El caso que afecta a Revolución Democrática deja sus primeros damnificados. El académico y cientista político Juan Pablo Luna escribió una carta en que señala que conocidos los hechos se comunicó con Daniel Andrade, ex director ejecutivo y fundador de Democracia Viva, para expresarle que deseaba salir de la fundación, a lo que Hernández le señaló que debía hacerlo a través de una notaría. “Firmé mi renuncia en cuanto me fue posible, el 16 de junio”. Aquí reproducimos íntegramente la carta donde Luna explica su vinculación con la fundación y el trabajo que alcanzó a realizar con ellos.
La separación de aguas de Juan Pablo Luna de la Fundación Democracia Viva es otra señal de la distancia que están tomando académicos, intelectuales y miembros de la sociedad civil de Revolución Democrática. A la renuncia de Luna también se supo de la salida del consejo asesor de Democracia Viva de Kathya Araujo, psicóloga y académica de la Universidad de Santiago.
Todos estos alejamientos se producen tras conocerse la polémica triangulación de dinero entre militantes de ese partido político que participaban en la fundación, el Serviu de Antofagasta y el ministerio de Vivienda y Urbanismo.
El mundo intelectual, académico y de la sociedad civil fueron muy relevantes en la formación y sostén de Revolución Democrática dado que el partido era visto como una organización más vinculada a la calle, que venía con nuevos ímpetus y nuevas maneras de hacer las cosas en política. La desvinculación de Araujo y Luna de Democracia Viva es una prueba del malestar que ha producido el caso en este sector.
Aquí reproducimos íntegramente la carta de Juan Pablo Luna:
“Cuando se constituyó la Fundación, estimo que a mediados del año pasado, me solicitaron ser parte del Consejo Asesor. Colaboré con ellos como consejero externo, ad honorem, rol en el que participé en un par de reuniones telemáticas durante el año pasado.
Desde ese rol comenté puntualmente el diseño de una investigación que en la Fundación estaban desarrollando sobre la fallida Convención Constituyente. Ese informe se presentó el 31 de mayo de este año, en un evento en el que ofrecí mis comentarios. Esto es algo que en mi rol como investigador hago frecuentemente con distintos tipos de organizaciones.
A principios de este año Daniel Andrade me solicitó como consejero asumir en lo posible un rol más activo, y se me dijo que la Fundación buscaba integrar nuevas personas. En ese momento, me solicitaron mis datos personales. El 8 de Marzo participé de una reunión en que se me mencionó como director a lo que no le di mayor importancia pues en ningún momento firmé algún documento ni asumiendo ese cargo ni ejerciéndolo.
Luego de esa reunión participé de un par de reuniones telemáticas adicionales, en las que se comentaron brevemente otros proyectos que la Fundación tenía. Hubo otras reuniones a las que no asistí, porque tenía otros compromisos. Aunque en alguna de esas reuniones se mencionaron actividades en Antofagasta, yo desconocía absolutamente los alcances del proyecto. Ni en esta ocasión ni en otras reuniones recuerdo se hayan comentado las circunstancias de asignación de proyectos.
Al conocer más sobre la situación, en función de los primeros trascendidos de prensa, le informé a Daniel Andrade que deseaba desvincularme completamente de la Fundación. Ante ello me señaló que debía para ello pasar a firmar un acta de renuncia a una notaría. Firmé mi renuncia en cuanto me fue posible, el 16 de Junio”.
*Juan Pablo Luna es PhD en Ciencia Política en la Universidad de Carolina del Norte, profesor titular del Instituto de Ciencia Política y Escuela de Gobierno de la Pontificia Universidad Católica de Chile, investigador asociado del Instituto Milenio Fundamento de los Datos; investigador del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, CAPES e investigador asociado del Instituto Milenio, para la Investigación
en Violencia y Democracia, VIODEMOS. Es también autor del libro “Segmented representation: political party strategies in unequal democracies” (Oxford University Press 2014) y de “En vez del optimismo. Crisis de representación política en el Chile actual” (Catalonia, CIPER 2017). Entre sus artículos destacan “¿Notas para una autopsia? Los partidos políticos en el Chile actual” (2012) junto a Fernando Rosenblatt, y “Chile’s crisis of representation” (2016).