Grupo de expertos y académicos alertó hoy sobre la inminente dispersión de votos, situación que, afirman, hoy está garantizando la sobrerrepresentación de fuerzas conservadoras que van a mantener el actual sistema político, social y económico. El plazo se acaba, porque el 11 de enero deben ser inscritas las candidaturas.
El aumento de candidaturas independientes terminará con una Convención Constitucional donde triunfarán candidatos que buscan proteger el sistema político, económico y social actual. Ese el llamado de alerta formulado por expertos y académicos que apelan a la conformación de una lista única, social, independiente, feminista y antineoliberal de cara a las elecciones del próximo 11 de abril.
Tras un análisis del sistema electoral D’Hont que regirá para la próxima elección de constituyentes, los especialistas advirtieron que las fuerzas transformadoras tendrán una representación conjunta muy inferior a la que obtengan la derecha y los partidos de la ex Concertación.
“Lo que va a ocurrir es que la derecha gozará y los partidos políticos tendrán una enorme sobrerrepresentación, restándole legitimidad a todo el proceso ya que las mayorías, que pugnan por una participación de independientes, verán que la asignación de escaños estará muy lejos de representarlos. La gente votó por una nueva Constitución que sea escrita por independientes de los partidos políticos, por lo que habrá mucha desilusión”, señaló Rosa Moreno, feminista, quien ve con preocupación cómo avanza el tiempo, considerando que el próximo 11 de enero expira el plazo de inscripción de candidaturas.
Para Mauricio Salinas, académico y abogado que integra esta plataforma de ciudadanos independientes sin interés en levantar candidaturas propias, hay dos elementos que explican este fenómeno: por una parte, la profunda desinformación que aún hoy persiste en el mundo independiente respecto de la posibilidad de armar una lista única que impida la dispersión y, por otra, el individualismo que impulsa la acción política, una de las secuelas que dejaron los últimos 40 años de cultura neoliberal.
“Hay una desinformación y escasa voluntad de diálogo entre todas las voces independientes que desean cambiar de verdad el modelo de la dictadura cívico-militar. Muchos independientes no saben que pueden conformar su propia lista sin necesidad de arrimarse a los partidos, algo que resulta muy poco aconsejable si consideramos el enorme rechazo que estas instituciones despiertan en la ciudadanía”, destacó el académico.
Salinas agregó que “no debemos olvidar que los partidos en el poder, tanto de la derecha como de la ex Concertación, no hicieron mucho por abrir esta instancia tan importante de participación al mundo independiente. Desde un comienzo pusieron trabas para las firmas, para los escaños reservados, no hicieron mucho por informar a la gente y se aprovecharon de la pandemia y los plazos acotados para conseguir algo muy concreto: apoderarse del proceso”.
“Pero lo más difícil de cambiar es el individualismo que se instaló en Chile, una actitud muy corrosiva que impide tender puentes y articular iniciativas de cambio. Todo esto tiene mucho que ver con el clima de desconfianza interpersonal y hacia las instituciones que instaló el modelo. Con desconfianza no hay diálogo, sin diálogo no hay cooperación, y sin cooperación sólo queda el desinterés por el otro y la competencia. Y el modelo funciona gracias a la competencia descarnada y brutal de unos contra otros”, reflexionó.
Rosa Moreno sostiene, asimismo, que la prematura deslegitimación del órgano constituyente incidirá en el previsible agravamiento de la severa crisis política y social que afecta a nuestro país. “Esta fragmentación tan extrema de los independientes antineoliberales le permitirá a la derecha ser mayoría en la Constituyente, al punto que ya ni siquiera tenemos la seguridad de que obtengamos un tercio para impedir que la derecha pase su aplanadora y mantenga todo tal cual”, agregó.