Publicidad

Estos son los mejores hospitales y clínicas de América Latina

Publicidad


Buenos días, ¿cómo estás hoy? Bienvenido a esta nueva entrega de Efecto Placebo, el newsletter de Salud de El Mostrador.

Por estos días, los hospitales siguen encabezando las noticias en salud: presupuesto, falta de insumos, problemas sanitarios… En este escenario, recibí un ranking de hospitales (públicos y privados) de América Latina. Una sola entidad chilena está en el listado (en el puesto 40), porque fue la única que entregó información, lo que deja en evidencia un tema del que nadie habla: la falta de transparencia en todos los indicadores de las entidades –públicas y privadas– que tienen en sus manos nuestra salud y nuestra vida.

Elegimos –si tenemos esa suerte– un hospital o clínica sin saber, por ejemplo, las tasas de mortalidad, de infecciones y reingresos que tienen. O la dotación de especialistas acreditados.

  • Además, incluí una investigación chilena que busca la fórmula más efectiva de tratamiento para la artritis reumatoide de la población local. El bioquímico Roberto Díaz explica de qué se trata.
  • Aunque suene divertido, el síndrome de trasero muerto existe. Te dejo una prueba para que averigües si sufres de esta afección y, también, algunos consejos que te pueden ayudar a superarla.

¿Te gusta el café? En la sección Mito o Verdad podrás saber si esta bebida (así como otras con cafeína) protege o deteriora la función cognitiva. Y en El chat con el especialista, aprovechando que hoy es el Día Mundial de la Diabetes, hablé con Felipe González, un profesor que vive hace 18 años con esta enfermedad y que entrega su testimonio.

  • Antes de comenzar, quiero invitarte a que compartas Efecto Placebo, así nuestra comunidad crecerá más cada día. Si aún no te sumas, o si alguien que te aprecia te compartió este boletín, te invito a que te Inscribas gratis, para que no te pierdas nuestros contenidos de salud y bienestar.
1

Los mejores centros de salud de América Latina

Desde hace 16 años se realiza el Ranking IntelLat de los mejores hospitales (también clínicas) de América Latina. Es el estudio más exigente en cuanto a la información que se recolecta de los centros hospitalarios, que en total responden 163 preguntas y abren más de mil datos.

El fin es analizar e identificar cuáles tienen mejor desempeño en gestión general y clínica en nueve dimensiones: seguridad y resultados clínicos; personas; creación de conocimiento; eficiencia; tecnología; telemedicina y home hospital; sostenibilidad; experiencia del paciente; prestigio local y regional.

  • Este año –el ranking se publica hoy–, el Hospital Israelita Albert Einstein de Morumbi en Sao Paulo lidera la medición general. En su presentación web resalta sus acreditaciones, cosa que no se ve mucho en nuestra región. El Einstein, como lo llaman, es el primero también en conocimiento, prestigio, personas, telemedicina y experiencia del paciente.
  • En segundo lugar figura el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, que además es primero en la dimensión de tecnología.
  • Y en tercer lugar se ubicó el Hospital Italiano de Buenos Aires, que lidera en las categorías de seguridad y sostenibilidad.
  • En cuarto lugar está el Hospital Moinhos de Vento de Porto Alegre; en quinto, el Hospital Alemán de Buenos Aires; en sexta posición, la Fundación Cardiovascular/Hospital Internacional de Bucaramanga, Colombia; el séptimo lugar lo ocupa el Centro Médico ABC de Ciudad de México;  octava resultó la Clínica Imbanaco de Cali, Colombia; noveno está el Hospital Punta Pacífica de Ciudad de Panamá; y en décimo lugar, el Hospital Clínica Bíblica de San José de Costa Rica.

El único hospital o clínica nacional en el ranking es el Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río, en el lugar 40.

