Tras siete días de alto el fuego, el cielo de Gaza volvió a resonar con el sonido de misiles y explosiones.
Minutos después de haber terminado el plazo para poder extender la tregua, Israel confirmó que había reanudado los ataques contra Hamás en la Franja.
En un post publicado en X (conocida antes como Twitter), las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que Hamás había abierto fuego contra Israel , violando así los término acordados para la tregua que permitió la liberación de 110 rehenes capturados por Hamás y 240 prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Hamás, por su parte, responsabiliza a Israel de haber violado el acuerdo de tregua al no permitir la entrada de combustible al norte de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó que más de 100 personas han muerto en las primeras tres horas desde que se reanudaron los ataques.
“Esta mañana quedó absolutamente claro que la guerra se ha reanudado”, comentó el experto en Medio Oriente y enviado especial de la BBC, Jeremy Bowen.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Hamás de no haber cumplido con su palabra de liberar a todas las mujeres rehenes como se había acordado.
También se refirió a unos ataques con cohetes por parte de Hamás que supuestamente sufrió Israel esta mañana.
Además reafirmó en un comunicado publicado por su oficina en redes sociales que sigue el compromiso de lograr sus objetivos: liberar a los rehenes, eliminar a Hamás y “garantizar que Gaza nunca supondrá una amenaza a los residentes de Israel.
Según le dijo a la BBC una fuente cercana a las negociaciones, Hamás no estaba dispuesta a liberar a los hombres israelíes retenidos en Gaza en las mismas condiciones que a las mujeres y los niños rehenes.
Al tiempo que se informaba de ataques en el norte de la Franja de Gaza, esta mañana, aviones israelíes lanzaron octavillas sobre zonas situadas al este y al norte de la ciudad de Jan Yunis, en la zona sur del territorio.
Por primera vez, incluían un código QR que enlazaba con un mapa de la Franja de Gaza, desglosado en cientos de bloques identificados con números.
En un comunicado, las FDI afirman que el mapa está diseñado “para permitir a los residentes de Gaza orientarse y entender las instrucciones, y evacuar desde lugares específicos por su seguridad si es necesario”.
Sin embargo, Paul Adams, corresponsal de temas diplomáticos de la BBC, explicó que el nuevo enfoque plantea una serie de interrogantes.
“Los folletos de esta mañana no parecían referirse a ninguno de los bloques numerados. Un mensaje en árabe se limitaba a decirles a los residentes de cuatro zonas nombradas (pero no numeradas) que ‘evacuen inmediatamente y se dirijan a los refugios de Rafah’”, comentó Adams.
El mensaje termina con las palabras: “Han sido advertidos”.
James Elder, portavoz de la Unicef, declaró en el programa Newsday del Servicio Mundial de la BBC que la situación en el sur de Gaza en estos momentos es “aterradora”.
Afirmó que es “horrible para la gente” y que “se ve el miedo en sus caras”.
James afirma que se encuentra en un hospital del sur de Gaza y que un ataque impactó a una distancia de entre 50 y 100 metros de las instalaciones.
Dice que el hospital estaba “desbordado” con miles de personas, y que algunas familias llevan semanas viviendo allí en colchones.
Describió el fin del alto el fuego como “la pesadilla que todo el mundo temía” y advirtió de que la lluvia y las malas condiciones sanitarias causarían más muertes.
Horas antes de reanudarse los ataques, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió con el primer ministro israelí durante su visita a Medio Oriente.
Blinken declaró que funcionarios israelíes le habían comunicado su intención de reanudar las operaciones militares en algún momento, y que él pidió ciertos requisitos:
Según Jeremy Bowen, “la dirección a seguir estaba clara”.
“Los israelíes, que habían dicho sistemáticamente que tras la pausa -en la que se liberaron rehenes y se permitió el acceso de ayuda humanitaria a Gaza- las hostilidades se reanudarían, se mostraron inflexibles al respecto”.
Bowen señaló que “Netanyahu está sometido a una gran presión, sobre todo por parte de los ultraderechistas que apoyan a su gobierno, para que vuelva a la guerra”.
“Los combates iban a reanudarse por todas estas razones y en particular porque el objetivo de Israel de destruir a Hamás -establecido al comienzo de la guerra- aún no se ha cumplido”.