El controvertido proyecto, que retrasa la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64, recibió 193 votos a favor y 114 en contra, con 38 abstenciones.
El proyecto de reforma de las pensiones fue aprobado este jueves por el Senado francés por un margen cómodo gracias a la amplia mayoría en la cámara de legisladores liberales y conservadores.
El controvertido proyecto, que retrasa la edad mínima de jubilación de los 62 años actualmente a 64, recibió 193 votos a favor y 114 en contra, con 38 abstenciones.
El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, mostró su “satisfacción” por el resultado, en unas declaraciones en los pasillos del Senado en las que insistió en que la reforma responde a la “necesidad” de restablecer el “equilibrio financiero” del sistema público de pensiones.
El texto legislativo será debatido esta tarde en la Asamblea Nacional, a partir de las 14.00 GMT, donde la mayoría no está del todo clara.
Antes de eso, el presidente francés, Emmanuel Macron, mantendrá a mediodía una nueva reunión con los jefes de los grupos parlamentarios favorables a la reforma, después de mantener un desayuno con ellos esta mañana, para determinar si hay suficiente apoyo entre los diputados.
En este sentido, Dussopt aseguró que el Gobierno tiene una determinación total de “construir una mayoría” suficiente en la Asamblea.
En cambio, el líder histórico de la formación izquierdista La Francia Insumisa, Jean Luc Mélenchon, apeló por Twitter a los diputados a “corregir esta negación de la democracia” que para él supone votar un proyecto que tiene, según las encuestas, el rechazo del 68 % de los franceses.
Algunas fuentes del Gobierno han deslizado la posibilidad de que se recurra a la excepcionalidad del artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar un texto legislativo sin votación parlamentaria, aunque acudir a ese mecanismo sin los votos podría ser visto como una forma de fracaso político de Macron.
Los líderes de los principales sindicatos se concentrarán antes de la votación ante la sede de la Asamblea Nacional para recalcar su oposición a la reforma.
El secretario general del principal sindicato francés, CFDT, Laurent Berger, advirtió esta mañana en una entrevista radiofónica de que si la reforma es aprobada creará un “resentimiento” entre los trabajadores que puede ser explotado por la ultraderecha de Marine Le Pen.
Mientras se desarrolla esta jornada clave en las dos cámaras del Parlamento francés, hoy continúan los paros en diversos sectores económicos (ferrocarril, energía, refinerías), y por ejemplo hoy vuelven a estar anulados un 20 % de los vuelos del aeropuerto parisino de Orly debido a una huelga de controladores.
Por otra parte, el prefecto (delegado del Gobierno) de París, anunció la pasada noche que requerirá legalmente a los trabajadores de limpieza para retirar la basura acumulada por la huelga de la capital, en cuyas calles hay miles de toneladas de desechos tras un paro que dura ya diez días.