El ranking también incluye un estudio de las principales “marcas” de hospitales en nueve países (gráfico 1, gráfico 2, gráfico 3). Este se realizó a través de una encuesta respondida por más de 8.600 profesionales de la salud de América Latina, que entregaron su percepción sobre los hospitales de la región. En Chile respondieron la encuesta 735 profesionales sanitarios. Algunos de los principales hallazgos son:

  • La Clínica Alemana lidera entre los hospitales.
  • A pesar de la crisis por la que ha pasado, la Clínica Las Condes está dentro de las que tienen mayor prestigio en América Latina (en el top 10). Sin embargo, en Chile, la institución cae al séptimo lugar en prestigio y es superada por Clínica Alemana, UC Christus, Clínica Santa María, Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Hospital Luis Calvo Mackenna y Hospital Guillermo Grant Benavente (Concepción).

Falta transparencia y acreditación

¿Por qué solo un hospital chileno está en el ranking? Simplemente porque ningún otro participó de la encuesta. Es importante mencionar que ser parte de este estudio es voluntario, pero los mejores hospitales de la región participan para compararse con los mejores y también contra sí mismos. En todo el mundo, estar en los rankings da prestigio y demuestra transparencia. En Colombia, a diferencia de Chile, 28 hospitales mostraron sus datos.

¿Qué ocurre en Chile, a diferencia de Colombia, donde también hay problemas presupuestarios, que casi no existe disposición a transparentar información?

  • Colombia cuenta con un sistema de acreditación nacional –Icontec, validado por ISQUA, que es un estándar internacional europeo, creado en 1985 en Italia, al alero de la OMS– establecido en todo su sistema hospitalario y que incluye a todos los hospitales del país. En Chile, solo los hospitales públicos alcanzaron a acreditarse por el sistema chileno, promovido por la Superintendencia de Salud desde 2009 y que tuvo un impulso en 2016 por la incorporación de la Acreditación en la Garantía de Calidad exigible en el Decreto GES.

¿Qué pasa con los centros de salud en Chile? Responden Ricardo Zisis y Luis Felipe Abarca, director ejecutivo y director de Estudios, respectivamente, de IntelLat:

“El sistema de salud chileno cuenta con buenos indicadores y sus profesionales son bien valorados a nivel internacional, además de que algunos de sus hospitales están entre los de mayor prestigio en América Latina. Sin embargo, pocos se someten a la presión externa (como se le llama en la literatura), a los procesos de acreditación o el benchmarking (comparación de resultados clínicos), que según la literatura contribuyen de manera relevante a mejorar la calidad. Por ejemplo, solo un hospital chileno (la Clínica Alemana de Santiago) actualmente cuenta con la acreditación de la Joint Commission International (JCI), la acreditación de mayor prestigio en el mundo, de origen estadounidense, que se enfoca especialmente en seguridad del paciente”.

  • A modo de comparación, Bangladesh tiene 2 hospitales acreditados en JCI, y España, 36. Otros países de América Latina tienen más instituciones acreditadas. A continuación, la cantidad de instituciones acreditadas por país, a noviembre de 2024: Argentina: 5; Aruba: 1; Bahamas: 1; Bermudas: 1; Brasil: 75; Chile: 1; Colombia: 6; Costa Rica: 2; Ecuador: 1; Islas Caimán: 5; México: 11; Nicaragua: 1; Panamá: 2; Perú:13; República Dominicana: 1.

En Chile tampoco hay instituciones certificadas en la acreditación de experiencia del paciente Planetree. Esta es una acreditación relativamente nueva y solo 4 hospitales de América Latina cuentan con este sello. Tampoco hay hospitales carbono neutrales, como sí los hay en el resto de la región.

¿Cómo elegir dónde operarse, por ejemplo?

“Por lo general, los pacientes van donde mejor les cubre su seguro de salud, esa decisión no se basa en datos confiables. Desde una mirada más bien comercial, las propuestas de valor de los hospitales solo se sustentan en la percepción de calidad, que adolece de mucha asimetría de información. Por ejemplo, una persona de la tercera edad con una patología crónica se puede afiliar a una isapre porque tiene convenio (o incluso es dueña) con un prestigioso hospital (clínica, para ser más claro), pero en realidad los médicos con las especialidades y con la mayor experiencia sobre esa patología están en otro hospital”, señala Luis Felipe Abarca.

