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Las ventajas de vivir en edificios de baja densidad Inmobiliaria

Las ventajas de vivir en edificios de baja densidad

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Actualmente la industria inmobiliaria está apostando por construcciones con un menor número de departamentos, además de innovadores amenities para mejorar la calidad de vida de los residentes. Por otra parte, la expansión del Covid-19 ha llevado a replantearse nuevas formas de vivir donde el distanciamiento físico está marcando nuevas tendencias.


Según el Censo 2017 la población del país alcanzaba los 17.574.003 habitantes y una densidad de 461,77 habitantes por kilómetro cuadrado. Además, la Región Metropolitana concentra cerca del 40% de la población, pese a ser la región más pequeña del país con menos del 3% del territorio.

Debido a esta sobrepoblación, que sufren gran parte de las grandes capitales del mundo, el rubro inmobiliario ha pasado de un modelo que parecía promover la altura como sinónimo de estatus, a uno mucho más consciente. Y es que este tipo de construcciones no solo ofrece importantes beneficios para quienes viven en estos, sino también para la ciudad donde se emplazan, ya que cuentan con diseños más sustentables a lo largo del tiempo.

En este sentido la industria inmobiliaria ha comenzado a optar por edificaciones con una menor cantidad de departamentos por edificio, ofreciendo de esta forma inmuebles con mayor privacidad y comodidad para quienes los habitan. En el contexto actual desatado por el Covid-19, este tipo de edificios presentan una alternativa real para lograr el distanciamiento físico que proponen los expertos en salud.

“Esta baja densidad además le permite a los residentes resguardar mejor su salud y aprovechar de mejor forma los amenities que incluyen los edificios boutique. Además, son una atractiva opción para quienes quieren vivir en un barrio consolidado, dentro de la Región Metropolitana, pero a la vez mejorar su calidad de vida”, explica Pedro Delpiano, gerente de Proyecto Ñuñoa Start de Grupo GA.

El experto explica que este tipo de proyectos están pensado para que sean coherentes con el estilo de vida de un adulto joven, ya que presenta espacios comunes que crean un vínculo a través de una nueva experiencia, basada en la expectativa de bienestar y en proyectar ambientes que inviten a permanecer en ellos y a sentirlos propios. A su vez los departamentos tienen ambientes incorporados, acordes con la vida actual, relevando la importancia de la flexibilidad de los espacios, que permiten vivir y trabajar al mismo tiempo.

“Un hecho destacable de los edificios boutique, es el hecho de la mayor durabilidad de su equipamiento, dado que no están sobre exigidos, como ocurre en los edificios masivos, evitando de esta forma sobre costos adicionales”, agrega.

Además de contar con una baja densidad, este tipo de edificios boutique cuentan con una arquitectura moderna y un diseño e interiorismo bien trabajados, junto a una serie de comunidades que buscan mejorar la calidad de vida de las personas. “Estos proyectos cuentan con amenities y espacios comunes como piscina, hall doble altura, salón y bar gourmet, bodega e-commerce, sala co-work y lavandería. Además, de áreas de reciclaje, bicicleteros y taller de bicicletas en su primer subterráneo. Mientras que en su azotea, cuenta con gimnasio, quinchos y fogón panorámicos. Todo esto, sumado a la baja densidad del edificio, permiten a las personas poder ocupar estos espacios, vivir con mayor tranquilidad y tener una mejor calidad de vida”, explica el experto.

Por otra parte, al tratarse de comunidades más pequeñas, las personas que viven en este tipo de edificios suelen tener una mejor convivencia, seguridad y capacidad de organización para abordar los temas administrativos relacionados a gastos comunes y de otro tipo. “Al ser pocos residentes es más fácil la organización entre ellos y la administración central del inmueble. Además, la conserjería tiene un mayor control ya que es menor el flujo de personas que transitan por el edificio”, concluye.

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