«Este fallo que reconoce nuestra soberanía sobre las Aguas del Silala es producto de una política de Estado», dijo el expresidente de Bolivia Evo Morales en su cuenta de Twitter.
El expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) destacó que las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el litigio con Chile por el río Silala reconocen la soberanía de su país sobre esas aguas y que esto fue «producto de una política de Estado».
«Saludamos la sentencia de la CIJ que reconoce y consolida el derecho soberano de Bolivia sobre las Aguas del Silala y los canales artificiales. Chile, según el fallo, «no reclama ningún derecho adquirido» sobre el uso de ese recurso natural», señaló Morales en un hilo en Twitter.
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El exgobernante también aseguró que el alto tribunal de Naciones Unidas estableció que su país «tiene el derecho soberano de desmantelar esa infraestructura y cualquier reducción en el flujo de las aguas del Silala hacia Chile no constituirá una violación» boliviana a sus obligaciones internacionales.
«El tribunal más alto de justicia del mundo también determina el uso equitativo y razonable de las aguas dentro el marco de la cooperación continua entre ambos países. Este fallo que reconoce nuestra soberanía sobre las Aguas del Silala es producto de una política de Estado», añadió Morales.
También agradeció a exembajadores, excancilleres, exministros y expertos internacionales «que trabajaron con dedicación y patriotismo en esta causa».
En marzo de 2016, siendo presidente, Morales anunció que iba a presentar una demanda en la CIJ por lo que consideraba un uso abusivo del recurso hídrico del Silala por parte de Chile.
No obstante, Chile se le adelantó e interpuso en junio de ese año una demanda en el mismo tribunal para defender su teoría de que se trata de un curso internacional de aguas que deben ser compartidas, a lo que Bolivia respondió con tres contrademandas.
La CIJ subrayó este jueves en su sentencia que «no está llamada a tomar ninguna decisión» sobre la disputa entre Bolivia y Chile por las aguas del Silala, ya que las partes están de acuerdo en que se trata de un cauce internacional.
La corte consideró que la mayoría de las reclamaciones y cuestiones quedaron resueltas durante el proceso y respondió a todos los puntos con un: «Ya no tiene ningún objeto, y, por tanto, el tribunal no está llamado a tomar ninguna decisión».
El Silala nace en unos manantiales en el departamento boliviano de Potosí y cruza la frontera hacia el desierto de Atacama, una de las regiones más áridas del planeta, hasta desembocar en otro cauce en Chile.
La controversia por el Silala erosionó aún más las ya deterioradas relaciones bilaterales a causa de la centenaria reclamación marítima boliviana de un acceso soberano al océano Pacífico perdido en una guerra a fines del siglo XIX que también llegó a la corte de La Haya.
En 2018, el tribunal determinó que Chile no tiene obligación legal de negociar con Bolivia, aunque las autoridades bolivianas entienden que la sentencia no supone un impedimento para que haya un diálogo.