El estudio plantea:

  • La acreditación fija estándares en estructura, procesos y resultados de acuerdo con los diversos tipos de hospitales y las poblaciones a las que atienden, según un tercero imparcial, que permite generar procesos de mejora continua en la calidad.
  • La transparencia cumple un papel similar y tanto la acreditación como la transparencia permiten a los pacientes poder formarse un juicio en relación con las características de las instituciones hospitalarias y qué exigir al respecto en los diversos servicios que reciben, contribuyendo a crear una cultura de mejora continua en la calidad de la gestión hospitalaria. Todo esto beneficia a las instituciones, a los profesionales, a los pacientes y a sus familiares. En último término, lo que no se mide, no mejora.  

Ricardo Zisis explica:

  • “En último término, puede que una persona decida por un hospital solo porque está más cerca de su casa, porque se lo recomendó un amigo o porque cree que es un buen lugar para atenderse, porque sus campañas de publicidad le hacen pensar que es una institución seria. Pero en ninguno de estos casos hay datos objetivos, confiables, que justifiquen los respectivos juicios», dice Zisis.
  • Y agrega: «¿Por qué, entonces, decisiones tan importantes no se fundamentan en datos e información de calidad? El tema de fondo y lo malo de que los hospitales no se acrediten y no haya un sistema nacional de acreditación de calidad extendido y al que adhieran todos los hospitales (y no solo los públicos), es que no hay una cultura de calidad extendida en todo el sistema. Porque la calidad hospitalaria va mucho más allá de los servicios de hotelería –lo que es parte de lo que se llama la experiencia del paciente– o que los edificios sean bonitos y que los hospitales tengan robots, que a veces incluso no se ocupan».
  • «De hecho, muchas veces son cosas que no se pueden ver a simple vista, como las tasas de mortalidad, de infecciones y reingresos, de las que casi no se habla. No hablan los hospitales y tampoco los médicos, tampoco las autoridades de salud”, advierte.

Quedan muchas preguntas sin respuestas: ¿qué tanta investigación hacen los hospitales chilenos, qué tan eficientes son, cuál es la calidad de las principales especialidades, cuáles son las dotaciones de médicos y enfermeras, y de qué especialidades y subespecialidades?

Y también: ¿cuánto invierten los hospitales en tecnología y en experiencia del paciente y en reducir sus emisiones, qué tan eficientes son los hospitales privados (clínicas), cuáles hacen ensayos clínicos, especialmente dirigidos a los pacientes cuya última esperanza puede ser uno de estos estudios?

2

Artritis reumatoide: científico chileno busca personalizar el tratamiento

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune crónica, que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo. Afecta principalmente las articulaciones, causando inflamación, dolor, rigidez y eventualmente la destrucción del cartílago y el hueso. En algunas personas, la afección puede dañar distintos sistemas corporales, incluyendo la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

  • La artritis reumatoide puede provocar dolor, hinchazón y deformidad. A medida que los tejidos que recubren las articulaciones (membrana sinovial) se inflaman y engrosan, se acumula líquido y las articulaciones se deterioran.
  • Se estima que, a nivel mundial, el 1% de la población sufre de artritis reumatoide y en Chile la cifra alcanza a cerca del 0.6%, dándose en mujeres la mayor prevalencia.
  • La aparición de artritis está asociada a la presencia de determinados alelos de genes implicados en la respuesta inmune, genes HLA principalmente. Esto ocurre en todas las poblaciones, con mayor o menor intensidad y, por supuesto, también en la chilena.

Actualmente, una vez que se diagnostica a un paciente de artritis reumatoide, el tratamiento con fármacos modificadores de la enfermedad comienza habitualmente con metotrexato. Este es un fármaco bien tolerado, pero en ocasiones no da el resultado esperado y debe retirarse o, más frecuentemente, complementarse con otros fármacos, principalmente anti-TNF (como infliximab, adalimumab, etanercept, golimumab o certolizumab).

