El secreto de la felicidad
Hola, toma un minuto para recordar un momento en que fuiste feliz. ¿Cómo te sentías? Con ese sentimiento fresco, ¿podrías definir qué es la felicidad y cuándo fue la última vez que te sentiste feliz?
- Hoy es el Día Mundial de la Felicidad y el ranking con los países más felices se libera cuando Efecto Placebo ya esté publicado. El año pasado, Chile ocupó el lugar 38 y Finlandia el primero.
- Pero más que medir el índice global de felicidad en una publicación anual de las Naciones Unidas, basándose en diversos factores, como el PIB per cápita, en esta edición veremos de qué se trata ser feliz y cuál es el secreto para alcanzar esto, según un estudio de la Universidad de Harvard que lleva 86 años recolectando datos y continúa haciéndolo con nuevos integrantes.
- A raíz de este estudio, los investigadores han encontrado claves que determinan una vida más feliz. Aquí te cuento lo que dice el profesor y psiquiatra Robert Waldinger y lo que recomienda para tener bienestar.
- En la sección Mito o Verdad, exploraremos a qué edad somos más felices. Y en el Chat con la Especialista, la psicóloga clínica María Paula Sánchez nos explica qué es la felicidad.
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Estas son las claves para ser feliz

Foto: Alina K.
En 1938 la Universidad de Harvard comenzó el estudio de mayor duración jamás realizado sobre desarrollo adulto: Study of Adult Development. Para ello, reclutó a 724 hombres, divididos en dos grupos: uno formado por estudiantes de segundo año de la universidad y otro con adolescentes que vivían en barrios pobres de Boston.
- El propósito era seguirles la pista y analizar las variables que más inciden en la salud y el bienestar de las personas.
- Comenzaron solo con hombres a los que les hicieron entrevistas y exámenes médicos periódicos.
- 86 años después, quedan 60 personas de los grupos iniciales. A ellos, hace unos años, sumaron 1.315 de sus hijos, siendo la mitad mujeres. Hoy, en 2025, el estudio sigue recogiendo datos.
Robert Waldinger es el cuarto director del estudio, además de profesor de psiquiatría en la Harvard Medical School, director del Centro de Terapia Psicodinámica e Investigación del Hospital General de Massachusetts y maestro zen.
- En 2015, su charla TED –en la que explicó los hallazgos, hasta entonces, del experimento– fue vista más de 40 millones de veces. Después escribió, junto a Marc Schulz, el libro The Good Life (Una buena vida –que explica las claves de la investigación más larga sobre felicidad que existe en la historia–), cuya edición en castellano fue lanzada en 2023. En él se recogen las principales lecciones del estudio.
- Las personas del barrio deprimido murieron diez años antes que los estudiantes de Harvard, porque tenían menos acceso a la educación y la salud. Pero muchos hombres “del barrio” llegaron a tener éxito y llevaron vidas muy felices, mientras que otros de Harvard fueron infelices.
- Después de monitorear por ocho décadas a estos grupos, el profesor Waldinger reveló que la calidad de nuestras relaciones es el mayor predictor de felicidad, salud física, mental y de una vida más longeva. O sea, las personas que tenían relaciones más firmes se mantuvieron físicamente más saludables a medida que envejecían.
“Las buenas relaciones hacen menos probable desarrollar diabetes tipo 2 o enfermedad de las arterias coronarias. Otros estudios, luego, encontraron lo mismo y nos dimos cuenta de que se trataba de un hallazgo sólido. Hemos pasado los últimos diez años, en el laboratorio, tratando de entender cómo las relaciones afectan nuestros cuerpos y cambian nuestra fisiología”, explica el psiquiatra.
¿Cuál es la explicación?
“El estrés es una parte natural de la vida. Si me pasa algo estresante, habrá cambios en mi cuerpo: aumentará la frecuencia cardíaca, subirá mi presión arterial. Muchas cosas suceden en el organismo cuando enfrentamos un desafío. Es la llamada ‘reacción de lucha o huida’. Pero se espera que el cuerpo vuelva al equilibrio, a la normalidad, una vez que se elimina el estrés”.
- Es en estas ocasiones que contar con alguien que nos escuche mejora todos los síntomas y más.
- “Si me sucede algo molesto, estresante, puedo hablar con mi esposa, un familiar o llamar a un amigo, y si son buenos oyentes sentiré que mi nivel de estrés baja. Pero si no tengo a nadie así, si estoy aislado y solo, el cuerpo permanece en un grado de ‘reacción de lucha o huida’”, señala.
