Seguramente tuvimos un 18 de septiembre distinto por primera vez en 210 años desde la Independencia. Al parecer se respetaron las medidas contra el Covid-19 y en parte los cordones sanitarios, pero lo sabremos en dos semanas en caso de que aumente el número de contagiados. Hasta ahora seguimos con 10.000 casos nuevos y con 300 fallecidos en promedio a la semana, lo que continúa siendo una cifra alta en términos absolutos, pero ya pasamos la peor parte. Además, la economía y las expectativas de la población ya muestran mejores señales de la mano de la primavera y la mayor movilidad. Los restaurantes en algunos barrios han demostrado que pueden funcionar con las restricciones de aforo usando las terrazas públicas y aprovechando el buen tiempo. La mejor noticia es la libertad de movimiento entre comunas sobre fase 3 a partir del lunes 28, lo que permitirá ir a las segundas viviendas y a hoteles en comunas sin cuarentena, una medida muy bien recibida por la población en general y sin duda por el sector turismo. Sin embargo, aún falta mucho, dado que destinos tan relevantes como toda la Patagonia, desde Puerto Montt al sur, siguen con cordones sanitarios y con casos en alza.
Según el World Tourism Forum, las pérdidas del turismo pueden llegar a ser un 4% del PIB del mundo si no se descubre prontamente la vacuna. Por una parte, la industria hotelera en EE.UU. amenaza con más despidos si no hay mayor apoyo del Estado, y la industria área sigue sufriendo en el mundo después de un verano en el hemisferio norte muy mediocre. Como botón de muestra, esta semana fueron recibidos en la Casa Blanca los CEO de las principales aerolíneas de EE.UU. para pedir un nuevo salvataje. Por su parte, LATAM, que ha estado en las portadas de todos los diarios, ha logrado tener la aprobación del juez en Nueva York y como consecuencia consiguió asegurar caja de USD 2.4 billones lo que los deja tranquilos varios meses y el mercado ha premiado esta decisión. A todas luces esto último es muy positivo para la región donde opera LATAM y ciertamente para Chile. Sin embargo, no hay que perder de vista que los mercados mundiales están esperando una segunda ola y nuevos confinamientos, como lo han reflejado estos días las bolsas mundiales.
Las campañas de marketing de imagen país han estado dando vueltas en las redes para visibilizar una industria de muchas personas en todo Chile y también promociones de aerolíneas vendiendo pasajes con grandes descuentos. Asimismo, en las últimas semanas se sumaron hoteles de destinos como Explora, The Singular, Eco-camp, Tierra, entre otros, que han lanzado promociones a precios espectaculares para mover la demanda doméstica, ya que a la luz de la información parece que hasta marzo 2021 seguiremos con las fronteras cerradas, sobre todo mirando las cifras de los países vecinos que son las peores del mundo en cuanto a contagios. Por lo tanto, bienvenidos los turistas chilenos, dado que además muchas de las proyecciones, a las que ahora se suma la del gobierno, estiman 4 a 5 años de recuperación del tráfico aéreo como fue el 2019.
Algo que nos sorprendió positivamente fue la licitación del MOP de un nuevo aeropuerto internacional cerca de Santiago, en lugares como Buin, Rancagua o cerca de Viña del Mar; esto era necesario desde hace varios años por las proyecciones de la demanda, ya que a pesar de la ampliación de Pudahuel en la próxima década necesitábamos una segunda alternativa. Es clave que este aeropuerto esté bien coordinado con el sistema de transporte público, que conecte con el metro-tren o el tren a Valparaíso, terminales de buses, etc., y debe además ser un aeropuerto moderno, sustentable y amigable con el medio ambiente.
En el tema ambiental una muy mala noticia es la postergación del Gobierno de Chile al acuerdo de Escazú, el cual tiene relación con derechos ambientales y conservación del planeta. Parece una medida que se contradice con el anuncio de terminar con la generación eléctrica con uso del carbón y la conservación de los glaciares, parques marinos y terrestres. Entendemos que es necesario encontrar un equilibrio entre economía y medio ambiente, y no perder de vista el crecimiento, pero quizás la solución sería corregir nuestra institucionalidad ambiental para evitar mayor burocracia en la tramitación de los proyectos con impacto ambiental.
En el sector inmobiliario, como lo anunciamos en abril y mayo, se viene un éxodo desde las ciudades a los pueblos o ciudades más pequeñas con servicios e infraestructura. La gente le perdió el miedo a trabajar en lugares remotos, que los niños transiten hacia a un modelo hibrido de educación, teniendo buena conexión de 4G y un buen café se puede trabajar en cualquier lugar gracias a las nuevas tecnologías. Es por eso, que vemos un cambio relevante en la demanda, tanto en primera como en segunda vivienda. Puerto Varas, Villarica, Cachagua, Algarrobo, Santo Domingo y tanto otros lugares, poco a poco se irán llenando, y ya podemos ver efectos en los precios de los arriendos, aumento de precios de terrenos y movilidad en general, que traerá cambios también en educación, oficinas y comercio. Estas transformaciones estructurales ya se venían gestando hace un tiempo, pero ahora experimentarán un gran impulso y veremos en la próxima década un cambio que significará una descentralización natural, algo que será muy positivo para el país dado que era deseado en forma transversal.