Sin embargo, cada paciente tiene una respuesta diferente a cada uno de ellos y las causas son multifactoriales. Entre esos factores está la genética de cada individuo. El no poder conocer previamente cuál es el más adecuado para cada uno, causa que la terapia anti-TNFα resulte poco efectiva hasta en el 30-40% de los pacientes.

  • El bioquímico chileno y profesor asociado de la Universidad Autónoma, Roberto Díaz, está trabajando en identificar biomarcadores genómicos que predigan la respuesta a tratamientos biológicos y encontrar patrones que ayuden a predecir si un paciente responderá a un tratamiento.
  • “En este aspecto centramos el estudio en la farmacogenómica –una rama de la ciencia que estudia cómo las diferencias en nuestro material genético pueden influir en la forma en que respondemos a los medicamentos– de la artritis reumatoide. Si bien todavía estamos en la fase de análisis, los resultados preliminares son prometedores y esperamos desarrollar herramientas que permitan estratificar a los pacientes de acuerdo con su buena o mala respuesta a la terapia”, explica Díaz.

Agrega que esta información será clave para personalizar los tratamientos, es decir, adaptar el medicamento más adecuado para cada persona, lo que podría reducir los efectos secundarios y aumentar las probabilidades de éxito.

  • “Esta aplicación de la medicina personalizada está avanzando en la reumatología y podría mejorar mucho la calidad de vida de los pacientes, al ir ofreciendo terapias más eficaces y seguras desde el principio”, afirma el investigador.

En el marco del proyecto (financiado por Fondecyt), Díaz está conformando un consorcio con otros científicos –de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú y España– que están recolectando muestras biológicas de pacientes con artritis reumatoide. Los análisis preliminares sugieren que determinadas variantes genéticas previamente asociadas con la enfermedad en poblaciones de ascendencia europea no tienen el mismo efecto en poblaciones latinoamericanas.

  • “Esto subraya la importancia de estudiar el riesgo genético en poblaciones infrarrepresentadas en estudios genéticos, como la chilena, ya que podría conducir a la identificación de nuevos factores de riesgo específicos de estas poblaciones. Esperamos concluir los análisis el próximo año”, dice el bioquímico.
3

Averigua si tienes el síndrome de trasero muerto

¿Has contado cuántas horas al día pasas sentado? Es normal sentirse algo rígido, con dolor en la zona lumbar y las caderas cuando se mantiene una postura durante mucho tiempo. Pero también puedes sufrir el síndrome de trasero muerto o amnesia glútea. Una condición que impide que los músculos de los glúteos hagan su trabajo –estabilizar la pelvis, la cadera, levantar la pierna y girar el muslo, además de actuar como base de la columna vertebral–, lo que afecta la alineación del cuerpo completo. Todo, debido a la inactividad.

  • «Nuestros cuerpos no están diseñados para estar sentados durante largos períodos. Así que, si permaneces en tu trasero durante muchas horas al día, puedes tener problemas”, dice la especialista clínica en fisioterapia de la Universidad Michigan Medicine, Kristen Schuyten, en una publicación de la Facultad de Medicina de esa casa de estudios.
  • Esto sucede porque un estilo de vida sedentario puede hacer que los flexores de la cadera se tensen y que los músculos glúteos se alarguen, lo que conduce a una activación muscular ineficiente. “Ambos músculos necesitan acortarse y alargarse de manera opuesta. Pero esa función interconectada se ve comprometida cuando el rango de movimiento está restringido”, explica Schuyten. Y, de paso, hace que otros músculos trabajen más duro para compensar.

No significa que tu trasero esté «muerto»: el término es simbólico. «Tus músculos siguen ahí, solo que no se están activando de manera eficiente”, puntualiza la fisioterapeuta.

Esta «muerte» ocurre más rápidamente que el tiempo que se necesita para revertir los efectos. Volver a la normalidad lleva muchas más horas de ejercicios y movimientos. Puedes sentir síntomas en otro lugar, como dolor de espalda, de rodilla, de pies y problemas de equilibrio.