- Y añade: “Esto significa que habrá niveles más altos de hormonas del estrés, como el cortisol, circulando en mi sangre y niveles más altos de inflamación en mi cuerpo. Y estos factores gradualmente desgastan y descomponen diferentes sistemas corporales. De esta forma, el aislamiento social y la soledad podrían afectar mis arterias coronarias y mis articulaciones”.
“Una vez cubiertas las necesidades básicas, la riqueza no influye en el desarrollo de la felicidad. Pero las relaciones con amigos o la pareja son fundamentales. Hemos comprobado que la gente con relaciones estrechas estaba protegida contra enfermedades crónicas y mentales, y la pérdida de la memoria, aunque esas relaciones tuvieran altibajos”, detalla Waldinger.
- Cuando los integrantes del estudio llegaron a los 80 años y más, les preguntaron: ¿qué es lo que más lamentas al mirar hacia atrás? Entre las respuestas comunes estaba: “Desearía no haber pasado tanto tiempo en el trabajo y haber estado más tiempo con las personas que me importan”. Así que hay una razón para ese cliché tan conocido que dice “nadie en su lecho de muerte desea haber pasado más tiempo en la oficina”.
¿Cómo fortalecer el bienestar?

Foto: Mikael Blomkvist
Siguiendo el longevo estudio de Harvard, ya sabemos que las relaciones cercanas, para toda la vida, son más importantes que el ejercicio, la dieta, la carrera. Y que la salud mental y física, además de nuestro bienestar, dependen de ellas.
Las personas que son más felices y saludables son las que tienen vínculos más estrechos y cálidos a lo largo de la vida.
- “Empezamos a encontrar hace 30 años este vínculo asombroso entre relaciones cálidas. Los vínculos mantienen a las personas más saludables y con cerebros más activos a medida que envejecen. Quienes sienten soledad sufren demencia antes”, dice Robert Waldinger.
- Y agrega: “Pero tampoco se trata de mantener una relación a toda costa. Las parejas infelices son muy malas para la salud. Todos los matrimonios tienen conflictos, pero si pueden confiar el uno en el otro cuando las cosas se ponen difíciles, aunque estén discutiendo todo el día, esas discusiones no causan estragos en la salud”.
- No es necesaria una relación íntima para tener este beneficio. Cualquier relación apoya el bienestar. Parientes, colegas, amigos, conocidos casuales. Incluso hablar con desconocidos en la calle, la persona que prepara el café en la cafetería, si intercambias saludos, ideas, puede ser una relación.
- Una de las pruebas del estudio pidió a personas que estaban a punto de subir al metro que, una vez en el vagón, hablaran con algún desconocido. “Quienes tuvieron que acercarse a otros, pensaron que no iban a disfrutarlo y varios no lo hicieron, pero al final los que realizaron la prueba se sentían más felices que aquellos que estuvieron en el metro sin hablar con otros”, ejemplifica Waldinger.
Entonces, ¿cómo fortalecemos nuestras relaciones?
“Usamos la analogía de estar en buena forma física, porque cuidar nuestras relaciones es como ejercitar un músculo de manera frecuente. Si permanecemos sentados toda nuestra vida, los músculos se atrofiarán. De la misma forma, al mirar las vidas del estudio vimos que las buenas relaciones pueden marchitarse por descuido. Si cuidas activamente tus relaciones de la misma forma en que cuidas tu cuerpo, o una planta en tu casa, esas relaciones se mantienen fuertes”, afirma.
Y una relación fuerte, ya sabemos: nos protege y da felicidad.
Entonces, a modo de autoevaluación, te dejo una pregunta que le gusta hacer al profesor Robert Waldinger:
- Si estuvieras en peligro, enfermo o con temor en medio de la noche, ¿a quién llamarías? ¿Cuántas personas puedes citar?
- Algunos nombrarán a varias personas, pero hay quienes no tienen a nadie a quien llamar. Tener al menos una persona en la vida que sientes que realmente te apoyaría si estuvieras en peligro, es suficiente para tener felicidad y salud.
Mito o Verdad: somos más felices en la juventud

Foto: Helena Lopes
¿Eres feliz hoy mismo, mientras lees estas líneas? ¿Cuál ha sido la etapa en que has sido más feliz? Según el estudio, las personas son más felices a los 60 años.
- Robert Waldinger y Marc Schulz, en el libro Una buena vida, señalan que a los 60 es cuando las personas comienzan a reconocer “los límites de la vida y la percepción real de la muerte”.
- A esa edad, además, es tiempo de liberarse de responsabilidades no deseadas. Hombres y mujeres valoran más su tiempo, al ser conscientes de que “no les queda mucho más” de vida.
- Igualmente, aparece la soledad y eso los lleva a buscar actividades colectivas, a reconectar con amistades, otros viajan, todo eso mejora la salud física y mental.
