El popular festival hindú de los colores Holi quedó desteñido un año más a causa de la covid-19, que obligó a la India a imponer medidas este lunes para evitar contagios, como la prohibición de celebraciones públicas, ante una segunda ola que ha incrementado los casos ya hasta los 12 millones.
El festival de Holi, que suele reunir a miles de hindúes en las calles para restregarse kilos de gulal, el tradicional polvo de colores usado para pintarse en estas fechas, se limitó a desatar la euforia en reuniones privadas entre familiares y grupos de amigos.
«En nuestro país, los festivales son siempre una ocasión para que familiares y amigos se reúnan y celebren. Pero esta vez, dada la pandemia de la covid-19, insto a mis conciudadanos a celebrar el festival adhiriéndose a los protocolos de salud e higiene», señaló hoy en un comunicado el vicepresidente de la India, Venkaiah Naidu.
El primer ministro indio, Narendra Modi, también quiso lanzar un mensaje en el que animó a «infundir nuevo vigor y nueva energía en la vida de todos» en esta celebración, según escribió en Twitter.
La Autoridad de Gestión de Desastres de Delhi anunciaba a principios de la semana pasada la prohibición de celebrar Holi en lugares públicos de la ciudad, así como la imposición de sanciones contra aquellos que vulnerasen las normas.
A esta restricción también se unió el estado occidental de Maharashtra, cuya capital es Bombay, y que concentra la mayoría de casos de covid en el país asiático, a lo que también agregó la imposición de un toque de queda para evitar que los ciudadanos continúen festejando hasta altas horas de la noche.
«Les deseo a todos un muy feliz Holi. Pero este año todos tenemos que tener mucho cuidado. No salgan innecesariamente. No es seguro. Si nos mantenemos sanos y a salvo, jugaremos a Holi de una manera mayor el año que viene», anunciaba la alcaldesa de Bombay, Kishori Pednekar, en un vídeo que difundió en sus redes sociales.
Orígenes del Holi
El festival, que se celebra justo antes del equinoccio de primavera, simboliza la llegada del buen tiempo y el triunfo del amor.
Una de las historias más compartidas sobre el origen de la celebración, que acontece con la llegada de la luna llena de marzo, habla sobre el travieso dios Krishna y su inmortal amor por Radha, a quien aplicó colores en la cara para oscurecerla ya que era más clara de piel que él.
Es por ello que en poblados como Vrindavan, corazón de este ferviente festival, se mantuvo hoy la celebración a pesar de las medidas impuestas por las autoridades indias.
En un vídeo difundido por la agencia de noticias ANI, miles de devotos sin mascarilla fueron vistos abarrotando el importante templo a Krishna de Banke Bihari, donde miles de personas entran y salen lanzando colores al dios.
Los casos en esta segunda ola, con más de 68.000 positivos hoy, se acercan cada vez más al pico de la pandemia en septiembre, con casi 100.000 casos, unos datos que contrastan con los de febrero, cuando con menos de 10.000 casos diarios todos pensaban que, esta vez sí, podrían celebrar como siempre el festival de los colores