Cuando se activa un músculo, como los bíceps o los cuádriceps, por ejemplo, puedes verlos abultados. En el caso de los glúteos, al igual que ocurre con el tronco, es más difícil de detectar esa activación. Aquí te dejo unas pruebas sencillas para evaluar tu trasero.

  • Ponte de pie sobre una pierna y deja colgar la otra. El glúteo del lado que cuelga se sentirá blando. Ahora, pon peso en esa pierna y aprieta fuerte el trasero. Sentirás que el músculo se reafirma sutilmente. Si está débil, es posible que tengas que apretarlo varias veces antes de notarlo.
  • Para otra prueba, intenta un puente de glúteos. Acuéstate boca arriba en una superficie firme (no sirve la cama) y levanta las caderas en el aire. Cuando las caderas se despeguen del suelo, activa conscientemente los glúteos. Haz de 5 a 10 repeticiones. Sentirás que te arden un poco. Si no es así, pero notas una tensión extrema en los isquiotibiales –los músculos de la pierna situados justo debajo de las nalgas–, es señal de que los glúteos no están activados.
  • Acuéstate boca abajo en el suelo y, con las piernas estiradas, eleva una pierna concentrándote en sentir el glúteo. Si sientes molestia en el área lumbar o en la parte trasera del muslo, estás con amnesia del glúteo. Seguramente, ya has sentido malestar lumbar o dificultad para distinguir si se contrae el glúteo.

Se puede prevenir: levantándose cada hora para caminar o subir y bajar un tramo de escaleras. Si no puedes moverte de donde estás, los especialistas aconsejan realizar apretones de glúteos y estiramientos de isquiotibiales mientras estás sentado.

Esos sencillos pasos ayudan a alargar las áreas estrechas, estimular el flujo sanguíneo para calentar los tejidos y despertar un trasero muerto.

4

MITO O REALIDAD: el café aumenta el deterioro cognitivo

¿Cuántos cafés tomas al día? ¿O prefieres el té, el mate, una gaseosa cola? Todos tienen cafeína, en distintas proporciones, claro, pero todos tienen. El efecto de la cafeína en la salud y concretamente en la del cerebro y en el riesgo de desarrollar trastornos cognitivos, ha sido un tema de debate entre los investigadores, principalmente porque los resultados han sido diversos y a veces inconsistentes. Hoy entra en juego la edad y, también, la cantidad de cafeína que se toma por día.

  • Un estudio reciente –presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2024, en julio pasado– señala que el consumo de más de tres tazas de café al día se asocia con un deterioro cognitivo más acelerado en personas mayores de 60 años.
  • La investigación “Moderate coffee and tea consumption is associate with slower cognitive decline: data from the UK Biobank”, incluyó a 8.451 personas adultas cognitivamente sanas, en su mayoría mujeres (60%) y blancas (97%), mayores de 60 años (edad promedio: 67,8 años) del UK Biobank, un recurso de investigación a gran escala que contiene información genética y de salud en profundidad y desidentificada de medio millón de participantes del Reino Unido.
  • Los sujetos del estudio tenían un índice de masa corporal (IMC) medio de 26 y aproximadamente el 26% era portador del gen de la apolipoproteína épsilon 4 (APOE e4), que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. El equipo de investigación dividió el consumo de café y té en: alto (+ de 4 tazas), moderado (3 tazas) y nulo (ninguna taza).
  • Luego, analizó el impacto de distintas cantidades de café en la inteligencia fluida, un aspecto de las funciones cognitivas que engloba la capacidad de resolver problemas nuevos, adaptarse a situaciones, razonar de manera abstracta, el reconocimiento de patrones y el pensamiento lógico. A diferencia de la inteligencia cristalizada, que se basa en conocimientos acumulados.
  • “Existe un viejo dicho que afirma que el exceso de algo no es beneficioso. Todo se trata de equilibrio, por lo que el consumo moderado de café es aceptable, pero el consumo excesivo probablemente no sea recomendable”, explicó en Medscape la investigadora en neurociencia del Advent Health Research Institute de Orlando, Estados Unidos, y autora principal, Kelsey Sewell.

