A la espera de protocolos sanitarios, el sector asegura que «está listo para reactivarse» después de cuatro meses de inactividad por la pandemia de Covid-19.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) urgió a los países latinoamericanos a que implementen los protocolos sanitarios aprobados por la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) y que reactiven el sector aéreo en la región para evitar un colapso de las aerolíneas.
El vicepresidente de la IATA para el continente americano, Peter Cerdá, subrayó en una rueda de prensa que «el sector está listo para reactivarse» en un momento en el que se inicia el cuarto mes de suspensión causado por la propagación de la pandemia de Covid-19.
Cerdá admitió que «Latinoamérica es ahora mismo el epicentro de la pandemia», aunque mostró confianza en que «con los protocolos de la OACI se puede volar de forma segura».
La IATA, que agrupa a las aerolíneas comerciales, señaló que prevé que el impacto en el sector de la aviación en Latinoamérica y el Caribe a consecuencia de la pandemia Covid-19 le cueste a la región 4,1 millones de puestos de trabajo y 98.000 millones de dólares.
Por ejemplo en Argentina, se estima que las aerolíneas del país dejarán de percibir 3.280 millones de dólares, lo que reducirá sus ingresos en 2020 con respecto a 2019 en un 65 %. El parón del sector supondrá la eliminación de 19.800 empleos directos.
En Brasil, los ingresos caerán un 53 %, lo que supondrá que las aerolíneas dejarán de percibir 10.210 millones de dólares. Además, se perderán 81.200 empleos directos.
Pero advierten que para el conjunto de la economía brasileña, la suspensión del trafico aéreo supondrá para el país 6.250 millones de dólares y 299.700 empleos.
«La situación es extremadamente delicada en Latinoamérica» añadió Cerdá, que también solicitó de forma «urgente» apoyo económico para las aerolíneas. Según los datos de la IATA, la ayuda financiera ofrecida por los países de la región a las compañías aéreas es solo un 1 % de sus ingresos operativos en 2019.
La organización contrastó esta cifra con el 25 % en Norteamérica, el 15 % en Europa y el 10 % en Asia-Pacífico.
Cerdá señaló que la IATA mantuvo una reunión «muy transparente» con las autoridades del país durante la que se trató el restablecimiento de los vuelos internacionales y domésticos así como las ayudas al sector.
El representante indicó que, hasta el momento, Buenos Aires todavía no ha formalizado el apoyo económico que ofrecerá al sector y aseguró que la asociación «seguirá buscando alternativas».
La IATA también dijo que van «por el camino correcto» y puso como modelo para otros países la decisión de las autoridades argentinas de regularizar los vuelos de repatriación durante los meses de julio y agosto.
«Lo apoyamos al 100 % y esperaríamos que otros países hicieran lo mismo», explicó Cerdá.
El vicepresidente de la asociación dijo que mantienen conversaciones con las autoridades chilenas para establecer un protocolo de reactivación de los vuelos.
Con respecto a las ayudas financieras, Cerdá señaló que están a la espera que el Gobierno comunique las fórmulas adoptadas, que pueden ser la reducción de los costes aeroportuarios o los de navegación.
Aunque Cerdá mostró su satisfacción general con el nivel de colaboración alcanzado entre la IATA y las autoridades colombianas, el directivo dijo que estaba «preocupado» porque siguen sin aprobar los protocolos de la OACI un mes después de su finalización.
La IATA quiere que Colombia establezca «fechas concretas» para la reanudación de los vuelos domésticos y dijo que los vuelos piloto propuestos por las autoridades «no van a funcionar».
Igualmente, Cerdá rechazó la validez de operar desde aeropuertos secundarios y reclamó la apertura del aeropuerto de Bogotá. «Hay frustración en la industria», dijo.
Cerdá dijo que confía que las autoridades panameñas no extiendan de nuevo las medidas restrictivas en el sector aéreo y en cambio adopten los protocolos sanitarios de la OACI.
«Hacemos un llamamiento al Gobierno panameño para que se implementen estos protocolos y que se establezca una fecha de reinicio que no se sitúe más allá de la fecha que ha sido establecida, a finales de julio», explicó.
IATA calificó a México como «uno de los líderes aeroportuarios de la región», que ha concedidos ayudas para reducir los gastos adicionales para las líneas aéreas.
Pero Cerdá solicitó la reapertura del aeropuerto de Cancún porque «juega un papel muy importante para la recuperación de la economía, del turismo y del transporte aéreo del país. Es lo único que está pendiente».
Además añadió que «las negociaciones siguen un buen camino» y que se sigue conversando en «oportunidades» con respecto a impuestos y otros costos.
La IATA también expresó su rechazo a que los países descarguen en el consumidor los costes de pruebas de la COVID-19 realizadas en los aeropuertos para establecer si pueden embarcar.
Finalmente, el organismo también dijo que no tiene ningún problema en que los estados entren de nuevo a formar parte del capital de las aerolíneas, como está sucediendo en Europa y Norteamérica, si esto garantiza su viabilidad.