Diversas investigaciones confirman lo que temía: Sí, las mujeres invertimos menos que los hombres, y la principal causa detrás de este fenómeno es la desigualdad de ingresos. Sin embargo, estos resultados pueden ser engañosos. En la muestra de Morningstar, las mujeres tenían, en promedio, 20% menos ingresos que los hombres. Cuando compararon a hombres y mujeres del mismo nivel de ingresos, las diferencias de gasto y comportamiento de inversión dejaron de ser significativas.
Seguramente más de una vez les ha tocado escuchar afirmaciones del tipo:
“El mundo de las inversiones es principalmente masculino”.
“Las mujeres invierten menos que los hombres”.
“Los hombres toman más riesgos a la hora de invertir”.
¿Qué tan ciertas son estas aseveraciones?
Diversas investigaciones confirman lo que temía: Sí, las mujeres invertimos menos que los hombres, y la principal causa detrás de este fenómeno es la desigualdad de ingresos.
Una encuesta realizada por BlackRock reveló que de todo el patrimonio que manejan las mujeres, un 71% está en sus cuentas corrientes y solo un 29% invertido. Por su parte, los hombres invierten el 40% de sus activos.
Además, las mujeres no solo invertimos menos, sino que también comenzamos a hacerlo más tarde. Según Forbes, solo la mitad de las mujeres millennials ha comenzado a invertir, versus el 61% de los hombres.
Y agrego más datos. En un estudio realizado por Morningstar, los hombres declararon invertir con mayor frecuencia, tenían más confianza en sus conocimientos sobre inversiones, eran más proclives a haber realizado cambios en sus portafolios en los últimos 12 meses, y eran más propensos a considerarse inversionistas.
Con esto, a simple vista, es fácil darse cuenta que hombres y mujeres parecemos tener comportamientos financieros muy diferentes.
Sin embargo, estos resultados pueden ser engañosos. En la muestra de Morningstar, las mujeres tenían, en promedio, 20% menos ingresos que los hombres. Cuando compararon a hombres y mujeres del mismo nivel de ingresos, las diferencias de gasto y comportamiento de inversión dejaron de ser significativas.
Plot twist: Tal vez las mujeres somos mejores inversionistas
Investigando más sobre el tema, me encontré con un estudio sobre mujeres e inversiones, realizado por la empresa norteamericana Fidelity Investments (2021). Dicho estudio, tenía como objetivo recolectar insights de las actitudes y comportamiento de las mujeres al manejar sus finanzas y, específicamente, al invertir.
Les comparto algunos resultados que me parecieron interesantes:
Pero a mi juicio, el resultado más sorprendente es el siguiente: Durante un periodo de diez años, las clientas de Fidelity ganaron en promedio 0,4 puntos porcentuales más al año que sus pares hombres.
Quizás esto no parezca mucho, pero al paso de unas cuantas décadas, gracias al famoso interés compuesto, las mujeres podrían sumar mucho más.
¿Por qué las mujeres registraron consistentemente mejores retornos de inversión que los hombres? La respuesta es simple: durante esos 10 años las mujeres hicieron la mitad de las transacciones que los hombres.
Con esto, imposible no preguntarse por qué los hombres compran y venden tanto. Barber y Odean se lo atribuyen a una excesiva confianza en sí mismos. ¿Y de dónde viene este exceso de seguridad? The New York Times cita al neurocirujano William J. Bernstein para explicarlo. Él pone sobre la mesa un componente biológico: la testosterona. Esta hormona aumenta la ambición, reduce el miedo y contribuye al exceso de confianza.
La paradoja: a pesar de tener mejores resultados, solo 1/3 de las mujeres se consideran a sí mismas “inversionistas”
Paradójicamente, el estudio de Fidelity reveló que, a pesar de tener mejores resultados, las mujeres tienen menos probabilidades de verse a sí mismas como inversionistas, y declararon tener menos confianza en sus conocimientos de inversión.
En esa línea, solo un 42% se siente confiada en sus habilidades de ahorrar para el largo plazo, un 33% siente confianza en sus habilidades financieras, y solo un 14% de las mujeres afirman saber mucho sobre ahorro e inversión.
Aquí hay un camino claro en el que avanzar. Los resultados del estudio, desde mi punto de vista, sugieren que, a la hora de invertir, las mujeres sentimos que tenemos un recorrido más ligado al aprendizaje. Pero, además, que es menos probable que el sentirnos grandes inversionistas nos lleve a cometer errores basados en el exceso de confianza.
¿Por qué esto es importante?
Los datos nos ayudan a poner en perspectiva el tema y entender que hay mucho por avanzar en términos de educación financiera entre las mujeres.
Lograrlo es clave si consideramos que, tal como están las cosas actualmente, un hombre al jubilarse tiene hasta 3 veces más activos que nosotras.
Y eso que nosotras vivimos más años, nos jubilamos antes, tenemos más lagunas y aún lidiamos con la brecha salarial.
El que las mujeres invirtamos, nos ayuda a acortar la “gender gap” con éxito porque, tal como lo muestran los datos, tenemos la capacidad de invertir disciplinadamente y mirando el largo plazo. ¡Muy importante!
Hay cosas que no podemos cambiar tan fácilmente, pero es imperativo lograr que más mujeres entiendan la importancia de ahorrar e invertir para lograr la libertad financiera.
BONUS: ¿Qué ocurre en los Fondos de Coopeuch DVA?
Escribiendo esta columna, me entró la curiosidad: ¿cuántas inversionistas hay en los Fondos de Coopeuch DVA? Les dejo algunos datos para aterrizar el tema a nuestro país.
Un 34% de los inversionistas son mujeres, versus un 66% de hombres.
Isabel Morales
Analista de DVA