Otros estudios observacionales y epidemiológicos indican que la ingesta de café y té tiene efectos beneficiosos sobre ictus, insuficiencia cardíaca, neoplasias malignas, diabetes y enfermedad de Parkinson.

  • Para proporcionar una respuesta más definitiva, los investigadores de la Universidad Médica de China dirigidos por Ying Zhu y Chun-Xiang Hu realizaron una revisión actualizada de la literatura. Esto incluyó la realización de un metaanálisis, que en esencia es una gran investigación que analiza muchos estudios a la vez. Para que los estudios se considerasen de alta calidad y aceptables para ser incluidos en el metaanálisis, se requería que cumplieran con criterios estrictos.
  • Se seleccionaron 22 estudios de cohorte y 11 estudios de casos y controles publicados entre 1990 y 2019. Esto involucró a 389.505 participantes, de los cuales 18.459 incluyeron casos de trastornos cognitivos. Este metaanálisis demostró que el consumo de 2,5 tazas de café/día minimiza el riesgo de EA, y 1 taza/día de ingesta de té conduce a una reducción del 11% en los déficits cognitivos.

Entonces, si eres menor de 60 años y bebes hasta 3 tazas por día, estás dentro del nivel protector. Si eres mayor y no sobrepasas las 3 tazas diarias, el deterioro cognitivo –según el estudio– no tendría que acelerarse por causa de la cafeína.

5

CHAT CON EL ESPECIALISTA: diabetes, una epidemia mundial

Hoy, 14 de noviembre –cuando se conmemoran 103 años del descubrimiento de la insulina–, es el Día Mundial de la Diabetes. Este año el lema promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “Rompiendo barreras, cerrando brechas”, “que refuerza el compromiso de reducir el riesgo de diabetes y garantizar el acceso a un tratamiento y una atención equitativos».

  • En Chile hace 10 años unas 850 mil personas vivían con diabetes. Hoy esa cifra se duplicó, alcanzando 1 millón 700 mil. Números que ubican al país por sobre México, Argentina y Estados Unidos y con la mayor cantidad de pacientes diabéticos de Sudamérica.
  • Este aumento se debe principalmente a factores que están conectados y que podríamos controlar, como: aumento de peso, sedentarismo, consumo en exceso de alimentos procesados. Pero decirlo es fácil; hacerlo, no tanto.

La diabetes es una enfermedad metabólica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo puede producir daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Los principales síntomas son necesidad de orinar con frecuencia, pérdida de peso, cansancio, falta de energía y mucha sed.

Existen dos tipos principales –entre otras– de diabetes: tipo 1 y tipo 2.

  • La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en que se produce destrucción de células B del páncreas, que conduce a deficiencia absoluta de insulina, porque el cuerpo no la produce. Generalmente, se manifiesta en niños y adolescentes.
  • La diabetes tipo 2 se produce debido a una pérdida progresiva no autoinmune de la adecuada secreción de insulina de las células B, del páncreas, frecuentemente en personas con antecedentes de insulinorresistencia y síndrome metabólico. Normalmente, se presenta en adultos.
  • No tiene cura, pero se puede tratar con dieta, medicamentos y actividad física para evitar complicaciones. Además, dejar de fumar reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 entre un 30 y un 40%.

Felipe González (47) es profesor de educación básica en un colegio de Recoleta. Fue diagnosticado de diabetes tipo 2 a los 29 años y desde el 2023 es parte de la Fundación Mi Diabetes, en la que participa como vocero.

Cuenta que, en su caso, se combinaron múltiples factores que lo llevaron a tener diabetes: causas genéticas, pero principalmente años de malos hábitos alimentarios y una vida muy sedentaria.

“La mayor parte de mi alimentación se enfocaba en el consumo de grasas saturadas, muchas masas. Llegué a pesar 145 kilos. Siempre fui desordenado con las comidas, no existía en mi vida ningún espacio para el deporte. De un día para otro, mi vida dio un giro cuando mi páncreas dejó de secretar insulina, tenía una malformación congénita que facilitaba secretar más rápido de lo normal la insulina», relata.

