Hoy el sector se enfrenta a clientes más exigentes, que compran todo de manera online, y no quieren ni lentitud en el servicio, ni errores en el sistema para lograr una experiencia de usuario totalmente satisfactoria.
El mundo del turismo y de los viajes es el más golpeado producto de la pandemia del Coronavirus y el impacto ha sido gravísimo en los últimos meses, generando pérdidas multimillonarias. Esto se explica porque sus operaciones fueron reducidas a la mínima expresión, como consecuencia del cierre de las fronteras y la paralización de funciones para detener los contagios.
Y es que el rubro de las aerolíneas se caracteriza por estar sujeta a un ambiente muy sensible a factores exógenos que escapan a su control, vale decir, altos precios de combustible, conflictos, crisis, factores ambientales, gobiernos y crisis sanitarias como la del Coronavirus. Es por eso que su estructura de costos tiene que ser una de las más eficientes, según explica Eugenio Diaz, digital consulting director de Api Service, empresa que hoy está trabajando activamente para mejorar la experiencia de usuario en la medida en que se reanudan los viajes.
“Con la pandemia esto definitivamente se ha agudizado a tal punto que han enfocado sus esfuerzos en dos grandes desafíos: El primero es como puedo hacer mi modelo de negocio más resiliente y la disminución y eficiencia de los costos. Ahí es donde entramos y actualmente estamos ayudando a las aerolíneas en acelerar su estrategia digital permitiendo la colaboración dentro del ecosistema de los actores que están involucrados en este negocio”, señala.
El experto agrega que en este ecosistema, los servicios de desarrollo de tecnología, ayudan en hacer frente a este gran desafío. El primer paso para ello: recuperar en sus clientes la confianza de volar, dado el clima de bastante inseguridad, lo que hace aún más difícil esta tarea.
“La compra debe ser 100% digital incluyendo toda la flexibilidad para cambiar fechas, dado que en cualquier minuto un pasajero puede caer contagiado y al no poder cambiar sus fechas el riesgo sigue siendo muy alto de que quiera emprender el viaje. Como lo hemos visto en otros aeropuertos de Europa, departamentos de policía, aduanas, restaurantes, salones vip, todos tienen que tener protocolos que permitan entregar esa seguridad que los pasajeros necesitan, en un proceso que provoca un cierto grado de ansiedad, como es el hecho de tomar un vuelo”, sostiene Díaz.
“Pero lo más importante y el principal desafío, es cómo dar visibilidad de todas estas medidas a las personas, para que éstas sientan ese grado de seguridad que le están brindando dentro de una infraestructura tan crítica, como lo es un aeropuerto”, concluye.