“Se produce un cambio en la prioridad del cerebro humano, que se enfoca más en la positividad y el aprendizaje continuo, elevando así el nivel de felicidad”, dicen los investigadores.
¿A qué edad las personas son más infelices?
El estudio de Harvard describe cuatro etapas en la vida que ilustran cómo las personas se relacionan con los demás y el impacto de estas relaciones en su felicidad. La adolescencia (12-19 años), se caracteriza por la influencia significativa de quienes rodean al individuo.
- En la primera etapa adulta (20-40 años), las personas comienzan a construir una red de seguridad con amigos, trabajo, pareja y familia.
- La mediana edad es “la más infeliz”, según Harvard. Entre los 40 y los 50 años, en general, la vida de las personas está marcada por preocupaciones y responsabilidades y por el juicio que se tiene en el trabajo, salud y finanzas. Desánimo, negatividad y episodios de ansiedad y estrés suelen aparecer en esta edad, pero, una vez superada, las cosas deberían mejorar.
El libro destaca que la percepción de la felicidad cambia con la edad y las experiencias de vida, subrayando que lo que puede traer alegría y satisfacción en la juventud puede ser muy diferente de lo que se valora en la madurez.
Chat con la Especialista: ¿qué es la felicidad?

Foto: Belle Co.
Si has llegado hasta acá, ya tienes claro cómo serás más feliz de ahora en adelante. Cómo cuidar de ti y de los cercanos, pero, entonces, ¿qué es la felicidad? La psicóloga clínica María Paula Sánchez nos ayuda.
-¿Cuándo nos hacemos conscientes de la felicidad y la ausencia de ella?
-En nuestra sociedad se puede visualizar que todo fluye en un ritmo más rápido que antes. Las demandas y exigencias nos obligan a estar constantemente contra el tiempo. Esto tiene como repercusión que, como seres humanos, nos hemos acostumbrado a recibir la felicidad a través de la satisfacción inmediata. Un ejemplo claro de esto es el uso de las redes sociales, que nos estimulan con una alta carga sensorial. Dejando invisibilizadas situaciones cotidianas que activan la emoción: felicidad.
Otras emociones, como la tristeza, tienen una activación corporal más elevada que la felicidad. Lo que nos permite identificarla de manera más sencilla y ser conscientes de esta. Es más fácil para alguien reconocer si se siente triste, solo, desanimado o desesperado, que reconocer si se siente feliz, eufórico o inspirado.
-¿La felicidad, desde la psicología, qué es?
-Es una de las emociones más básicas que tiene el ser humano. Podríamos pensar que todos nacemos con un repertorio emocional base, el cual se va complejizando a medida que las necesidades del ambiente nos demandan aquello. La felicidad se especifica en emociones más complejas como sentirse extasiado, esperanzado u optimista. Pero, en simples palabras, la felicidad contribuye al bienestar emocional general. Su función se liga a facilitar la conexión emocional con los demás, estableciendo relaciones significativas y positivas, permitiéndonos aumentar nuestro rendimiento y motivación en diferentes actividades
-¿De qué depende? ¿Es igual para todas las personas?
-El estado anímico depende de múltiples factores, desde lo individual a lo social, contextual o de salud física. Por ejemplo, personas que están pasando por momentos de alto estrés laboral o académico puede que sientan una menor activación de esta emoción. O que el estímulo que solía causar felicidad necesite ser experimentado con mayor intensidad que antes. Lo importante es saber que todas las emociones, por más agradables o desagradables que puedan ser experimentadas, cumplen una función en nuestro bienestar. De ahí su existencia y la importancia de permitirse sentirlas.
-¿Hay alguna fórmula, consejo para ser feliz?
-La salud mental no funciona con una especie de fórmula mágica o receta a seguir. Pero sí se han logrado pesquisar, a partir de la experiencia clínica, ciertos elementos que permiten una mejor elaboración de los sucesos difíciles de la vida. Uno de los más importantes de todos es contar con redes de apoyo. Como bien mencioné antes, la felicidad es la emoción que nos permite estrechar lazos significativos con otros.
Sumado a esto, está la importancia de mantenerse activo, lo que va de la mano con sentirnos más energizados y dispuestos a participar, con una mirada más positiva a nuestras actividades. Finalmente, es muy importante dejar un espacio de ocio y recreación, realizando actividades que, como tales, nos produzcan placer.
Antes de terminar esta edición, piensa en tus relaciones, en alguien que extrañas y que hace mucho no ves. Podrías enviarle un mensaje, un saludo. Y ver qué responde.
- Si tienes algún comentario, duda o información que quieras compartir, puedes escribirme a efectoplacebo@elmostrador.cl.
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