«Fue un proceso fuerte para mí. Incluso pasé por un coma diabético sin una alerta previa. Existen otros casos en que se presentan señales de alerta, tales como la polidipsia (sed), polifagia (sensación permanente de hambre y ganas de comer) y poliuria (micción frecuente), causas comunes antes de tener diabetes”, cuenta Felipe González.

Y admite que hoy, luego de años, puede vivir con diabetes, pero esto exige una responsabilidad enorme y, a la vez, mucha ayuda del entorno para tener una mejor calidad de vida.

¿Cómo recibió y enfrentó la enfermedad en un primer momento?

-Al principio fue muy incómodo, no solo por el cambio de paradigma que significaba replantear cómo estaba llevando mi vida hasta entonces. También sentir temor de quedarme sin vida social, de pensar que terminaría ciego o con amputaciones en mi cuerpo, fue un proceso muy chocante en general, pero luego vi que esta enfermedad me planteaba la necesidad de aceptarla y llevarla adelante con responsabilidad.

Entonces entendí que debía hacerme cargo y aceptar el cambio de vida. Hoy puedo decir que tener miedo al inicio es normal, que es parte del proceso de aceptación, pero que no debemos quedarnos ahí, debemos actuar. En mi caso, sin buscarlo, mi enfermedad se transformó en mi nueva profesión, soy parte de la Fundación Mi Diabetes, donde ayudo a que, con otras personas que han pasado lo mismo que yo, podamos en conjunto reunir experiencias y aprendizajes para llevar una mejor calidad de vida. La enfermedad me exigió educar a mi entorno, a mis colegas y estudiantes, que sin duda han sido claves en mi proceso.

¿La diferencia de vivir con diabetes antes y hoy?

-En ese entonces tener diabetes era un tema poco hablado, estigmatizado e incluso discriminado. El acceso a la información era otra barrera con la que teníamos que enfrentarnos, los tratamientos por su parte eran más invasivos. Actualmente los avances de los tratamientos permiten contar con más opciones. Sin embargo, estas opciones no son iguales para todos, considero que sería un gran avance para la salud pública que se pudiese ampliar la canasta GES e incluir estos nuevos medicamentos que permitan mejorar la calidad de vida y el costo para todas y todos los que viven con diabetes.

¿Qué deberían saber niños y jóvenes sobre prevención?

-En el Mes de la Diabetes, en el que se hace tan necesario visibilizar esta enfermedad que día a día aumenta tanto a nivel mundial como nacional, creo que el mensaje para las nuevas generaciones es la importancia de mantener hábitos de vida saludables, ya que es lo único que está en nuestras manos para prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Son pequeñas grandes acciones que requieren constancia, que ayudarán a la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes o la obesidad, porque vivir con diabetes por supuesto que se puede, pero no es fácil de manejar y requiere de un cambio de vida enorme. Solo es fuerza de voluntad y quererse un poco más, para prevenir.

Soy profesor y mi formación influye en la necesidad diaria de educar respecto a la diabetes, a desmitificar, porque es importante que hablemos de aquello que nos incomoda, porque educar no solo se trata de poner información a disposición. Se trata de impulsar cambios, y abordar temas tan importantes como la salud en edad temprana es clave, porque es ahí cuando tenemos la oportunidad de formar y de fortalecer hábitos saludables para generar conciencia y, en el mejor de los casos, ayudar a disminuir los casos de diabetes en Chile.


Hasta aquí llega esta edición de Efecto Placebo, ojalá te haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo.

  • Si tienes algún comentario, duda o información que quieras compartir, puedes escribirme a efectoplacebo@elmostrador.cl.

 

Inscríbete gratis en Efecto Placebo el newsletter de salud de El Mostrador. Cada jueves te informaremos sobre las últimas investigaciones, terapias, avances en medicina y las claves para alcanzar el bienestar.

Publicidad

Tendencias