia, ¿no le parece?

—Finalmente, ¿hacia dónde piensa que debe ir el PPE en el futuro?

—Lo primero es seguir con el mismo nivel, con el legado que nos dejaron los excelentes profesionales que iniciaron y continuaron el camino. Estamos en campaña para tener muchos postulantes, hemos elegido excelentes jurados seleccionadores y finales, vamos a hacer una ceremonia de gran nivel con una invitada internacional que todavía no puedo revelar… y estamos preparando unas jornadas y talleres para discutir el mundo del periodismo, de los medios, de los libros, de las redes, de la formación y la investigación. Un equipo potente de la universidad está poniendo en valor el enorme legado de los 20 años del PPE en una página web remozada, que sirva a toda la comunidad de periodistas, estudiantes, profesores e investigadores.

Hemos hecho alianzas regionales: además de con la Fundación Gabo, con la Fundación Periodismo Patagónico del sur de Argentina y Chile, con los que hicimos un reciente festival en Bariloche y en diciembre participaremos en otro en Valdivia. Y también colaboramos con el Premio Nacional de Crónica de Bolivia.

Estamos trabajando con universidades de todo Chile para que todos nuestros productos, empezando por los libros anuales El mejor periodismo chileno, y siguiendo con variados y novedosos conversatorios y talleres, sirvan para que el Periodismo de Excelencia sea cada vez más grande y cada vez mejor.

>>> La convocatoria a participar del PPE 2023 está abierta hasta el 30 de diciembre del presente año. Para más información revisa el sitio https://ppe.uahurtado.cl/

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