Las mascotas también requieren de cuidados para su piel. Al acercarse el verano, la radiación solar hace necesario el uso de protector solar, además de productos hidratantes para cuidar sus patitas del contacto con superficies calientes.
Los perros -a diferencia de otras mascotas domésticas- necesitan realizar paseos diarios para poder socializar y liberar el estrés que les puede producir el estar en espacios pequeños o reducidos, como un departamento. Sin embargo, frente a estas salidas de rutina y con el cambio de temperaturas -producto de la nueva estación que se avecina- las mascotas están más expuestas a agentes que puedan dañar su piel, provocando heridas en sus patas o incluso cáncer de piel.
Es muy común que durante la época estival muchos canes muestren sus cuerpos rapados, pues sus dueños -erróneamente- creen que así no sentirán calor y olvidan que ellos, gracias a su pelaje, resisten de mejor forma los cambios de temperatura. Al cortar su pelo de manera excesiva, los fieles amigos quedan sobreexpuestos a los rayos UV, pudiendo generar heridas graves o enfermedades en la piel.
Francisca Ducoing, médico veterinaria y fundadora de @integradogs, emprendimiento dedicado a las consultas veterinarias a domicilio y al paseo de mascotas, afirma que es fundamental -al igual que las personas- proteger su piel con algún protector solar.
“El uso de bloqueador en las mascotas debería ser parte de la rutina de sus cuidados diarios y, al igual que los productos que usamos nosotros, el que apliquemos a nuestros caninos no puede ser cualquiera, ya que su piel es más delicada frente a los productos dermocosméticos. Se debe elegir uno con factor protector 50+ para rayos UVB/UVA, que no dañe ni altere su barrera cutánea y que no tenga perfumes, ya que podrían afectar la comunicación con otros perros y producir reacciones alérgicas en mascotas más sensibles.”, afirma la veterinaria.
Al igual que en el uso humano, el protector solar se debe esparcir 20 o 30 minutos antes de cada salida o exposición al sol cubriendo las zonas más expuestas como orejas, hocico, abdomen y otras áreas desprotegidas o de pelaje claro. Es importante aplicar siempre la cantidad justa, evitando exceso de producto en la piel, y volver a colocarlo cada dos horas. Asimismo, los especialistas recomiendan no sacar a las mascotas en las horas con mayor índice de radiación solar del día. Algunas de las razas más sensibles a los rayos UV son: bull terrier, boxer, whippet, pitbull, taffordshire, dálmatas y por supuesto, los perros albinos.
Ducoing también explica que otra de las zonas expuestas y que merecen cuidado al momento de pasear a los caninos en esta época son sus almohadillas, que si bien están formadas por una piel muy resistente para soportar el impacto con las superficies y su peso, no están exentas de sufrir daños provocados por el contacto con suelos muy calientes (como el pavimento o la arena) o largas caminatas.
“Al igual que nuestros pies en el verano, las almohadillas sufren desgaste, quemaduras o cortes por el roce con diferentes superficies, lo que puede provocar heridas muy dolorosas para nuestros perros. Es por eso que es importante mantenerlas limpias e hidratadas, sobre todo al regresar de cada paseo”, afirma la médico veterinaria.
En el mercado existen productos para prevenir cortes, trizaduras, descamación o quemaduras como Pet’it Restore’it, crema en spray que ayuda a hidratar, reparar y desinflamar la piel de las almohadillas. Su uso es sencillo: se debe limpiar la zona con algún shampoo especial para mascotas y aplicar 1 o 2 spray en cada patita y masajear, incluyendo los espacios interdigitales, durante 5 y 10 segundos.
En nuestro país, existe un emprendimiento chileno dedicado a la elaboración de productos dermocosméticos especializados en el cuidado y protección de la piel de las mascotas con activos europeos: Pet-it. Toda su línea de productos cuenta con formulación hipoalergénica, libre de parabenos, sin perfumes y con pH equilibrado para adaptarse a la piel de las mascotas, incluso las más sensibles, además de ser cruelty-free. El proyecto es apoyado por Corfo y 3IE, la Incubadora de Negocios de la Universidad Federico Santa María.